Gozar con una perra por primera vez a los 26 años
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi cuñado es un hombre que gusta mucho de la caza, tien su escopeta, su carabina, ropa de tipo militar, botas y por supuesto una hermosa perra de caza a la que cuida y mima tanto como a su mujer, la perra es un animal de gran porte, muy bien cuidada y alimentada.
Aquel primer día, después de realizar todas las tareas, también atendí a la perra, dándole su comida y agua, es un animal muy cariñoso y amigable, muy juguetona, después que comio y tomo agua, me puse a juga con ella, como lo hacia con el perro que tenemos en casa, el animal se acostó en el suelo quedándose como para que yo le rascara la panza, cosa muy común en todos los canes.
Esa noche después de la cena, lavé los platos, limpié la cocina, me serví un trago y me quedé fumando un cigarrillo, mientas escuhaba música, era una noche muy calurosa y cuando ya era tarde me fuí al dormitorio, estaba cansado y me saque toda la ropa para darme una ducha, pero me recosté sobre la cama desnudo, como para relajarme, estaba con los ojos entrecerrados cuando siento que entró la perra, y se subió a la cama, estaba como excitada y me lamía la cara, como yo torcí la cara hacia un costado evitando su lengua mojada por mis mejillas, ella me lamió las axilas ya que yo estaba con mis manos puestas debajo de mi nuca, me sorprendío y me excitó eso, ella lamió mis tetillas y yo sentí que debía dejarla hacerme lo que ella quisiera, entregarme a esa hembra, luego olfateó mi pija y comenzó a lamerla con entusiasmo, bajó hacia mis pelotas y las lamió llenándomelas de su baba, entonces yo abri mis piernas y ella estiro su lengua hasta alcanzar mi culo y lo lamió, dejándome paralizado del placer.
Yo nunca había gozado de algo así y ya explotaba de ganas de culeármela, entonces me incorporé y la acoste como si fuera una mujer, la acaricié y fui bajando con mis manos hasta llegar a su concha, estaba muy caliente, se la acaricie largamente y después se la besé y le metí mi lengua sintiendo ese sabor a concha de hembra que tenía, se la lenguetie largamente y después le arrimé mi pija parada y comenzé a acariciarle esa vagina tan rica con la cabeza de mi verga, comenzé a metérsela despacio ¡Que placer mama mia, cuando le puse la cabeza y sentí que entraba en ella! segui empujando hasta que se la meti hasta los huevos ¡Que calentura que tenía yo! me parecía mentira que mis 23 cm. de pija estaban totalmente metidos en esa rica conchita.
Comenzé a culearla despacio queriendo prolongar ese placer nuevo para mi, ella gozaba tanto yo, escuche sus leves gemidos de placer de hembra que goza al ser penetrada por su macho, asi fui disfrutanto plenamente ese momento sublime de placer, hasta que quise llegar a lo máximo, aceleré el ritmo ya la cama crujia con el traqueteo, hasta que acabé, quedando rendido por un rato, después se la saqué y me fuí al baño a ducharme, cuando regresé al dormitorio ahí estaba ella, contenta y feliz esperándome, la abrazé y nos quedamos asi hasta que me dormí despetando al amanecer, y volvi a culearla, a la siesta la culie otra vez y por la noche también.
Había descubierto a los 26 años, que lo más rico es culear con una perra, pero no todo terminó en esos días en que estuve solo con ella culeando hasta quedar exhausto con mi nueva hembra, después llegó mi cuñado y eso es otra historia que contaré en otro relato, espero que me sigan, les gustará lo que viene.
Muy riico tu relato zoocio, sino, te fue difícil penetrarla seguro el cuñado le daba buena ración de verga también, talvés hubo alguna complicidad o sospecha cuenta a ver si se dio. Un trío