FANTASÍA CUMPLIDA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jucatove1968.
El fin de semana del 30 de junio estaba completamente solo en la finca y en horas de la noche me conecté a la red, me puse a ver paginas porno y algunas de zoofilia, buscar uno que otro relato, hasta que en un chat abierto logré contactar a otro internauta que también goza de la fortuna de clavar hembras animales, intercambiamos experiencias por buen rato logrando despertar un apetito voraz por penetrar alguna de mis hembras, pero tenía demasiado sueño y estaba rendido por las actividades diarias, a eso de once de la noche me acosté y a las tres de la madrugada me desperté con la verga bien dura y ganas de orinar, me levanté salí al patio y traté de evacuar, me resulto prácticamente imposible pues solamente soltaba alguna que otra gota, así que se me vino a la mente ir a los corrales o las porquerizas y clavar alguna hembra para calmar esos deseos provocados horas antes y darle de comer al hambriento.
Con linterna en mano y un tarrito de aceite para bebes fui al corral de las cerdas, pero había mucha plasta de mierda, además las cerdas tenían muy sucias sus vulvas, luego me desplace donde están las becerras y allá estaba mucho más limpio, con una manguera a presión saqué los pocos excrementos que había e hice levantar las becerras que estaban echadas, les alumbre la raja seleccionando a una colorada, la asee y me dispuse a sacar toda esa energía acumulada.
Sin embargo, a ella misma semanas anteriores ya la había clavado con algo de problema, bajé las sogas y me llevé a la colorada hacia un rincón, la acomodé en la compuerta para evitar que se moviera, sin más preámbulos aceité bien su entrada luego mi verga, acerque un madero para apoyarme, coloque la linterna en mi boca para alumbrar, me quité la pantaloneta y me acomodé en sus ancas, introduje mis dedos provocando algo de molestia en el animal, a sabiendas que no tenía espacio para moverse
Me coloque en posición abrí su vulva acomodando bien la cabeza de mi verga y sin más inicie a enterrársela hasta que llegó su protuberancia contra mis bolas, el animal se arqueaba y elevaba el rabo al tiempo que recibía varias contracciones, yo me agarre de la compuerta y baranda empujando hacia adelante, se lo sacaba para mandarlo con todas mis fuerzas produciendo unos sonidos muy fuertes como pedos, trato de molestar en varias oportunidades pero me valí de mi experiencia para permanecer clavándola todo el tiempo, en la medida que empujaba hacia atrás yo la sostenía hacia adelante, estaba muy caliente, sus cálidas y suaves paredes trataban de cerrar el paso a la cabeza de mi verga pero le resultó inútil, estaba tan excitado que no me pude controlar y como a los cuatro minutos comencé a subir el ritmo hasta que no pude más, me aferré con todas mis fuerzas y la penetré hasta las bolas
Luego me llegaron unos temblores que me estremecía todo, mi respiración rompía el silencio de la madrugada, sentía como expulsaba copiosamente mi leche dentro de esa generosa vulva, un minuto más todo había pasado, recordé que alguna vez otro amigazoo me había comentado que se podía orinar dentro de la vulva, trate de hacerlo pero me fue prácticamente imposible (creo que es mentira), simplemente no salió nada, así que lo saque todo y por fin inicio a salir el chorro, lo retuve un poco, prendí la linterna en mi boca a su vez le abrí la raja acercando la cabeza de mi verga e inicie a soltar el chorro con todas mis fuerzas, la becerra se encorvó como si estuviera orinando de vez en cuando trataba de clavarla pero se interrumpía la orina; además no lo lograba, al finalizar de orinar mi verga estaba un poco flácida pero presentaba una diminuta rigidez, así que con mis dedos se la fui metiendo logrando enterrársela unos centímetros en esa rica raja, mi propósito era lograr otra erección pero no se pudo, estuve así un buen rato, en esas la becerra se encorvó e inicio a soltar un chorrete de orina que por momentos parecía quemarme la verga, parte del abdomen, mis piernas, esa orina me escurrió por las bolas, que lujuria tan rica y que experiencia tan placentera, me llegaba ese olor tan excitante a sexo, cuando finalizó traté de clavarla pero no estaba bien tieso, más bien solté al animal y me dio risa verla ir donde estaban las otras con el rabo levantado, caminando patiabierta y esa chocha toda mojada.
A las 3 y 40 de la madrugada de regreso a la casa pasaba frente a las marraneras, cuando se me vinieron esos recuerdos del placer que se siente penetrar cerdas, me hizo regresar por la manguera para lavar bien las cocheras con agua y creolina, actividad que hice lo más rápido posible, luego con agua revuelta con ambientador y un trapo limpie las tres cerdas que hay en el momento, todas están de 11 meses promedio y totalmente desarrolladas; es decir que pesan màs de 100 kilos, la ventaja es que no las he castrado y ya saben porqué, para evitar que molestaran les eche concentrado, en la medida que se alimentaban inicie a meterle los dedos, dos de ellas no molestaron mientras la tercera bujo muy duro, si bien yo he practicado solamente tres zoorgías en mi vida, pues una más no me cae nada mal, para ese momento estaba iniciando entiesarse mi verga, con mucho cuidado le aceité la raja a las tres y le fui dando dedo sobre todo a las que no protestaron, la otra molestó pero al final se dejó, así que poco a poco fui domándola en la medida que me le recostaba, le acomodé la verga y se la fui presionando y poco a poco le enterraba la sola cabeza, sin más la tome por los lados y se la mande toda sintiendo como me pegaba unos apretones hasta incomodos, la cerda pego un bugido muy fuerte, corcoveo e iba volteándose para trompearme, me retire prácticamente corriendo, con un laso la pase a otro corral y me quedé con las otras dos, tomé a una de ellas de la misma manera mientras le rascaba la panza, me fui deslizando por encima hasta lograr acercar bien mi verga a su vulva, cuando sentí que me la frotaba en mi glande simplemente con mis dedos se la acomodé bien en la entrada y podía sentir como iba penetrando suavemente hasta que sus ancas se trancaban entre mis piernas, la cerda hacia enviones en la medida que me acariciaba la verga con apretones placenteros en la base de mi pene y por momentos daba la sensación que los prolongaba por todo el pene, yo le respondía rascando suavemente su lomo y le bombeaba bien espacio para no asustarla.
Se lo saqué y me pasé a la otra cerda, de la misma manera me le recosté hasta acomodar mi verga en la entrada de su vulva e inicia a presionar logrando penetrarla algo más de la mitad, ella alcanzó a molestar, pero con las manos la rascaba por los lados, más bien seguía comiendo, de un momento a otro percibí como si se dilatara permitiendo una penetración bien profunda, pero curiosamente no tenía contracciones y menos aún no me ayudaba a bombear, seguí otro rato clavándola con movimientos algo acelerados, la cerda seguía inmóvil que aparte de la clavada que es en si placentera no era lo que yo había experimentado.
Se lo saqué y me pasé a la que me producía más placer, me le recosté nuevamente y con el solo hecho de acomodar mi verga en su raja pude sentir que hacía presión hacia atrás en la medida que la iba penetrando, que sensación tan relajante sentir sus deliciosas contracciones, es sentir como si me la estuviera succionando, cada vez que roncaba la vulva le vibraba y por ende me hacía perder la noción del tiempo, inicie a bombear a un ritmo normal en la medida que ella también me correspondía y se dilataba cada vez más, estaba un poco fatigado por estar casi en cuclillas así que opté penetrarla toda y recostarme sobre ella tratando de aflojar el peso en mis piernas, que sensación tan rica, al rato retome alientos e inicie a culiarmela con bastantes vaivenes, cuando supe que era el final la clave toda, me le recosté y me sostuve sobre ella, sentí el primer bombazo, segundo, tercero muy violentos y rápidos a partir fueron disminuyendo en intensidad, justo ahí se lo saqué y me pasé a la segunda, como la segunda no molestó me le recosté e inicie a clavarla para que sintiera mis ultimas contracciones, le hundí la cabeza de la verga pudiendo sentir una sensación diferente y rara, el apretón de un anillo por todo el pene que me causó curiosidad y así continuó todo el tiempo, no molestó para nada lo cual se mi hizo extraño, sin embargo lo único que deseaba era otro poquito de placer y me iba, cuando todo pasó me di cuenta que me había escachado y la había clavado en el ano, como nunca me ha gustado ese tipo de penetraciones lo saqué inmediatamente, aunque no hubo olores fétidos me causo mucho asco y ahora que por primera vez experimento eso, no me gustó nada y no lo recomiendo, se preguntarán que se siente? Mucho menos placer que en una vulva animal.
Muchos abrazos de amistad a todos.
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