GAY Y PRIMERA EXPERIENCIA CON BOXER. REAL
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ZOOCURIOSO.
Boty no era el perro de mis sueños, no era más que un bulgar boxer canela de 2 años, propiedad de un amigo. Mis fantasias al respecto siempre andaban alrededor de un gran danes enorme con un pene fascitante…pero no, por cosas de la vida no podia hacerme con un perro, y menos un gran danes. Pero el caso es que asi fue, y doy las gracias a la vida cada dia por darme esa oportunidad. Una oportunidad que llevaba dos o tres años esperando.
En mis fantasias siempre soñaba en tener una casa enorme, alejada del mundanal ruido de la ciudad, con bosques y todo eso. Sin nadie a kilometros que pudiera perturbar el calido latir de una polla perruna en mis adentros. En cualquier caso no era mas que una fantasia. Tonta, porque sabia que no iba a ser nunca asi, que seria algo mas banal.
Pero no tuvo nada de banal la primera vez que lleve a cabo mi fantasia. Fue una mezcla de sentimientos. Morbo, deseo, locura, asco de mi mismo, lujuria, descontrol, placer….mucho placer. Soy un hombre gay, con amplia experiencia con hombres. Dicen que apuesto. El caso es que esto desbarata la opinion extendida de que este vicio es algo propio de desesperados o de gente sin oportunidades sexuales que se ve aferrada a un hierro ardiente.
No es mi caso. Quizas sea el caso de un gay vicioso, perverso, todo lo que quieras, pero me daba morbo chuparsela a un perro y sentir el rabo por el ojete. Asi, sin mas. Ni siquiera adoro a los animales. Era una mezcla de morbo por traspasar los limites y cambiar, probar algo nuevo.
El caso es que se me dio la oportunidad. Ni siquiera era algo que me obsesionara. Pensaba en ello, pero no hubiera cambiado ni una coma de mi vida convencional por llevar a cabo la fantasia. Pero surgio. Como surgen las mejores y peores cosas y momentos de la vida…asi, surgio sin mas.
Mi amigo Jose tenia un boxer, precioso, todo hay que decirlo. Ademas es un encanto de perro. Nunca lo vi malhumorado, ni un gruñido, ni nada….un perro con cara de malo, y alma de angel.
Jose tuvo que irse de viaje a sevilla. Y esto fue el mes de agosto. No sabia que hacer con el perro, y en estas que me lo comento en una terraza tomando algo, vi la oportunidad y zas, se lo solte. Le dije que estaba pensando en comprar un perro, y que si me lo dejaba las dos semanas que iba a estar fuera, era una oportunidad para saber si era o no una buena idea, pues mi piso, por desgracia, no es tan grande ni con terraza como el suyo. Y Jose acepto.
Bueno, lo que sigue y lo que antecede, quiero que os quede bien claro que es real.
Jose me trajo un viernes a Boty. Era pronto, de mañana, pues el cogia el avion a Sevilla por la tarde. Estuvimos paseando un rato los tres. Casi no podia mantener la mente clara y la conversacion con Jose se me antojaba una paliza que debia aguantar antes de la recompensa. Estaba deseando quedarme a solas con aquel macho de boxer. Ya lo tenia todo planeado. Me habia hecho un guion de lo que queria hacer con el boxer.
Le dije a Jose que estaba cansado, que no habia dormido bien la noche anterior y que necesitaba echar una siesta,pues el calor y las vacaciones invitaban a ello. Pero era mentira, mi sangre hervia de ansias, de dudas, de deseo. No sabia si seria capaz, no sabia si me gustaria o no, si el perro responderia….y me temia que me iba a tener que hacer cargo del perro por dos semanas sin siquiera gustarme los perros.
Pero no. Y como se dice, todo tiene un momento, y lo que tiene que pasar, pasa. Y asi fue. Es noche cerrada ya de agosto, puse el aire acondicionado a toda fuerza. No queria que nada estropeara el polvo mas morboso de mi vida; y pase a la accion.
Lei por algun foro que lo mejor era que el perro se familiarizase conmigo. Pero eso ya era una realidad. Boty me conocia desde que era un cachorro. Dia si y dia tambien estaba en casa de mi amigo. Asi que un paso que me ahorraba
Se me ocurrio que seria una buena idea lavarle y opte por meterlo en la bañera para asi asegurarme de que nada iba a estropear esa noche, pues tengo que confesar que ese olor fuerte de perro sucio me resulta asqueroso. Con decir que lo enjabone tres veces, y la ultima con champu humano, queda claro que quedo como los chorros del oro.
En la bañera aproveche para ir acariciandolo, besarle el cogote. Y reconozco que aunque no soy un fan de los animales, su serenidad, graciosa manera de recibir mis caricias y la lujuria del momento, despertaron en mi una ternura que no habia conseguido ni cuando era un cachorro. Mi alma y mi carne se abrian para aquel macho musculoso y potente que tenia en la bañera. Le tocaba el prepucio y a veces queria creer que veia el principio de aquella barra de carne que me iba a dar tanto placer…pero no era asi. Asi que me puse manos a la obra y le ayude. Por primera vez palpaba el pene de un perro, pues siempre que habiamos coincidido en casa de mi amigo Jose, me habia echado atras en hacer ninguna tonteria con el perro, aunque ardia de ganas de hacerlo.
Que delicia. Que deseo escondido en mis adentros por tanto tiempo. Ahora era mi dia. Y aunque no era el gran danes de mis fantasias, reconozco que Boty era un macho que me hacia vibrar de emocion y libido. Era un perro mediano grande, sin grandes pretensiones pero musculado, con un aspecto limpio y liso, joven, fuerte, simpatico. Era ahora o nunca. Y fue ahora.
Lo saque de la bañera y lo seque. Aunque no fue muy dificil con el calor remanente de una noche de agosto y el aire acondicionado en el salon. Y sin mas me dispuse a la faena.
Una vez en el salon, me acerque a el, jugueteamos un rato con una bola de goma que me habia prestado Jose para jugar con el perro en el parque. Y de vez en cuando le acariciaba sus partes para estudiar su reaccion y alimentar mi lujuria al mismo tiempo. Y surtio efecto. No pense que seria tan facil y me dio por pensar mal en Jose, su dueño. Habia escuchado en los foros que no era tan facil excitar a un perro, y no fue el caso.
Boty iba respondiendo perfectamente sincronizado cada centimetro de su pene que se dejaba ver fuera del prepucio con el latir de la sangre en mis mejillas por el calor y la excitacion. No era rosa, era rojo vivo, palpitante, caliente, venoso, diferente a cualquier pene humano que haya visto. No tenia glande, era todo un cilindro que se ensanchaba en el medio como una columna griega clasica. Y delante de la barra una pequeña protuberancia que se me antojaba super morbosa, justo al lado de la uretra. Y note que el perro jadeaba y se quedaba quieto, como curioso por mis caricias en esa parte de su cuerpo inexplorada por nadie. Me miraba, parpadeaba, sacaba la lengua y desviaba la mirada, como dandome alas en mi accion.
Y por fin lo veia. Tenia ante mis ojos aquel bulto en la base del pene, el nudo del que tanto habia leido. Mi mente me martilleaba, no sabia como proceder, no sabia como controlar mis manos para no lastimarlo y fracasar, y la sangre se me helaba en la cabeza y me hervia en las arterias. Asi que le hice subir al sofa, para estar mas comodo y poder disfrutar de la mamada que le iba a pegar. No iba a escatimar tiempo, tenia toda la noche si era necesario, para disfrutar de esa fantasia. Decidi ir poco a poco. Y asi lo hice.
Una bomba estallo en mi cabeza cuando me puse debajo de Boty en el sofa y casi sentia el calor de su pollon en mi frente. Era carne viva, rugiente de deseo tambien el, se le notaba la juventud y que no la habia metido en caliente jamas. Su polla rezumaba gotas que sabia eran presemen. No me atrevi a tragarlas, aunque me caian cerca de la nariz y boca. No queria que un olor o sabor fuerte detrumbaran mi morbo. Tenia que salir todo perfecto.
Me ensalive bien las manos y le agarre el trabuco, que por cierto note super caliente. Y recorde que los perros tienen una temperatura corporal normal de 42 grados. Y me supo un tacto cautivador. Ver esa polla preciosa, palmitante ante mis ojos y en mis manos. Tantos años soñando con ese momento y ahora era un hecho. No queria que pasara el tiempo. No le iba a dejar descansar en muchas horas. Me debia un favor por cuidarle quince dias, y yo me lo iba a cobrar en especias.
Y no lo pense mas, o lo hacia o no….y abri la boca y me acerque muy lentamente, como queriendo autoinfligirme una demora para alzar mas mi deseo. Muy poco a poco, tumbado en el sofa, con el animal encima de pie, su polla en mis manos y las gotas de presemen cayendome en la cara. No podia ser mas feliz ni aunque me tocara la loteria. Era la loteria de la carne la que me habia tocado haciendome cargo de ese animal musculoso y pollon durante dos semanas. Y su glande o lo que fuera aquella protuberancia en la cabeza del pene, se me aparecio mas grande aun, mas carnal, con sus irregularidades, su color casi morado inyectado de sangre, sus venas y venitas, sus gotas de leche, y palpitante, casi como un reloj en perfecta armonia con mi corazon.
Sabia que recordaria toda mi vida ese momento, y no tenia prisa, habiendo esperado tanto tiempo ya. Y lo hice, sin pausa pero sin prisa. Meti aquel trozo de carne entre mis labios. Y no, no me dio asco. Casi me desmayo del morbo. Tenia que hacer un esfuerzo por no arrancarsela de un mordisco por el deseo contenido que tenia dentro mio. Mi cabeza no podia pensar, solo era yo y mi carne, disfrutando ese maravilloso bocado. Solo podia engullir hasta la mitad del rabazo, pero no importaba, tenia carne de sobra para dar rienda suelta a mi perversa y lujuriosa boca.
No era solo el tacto, jugaban todos los sentidos….y los sinsentidos tambien. Me hubieran pinchado y no hubiese sangrado. Era un monolito de sangre congelada por el morbo y una cabeza que me iba a estallar por el ansia de tragar mas y mas carne de su polla canina.
Aquel macho me volvia loco ya, no habia tiempo ni espacio. El mundo se derrumbaba a mis pies, caia un meteorito gigante en la Tierra, y todos y todo se iba a la mierda, pero yo no me despegaria ya de ese macho, de su calor, de su sabor. Y seguia y seguia, y no podia parar. Era capaz de suicidarme si se le bajaba la polla y me dejaba a medias. Queria disfrutar de aquel regusto amargo y embriagador durante horas. Y Boty se porto como se esperaba de un perro joven y potente.
Su polla entraba y salia de mi garganta sin dificultad, y aprovechaba para acariciarle los huevos, las patas cortas pero fuertes, el cuello duro y arqueado. Mi mundo ahora giraba en palpar cada centimetro de su polla con mi boca, labios y lengua. No era capaz de asimilar tanta felicidad. Y su polla seguia dura. Y se le empezaron a escapar chorros de leche, leche que se me antojo deliciosa, dulce aunque no lo era, turbadora. El descontrol y locura del momento no me permitieron ver que Boty queria sacar su deliciosa polla de mi boca, pero le acaricie la cara y volvio a portarse como debia. Mis fantasmas habian desaparecido y Boty estaba dispuesto a darme lo que mas necesitaba.
Y no me cansaba de su carne, de su olor y de su leche. Y para el que lo haya probado sabe de lo que estoy hablando. Esa leche me parecio deliciosa, y habia pensado alguna vez que el asco destrozaria en mil pedazos mi fantasia si algun dia lo realizaba. Pero no fue asi, la enriquecio…enriquecio mi mente por el morbo y mi cuerpo por sus proteinas y azucares que me sabian a ambrosia.
Notaba cada recobeco, pliegue y arruga de su polla en mis labios. No podia cansarme. Y mientras sus cojones casi me golpeaban en la barbilla, mi lengua recorria su nudo. No podia creer que toda esa carne cabia en su prepucio, pero asi era para mi satisfaccion. Y no deseaba que me penetrara, solo deseaba impregnarme de aquella polla, en cuerpo y alma, recordar ese pene canino en mi boca sin siquiera cerrar los ojos, pues queria recordarlo todo, marcarlo a fuego en mi cerebro. Pajearme el resto de mi vida con ese recuerdo.
Y su polla empezo a incharse. Y lo entendi: Boty se lo estaba pasando igual o mejor que yo. Casi no me cabia en la boca, pues se le incho como un salami de esos gordos. Y entonces lo entendi tambien: Boty ya se habia corrido y aquello iba a durar poco. Mas no me importaba, tenia la boca y cara llena de leche de perro, mi lengua habia disfrutado con aquella carne casi violeta de la inchazon. Mi alma habia disfrutado tambien y mi mente estaria en paz. Habia sido el momento mas excitante de mi vida, y seguramente el ultimo de esa intensidad. Las siguientes mamdas a Boty seria maravillosas, pero sin poder igualar la sensacion de la primera vez con un macho canino y pollon como aquel.
Y como decia se le incho el pene, señal de que se habia corrido de gusto y chimpon, se habia acabado. Y yo no necesitaba mas, quede lleno y satisfecho. Pense que iba a necesitar mas esa noche, pero no. Me pajee tres veces despues de que Boty retirara su pene de mis labios y eso fue suficiente…por ahora.
Y lo que mas me gusto fue pajearme mientras acariciaba su pene semiflacido y relamia los ultimos estertores de leche que surgian de su polla.
La cabeza y el cuerpo me habia estallado por aquel volcan de placer. Y ahora necesitaba descansar, asimilar aquella experiencia, digerir los jugos de Boty y mi digerir su recuerdo en mi boca. Se me grabo aquella sensacion, y aunque he vuelto a repetir con el, aquel remanente de morbo, lujuria, deseo, asco, miedo de la primera vez no volvera a surgir en mi corazon. Pero no importa, yo siempre llevare ya su leche y su calor en mi cuerpo y con ello duermo y recuerdo.
Si alguien tiene perro grande o mediano en Barcelona, por favor, hagamelo saber y compartalo conmigo. Un abrazo.
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