EXPERIENCIA CON PERRO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por zoohot.
Mi primera experiencia fue a los 17 años. Teníamos un perro macho, cruza (sin raza específica) pelo muy corto (tipo doberman), lo llamamos TONY. Siempre fue muy manso y muy apegado a mi. Cuando Tony desarrolló su sexualidad, estando solos, me animé a masturbarlo con mis manos, se excitaba mucho y eyaculaba abundantemente.
Yo lo hacía también, al mismo tiempo. Noté que se dejaba dominar por mí, no se ponía agresivo. Llegué a masturbarlo muchas veces por día. Estaba tentado de llegar a más con él. Un dia lo hice más completo, me desnudé y con una buena erección lo tomé de atrás apoyando mi verga en su ano, poniéndola después entre sus piernas frotando sus testículos, y pasando la mano por adelante lo masturbé mientras me frotaba. Llegamos los dos asi. Pero otra vez quise más, empecé de ese modo pero en un punto de mucha excitación lubriqué su ano con mucha vaselina líquida, introduciendo mi dedo para dilatarlo y ví que Tony se sometía.
Ya muy excitado, lubriqué también mi verga y se la introduje en el ano, primero el glande y clavé un poco más. El gritó un poco, pero al sentirse ya penetrado, comenzó a hacer contracciones y me fue llevando mi pene dentro de si, hasta que quedó completamente penetrado. Yo tenía toda mi verga dentro de él, que apretaba mucho. Comencé a hacer movimientos de bombeo, movía mi cadera en forma circular, también arriba y abajo, bien sostenido con mis manos tomando sus patas traseras. Vi que Tony gozaba, porque sin que lo masturbe acabó solo.
Cuando acababa, la presión que hacia en mi verga era tremenda, me excitó tanto que eyaculé, lo colmé con mi semen. Retiré mi verga con mucho cuidado, para no lastimarlo, y enseguida me higienicé. Fue un placer enorme, increíble. El quedó bien, lamiéndose el ano y sin demostrar ninguna molestia. Fue tan placentero que lo repetí muchas veces más, siempre que estabamos solos, incluso en distintas posiciones.
Para mi fue una experiencia de placer maravillosa, pero salvo con él nunca volví a hacerlo en mi vida, lo consideré una picardía sexual de adolescente. Pero en esta altura de mi vida, sigo fantaseando con aquella vivencia y deseo repetirla nuevamente.
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