gay folla boxer toro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy chico gay y más puta que las gallinas.Me inicié en la zoofilia a los 14 años tras leer un libro de sexualidad masculina, habia una sección de zoofilia y me masturbaba leyendo los relatos, era mi sección preferida.
He experimentado zoofilia en muchas ocasiones a lo largo de mi vida y cada que pueda lo repito, estoy enganchado!
Fui a trabajar con unas amigas a un complejo turístico, allí nos daban alojamiento, era un complejo de dúplex rodeado por un gran jardin.
Cuando llegamos 2 chicas y yo al abrir la verja el propietario salio un enorme perro boxer macho con un pedazo de cabeza de toro bravo que yo me puse detras de ellas aterrorizado de semejante bicharraco. Se llamaba Tyron.
El dueño dijo a no tranquilos no os hará nada, solo acariciarlo y será vuestro protector.
El viajaba constantemente y el perro cuidaba el complejo, 2 veces a la semana venia un sobrino por la mañana a reponerle agua y comida.
El gran boxer estaba suelto por el jardín a sus anchas, tan pronto nos instalamos venia a conocernos y a marcar con orin nuestra pequeña terraza que daba al jardin.
Cada día nos meaba la pared, el macho alfa decía esta es mi propiedad, mi territorio y mis dominios, aquí mandó yo!
Todas las noches al entrar metíamos la mano dentro de la verja para abrirla y alli estaba esperando y nos lamia la mano.
Una noche mis compañeras salieron de marcha y yo decidí no salír, así que me quede sólo tomándome un gin tonic en la terraza del apartamento, cuando de repente apareció el boxer.
Tenia la cara de vicio la lengua colgando y no paraba de jadear, eso me puso muy calentón y con el colocon de la copa perdi el miedo.
Llame al perro Tyron y empeze a magrearlo con todo el descaro, nos miramos ambos y queríamos lo mismo Follar!
Mire su capullo y en todo ese forro de piel le colgaba un buen cipote, lo acaricie y note una buena tranca caliente.
Fui a la nevera y cogí un tarro de mermelada de mi compi, salí del dúplex y me dirigí al fondo del jardín, allí debajo de unos árboles había un cobertizo.
Mi macho me seguia detrás como impaciente por lo que iba a pasar, nos metimos dentro y yo me quede hacia la salida con la puerta entreabierta lo justo para que entrara algo de luz.
El boxer estaba excitadisimo y yo caliente como perra en celo,
le di a probar la mermelada en mis dedos que cosquillas, y me baje mi unica prenda un short.
Me unte generosamente mi capullo y huevos y Tyron los lamia con locura, todo empalmado me unte mermelada por mis cachetes del culo y más cantidad por la raja.
Tyron lamia frenéticamente y pude ver la punta de su vergota que ya se asomaba, comenze a sobarle y este comenzó a bombear.
Yo tirado a 4 patas y bien espatarrado me coloqué las pexuñotas del gigantón y empezó a empujar hasta que con una alzada mia entró su verga.
Dios entre el alcohol y el vaivén del perro estaba en el 7 cielo de lujuria. Mi culo se tragaba esa pedazo de polla.
En el cobertizo sólo se escuchaba los chasquidos de leche en mi culo, el jadear de Tyron y mis gemidos de placer.
Mi culito se tragaba toda esa pollaza y su bola se hincho hasta tenerme aprisionado.
Se corrió dentro como 25mts mientras yo me pajeaba 3 veces.
Se descolgó y me mojo de leche todas las piernas. Me dio unos buenos lametazos en mi culo.
Lamio su pene y se fue a su caseta y yo a mi cama, por la mañana tenía las sabanas llenas de leche de Tyron.
Mi compañera pregunto por la mermelada, le dije qué calló al suelo y rompió pero qué ya le compraría yo un bote más grande como recompensa. Obviamente para Tyron y yo seguir visitando el folladero del cobertizo!
Rodi
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