Fin de semana de sexo y más sexo
Cuando las oportunidades se presentan es imposible dejarlas pasar.
Hola a toda la comunidad, en mi anterior narración les comenté la manera como clave dos gallinas y dos piscas una vez me encontraba solo en la finca (así se le dice acá en Colombia) Sin embargo, desde hacía unos días me rondaba por la cabeza la idea de meterle una clavada a una becerra negra de seis meses, cuando la sacábamos por las mañanas me encantaba verla orinar, verla hacer esos apretones con la vulva cuando terminaba, meterme al corral y cada que podía le tocaba la vulva, se la apretaba tratando de meterle mis dedos, poco se iba acostumbrando y casi no molestaba. Después de la clavada a mis aves, durante el día hice las actividades normales, por la tarde encerré animales en los respectivos corrales, me fui al corral donde estaba la becerra conseguí unas cuerdas para maniatarla, cuando la vi, por instinto inicié a sentir una parola bien intensa, así que la llevé lo más rápido que pude para dentro de la casa, en el cuarto de herramientas la até a un estante y le maniaté sus patas, me quite la pantaloneta y pantaloncillos, enseguida me unté un retardante en la verga y alisté aceite para bebes, como ya no podía molestar, me acerque a esa negra vulva bien carnosa, se la abrí un poco y miraba por dentro toda rojita y bien jugosa, ella apretaba con el rabo a no dejarse, pero como yo no retiraba mi mano podía sentir que estaba temblorosa, para entonces estaba demasiado excitado, quería clavarla de una, se me subió las hormonas a la cabeza que no aguante más y luego de ponerme aceite en la verga, abrí la vulva y le acomodé la verga en la entrada, luego la agarré por las ancas sujetando el rabo, y se la empecé a meter suavemente, podía percibir que estaba estrecha, así que empezó a tratar de moverse pero no podía, hubo varias veces que me lo hacía sacar, hasta que luego de batallar un rato, le acomodé la verga y se la fui ensartando en la medida que la becerra se arqueaba tratando de no dejarse, en una de esas la becerra se echó hacia atrás con fuerza que llegó esa rica vulva contra mis bolas, la becerra se arqueaba y trataba de irse pero seguía pegado detrás de ella y no dejé que mi pene se saliera, cuando se trató de calmar me la comencé a culiar con un mete y saca rítmico, que delicia sentir esa suavidad y ese calor agradable, sensación indescriptible, no me cambiaba por nadie porque la becerra no había tenido macho, cuando le dejaba la verga hasta el fondo sentía muchas contracciones lo cual me producía muchísimo placer indescriptible, duramos bastante rato clavados, se lo sacaba hasta la entrada y la ensartaba lentamente una y otra vez, de un momento a otro no aguanté más ya estaba que me venía, la agarré bien de las ancas ya aceleré el mete y saca hasta que no pude más, la ensarté con todas mis ganas y en ese instante me vine dentro de la becerra, que delicia y placer, estaba literalmente temblando de placer, la becerra trato de correr pero no pudo, la contuve hasta el último espasmo eyaculatorio, cuando pasó todo, le fui sacando la verga que al finalizar vi cómo le salía semen con algunas manchas de sangre, le escurría vulva abajo y luego por las corvas de animal, mi verga tenía bastante pelo negro, manchas de sangre revuelta con semen y algo de orina que alcanzó a botar cuando la tenía clavada, ya cansado me vestí, lleve la becerra al corral y me a descansar, al rato que me fui a bañar tenia la verga toda adolorida, pegajosa y olía a orines de vaca, de todas maneras eso me excita bastante y me gusta percibir esos olores.
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