ESTOY DE REGRESO CON MIS HEMBRAS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como he mencionado la finca de mis papás es en el piedemonte llanero a unas horas de Villavicencio Meta, el lunes 23 de abril regresé a reemplazar a mi papá en el cuidado de todo, desde el mismo momento que estuve de regreso me llegaron unos deseos incontrolables por cogerme unas cuantas hembras, cada vez que miraba sus vulvas soñaba con ellas e imaginaba penetrando lo que fuera, actividad que hago cuando estoy totalmente solo y sin el temor de ser visto, este fin de semana pude por fin tener un reencuentro con mis hembras, el problema es cual especie, pues hay de todas pero el problema es si están en celo o no, aunque algunas son receptivas siempre van a rechazar la copula si no están en celo.
Al medio mediodía del sábado ya totalmente solo fui por todo lado viendo y fisgoneando hasta que vi al otro lado de la cerca en una finca vecina una burra aún todavía volantona o joven, regresé a la casa para acelerar lo que estaba pendiente por hacer y antes que cayera la noche volví al lugar para ver si habían llevado a la burrita y para mi sorpresa estaba en el potrero.
Entonces esperé que entrara bien la noche luego la desaté y me la lleve para nuestra finca para no ser visto por nadie y poder disfrutar plenamente de una buena clavada, al llegar a la casa la metí a un comedor que hay para los obreros, ya solo con la burra quería hacerlo inmediatamente, estaba muy excitado que casi no me podía controlar y más por los meses que no probaba mis hembras, para ver cómo se comportaba me hice por el lado y la fui sobando por el lomo y las ancas, la pansa sin que molestara, le metí mi mano entre las piernas cogiéndole las ubres y tampoco molestó, ni echara las orejas para atrás, seguí sobándola hasta llegar a la vulva, cuando me puse a sobarla levantó el rabo, que emoción poder tocar ese delicioso manjar, poco a poco le introduje los dedos y percibía una ricas palpitaciones, seguí metiendo mis dedos lentamente, de un momento a otro comenzó a mascujar y la vulva le hacía guiños con fuertes apretones, duré varios minutos dándole dedo sin que molestara, sin esperar más me quite la ropa de la cintura para abajo, luego me recosté sobre sus ancas y con mi verga al aire libre la punteaba de a pocos, como la burra era volantona y bien bajita así que me facilitaba todo.
Como pude entreabrí la raja y metí la cabeza de mi verga sintiendo un calor muy agradable, húmeda muy suave, que dulce sensación pues hacia casi seis meses que no probaba nada de nada y lo necesitaba, fui presionando su raja con mi verga pudiendo sentir la penetración hasta mis bolas.
Que sensación tan deliciosa sentir mi verga toda enfundada en esa vulva, estaba demasiado caliente y la burra lo que hizo fue abrir bien las patas y mascujar bastante agachando la cabeza, entonces inicie el mete y saca acelerando cada vez más el movimiento, por momentos totalmente clavada le hacía toda la fuerza que podía como si la fuera a levantar, y la burra empujaba hacia atrás, duré unos buenos minutos dándole verga hasta sentir fatiga, le deje toda la verga metida pudiendo sentir los guiños prácticamente sobre mis bolas, cuando reinicie a clavarla sentía que soltaba algo de húmedo dejando mojada mi verga y mis testículos, seguí dándole verga largo rato y de tanta excitación que experimentaba saqué mi verga y me hice para atrás, le abrí la vulva y acerque mi nariz no percibiendo ningún olor feo aparte de clásico olor a orina, así que sin asco me puse a lamerle su raja y darle lengua.
El sabor que experimentaba era baboso y salado con algo olor a orina pero muy sutil, seguí dándole lengua otro tanto, luego oriente bien mi verga y volví a ensartarla toda, seguí clavándola sintiendo lo caliente de esa rica vulva, estaba tan descontrolado y emocionado que mi verga se puso más dura de los normal, se la mande hasta el fondo y me aferré a la burra hasta que exploto más de seis meses de abstinencia dentro de esa rica vulva, me quede pegado a las ancas de la burra hasta que me pasaron los espasmos eyaculatorios y me relajé de semejante orgasmo.
Al rato saqué mi verga toda flácida de la raja de la burra, la cual abrió las patas elevo el rabo e inicio a chorrear semen en la medida que hacía guiños, luego inició a soltar algunos diminutos chorritos de orina y me percaté que la burra iba a orinar en pleno, como pude me le ubique en las ancas y acerque mi verga toda flácida contra la raja, como a los dos minutos fue soltando un chorrete de orina bien caliente y muy olorosa sobre mi verga, sentía como si me quemara por lo caliente que estaba, yo tengo esa debilidad y cada vez que puedo sin importar la especia me gusta que me orinen la verga así me moje las piernas, la lluvia dorada es mi debilidad, cuando la burra finalizo me retiré y me lave bien de la cintura para abajo, así mismo limpie bien a la burra, a eso de las cuatro la madrugada antes de regresarla al potrero le metí otra buena clavada, al dejarla en el potrero regresé totalmente satisfecho a mi finca y esperé que aclarara el día.
A eso de las seis de la mañana estaba sacando las ovejas de los corrales, pero había una oveja ya vieja que tenía una vulva muy hinchada y estaba en celo, conseguí una cuerda me la llevé para dentro de la casa, una vez adentro rápidamente empecé a acariciar su vulva la cual estaba muy calientita.
Empecé a meter mis dedos entre la vulva notando que estaba receptiva y lubricaba bastante, sin más seguí dedeando a la oveja en la medida que ésta se echaba hacia atrás, poco a poco le hundí sin ninguna dificultad dos dedos dentro de su raja.
Al rato pude sentir lo dilatada que estaba, me desabroché el pantalón y casi al instante tenía la verga muy dura pidiendo más carne, esta oveja la tengo acostumbrada por eso no molestó nada, me puse de rodillas detrás de ella y como pude introduje la cabeza de mi verga, luego la agarré por las caderas, sin dificultad algún la fui clavando de a pocos, sentía como mi verga entraba lentamente hasta quedar clavada en su totalidad, con todo el placer que estaba disfrutando inicie a culiarla lo más rápido que pude el placer era un mayor sentir como la cabeza de mi verga se abría paso y recorría toda esa rica caverna, su interior estaba tan caliente y húmedo que facilitaba todo.
La oveja literalmente por momentos culiaba sola tragándose los 15 cm de verga que tengo, cada vez que se lo unida ella misma también empujaba, empecé a meter y sacar rápidamente para acelerar el orgasmo, si embargo note como su vulva se había dilatado tanto que mi verga la clavaba sin problemas, para mí era la gloria, seguí bombeando cada vez más rápido escuchando el chapoteo de mi verga cuando atrapaba aire, hice unas embestidas con todas mis fuerzas que no me aguante más y arroje los pocos vestigios de semen dentro de la vulva, como no quería terminar le mantuve buen rato la verga hasta el fondo, me quede pegado a ella como si fuera un perro con la perra hasta que mi pene se empezó a encoger y paulatinamente fue saliendo solo, cuando lo saque del todo tenía la vulva exageradamente grande y enrojecida, le goteaba orina y semen, luego me subi la ropa interior me abroche el pantalón y desate la borrega, completamente extenuado saque a mi segunda hembra del día para el potrero,
En horas de la noche del Domingo y antes que llegarán el cuidandero y su familia me cogí a la oveja otra vez.
Espero les haya gustado mi narración, a todo aquel que requiera de alguna orientación en cuanto a penetraciones de hembras, puedo enseñar a penetrar todo tipo de hembra domestica incluso gallinas pues con ellas me inicie a los 10 años y hoy 17 años después aun las penetro, muchos saludos.
JUCATOVE884
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