Jugando con mi perro.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Sebas..
No me gusta engañar a los lectores por lo que, nada es verdad, nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira, cada lector puede decidir cuáles son las partes ciertas y las de la imaginación, espero les guste.
Les diré de introducción que vivía solo con mi madre, ya que mi padre la dejo por otra por lo que ella tenia que trabajar para mantenerme, hasta los seis años me llevo a una guardería, al entrar a primaria una vecina le hacia el favor de ir por mi para llevarme a casa y me quedaba solo hasta las cinco que ella regresaba, solo los lunes, martes y viernes venia una señora a hacer la limpieza y cuidarme hasta que ella regresaba.
Al cumplir ocho años me compro un perrito labrador negro para que me hiciera compañía, con la condición que yo tenía que cuidarlo, darle comida, sacarlo a caminar y limpiar el patio trasero, le puse por nombre el negro.
A esa edad fue que por vergüenza ya no dejaba que mi mama me viera desnudo, solo en trusa cuando hacía mucho calor, pero no sabía él porque me gustaba estar enseñadle el pene a los amigos, también a veces al estar en la calle aun sin tener ganas de orinar me paraba en algún poste, árbol, barda solo para que alguien me viera la pija pues sentía unas cosas raras en la espalda y estomago.
Pasaron dos años en los cuales continúe dejando que a veces me vieran la pija, como muchos niño a los diez años me empezó a llamar más la atención el sexo, por lo que con los amigos hablábamos de eso y vi mi primer película porno, no tarde en descubrir lo rico que era a hacerme la paja, también empecé a darme cuenta que me gustaba ver a mis amigos más que a las amigas, por lo que al hacerme la paja me imaginaba hacer cosas con unos de ellos.
Los martes y jueves que no venia la señora a hacer la limpieza, al regresar de la escuela me quitaba el uniforme y me quedaba en trusa o desnudo hasta que sabía que no tardaba mi mama me ponía ropa para que no me encontrara así, un día al estar haciendo la tarea desnudo me tocándome la pija y bolas hasta que escuche el auto de mi mama por lo que rápido me puse la ropa.
Con el tiempo, después supe que al estar solo en casa me gustaba estas desnudo porque eso me excitaba por lo que se me ponía muy parada la pija, además de tener unas sensaciones muy ricas correr por el cuerpo al caminar por la casa así.
Al andar de caliente con la pija parada no tarde en perfeccionas mi manera de hacerme la paja al estármela tocando y jalándola para sentir rico, de caliente no tarde en descubrir que también se sentía rico cuando me tocaba las nalgas y picarme el ano con un dedo.
Algunos días me ponía mas excitado por lo que al acostarme me jalaba la pija y me metía un dedo, esperaba a que mi mama apagara la luz de su cuarto y me paraba a caminar por la casa a oscuras, el miedo que me encontrara desnudo haciéndome la paja hacia que sintiera cosas ricas correr por el cuerpo.
Ya con once años, un día al regresar del colegio me quite la ropa para andar desnudo, después de comer y hacer la tarea, me puse a jalar la pija y meterme un dedo al ano caminando dentro de la casa, esa vez estaba tan excitado que me atreví a salir así por primera vez al patio delantero, con el riesgo que algún vecino me viera, decidí salir también al patio trasero, al abrí la puerta y salí, mi perro el negro se acerco a mi oliendo la pija, gire para impedirlo pero olfateo y me lamio las nalgas, lo hice a un lado pero otra vez puso su hocico cerca de la pija oliéndola, antes de quitarme me lamio las bolas y pija sintiendo muy rico, pero me dio miedo que me fuera tirar una mordida y además alguna vecina o vecino podían ver, así que me metí a la casa, la pija punzaba apuntado al ombligo y bolas colgadas estaban mojadas con la baba del negro, me la agarre con toda la mano jalándola rápido mientras me metía un dedo al ano, por estar disfrutando de eso no me di cuenta de la hora, escuche el auto de mi mama, así que me puse rápido la ropa que dejaba en la sala cuando andaba desnudo, entro mi mama fui a saludarla y me senté a ver televisión, mientras sentía como la pija punzaba debajo de la trusa de lo dura que quedo, a veces ponía la mano sobre la ropa y me la sobaba , no paso mucho en sentir cosas muy ricas en la panza, pija y bolas al tiempo que sentía que salía algo mojando la trusa, al terminar creí me había orinado, fui al baño y al bajar la ropa vi que la trusa estaba mojada por un liquido trasparente algo espeso, sin saberlo tuve mi primer orgasmo por estar de caliente.
Después de ese día, al estar a solas en casa o ya de noche cuando mi mama dormía, me pegaba unas ricas pajas y me metía uno o dos dedo hasta que echaba fuera ese líquido para sentir rico, a veces estaba tan excitado que quería sentir otra vez la legua de mi perro pasando por las bolas y pija, pero me daba miedo que me la mordiera.
Un día regrese muy caliente de la escuela porque le había visto la pija parada a un amigo que me gustaba, me desnude desde que llegue y estuve pajeando y metiendo el dedo un rato, me puse muy excitado y con un poco de temor me atreví a dejar entrar al negro para ver si me hacía lo mismo del la otra vez.
Abrí la puerta de la cocina y de inmediato entro moviendo el rabo, olfateando la pija y bolas para después pasar la legua haciendo que me estremeciera por lo que sentí, lo tome con las dos manos la cabeza para quitarlo si intentaba morderme, pero el seguía pasando su gran lengua por las bolas y pija disfrutando, al darme cuenta que solo lamia atrevía a poner una mano en las nalgas para meterme un dedo al ano y moverlo dentro, no sé cuánto tiempo estuve así, pero el corazón me latía muy rápido y respiraba entre cortado sabiendo que estaba a punto de que me diera el orgasmo, continúe hasta que sentí las cosas ricas en la panza y pija, vi salía de la punta cuatro buenos chorros de ese liquido cayendo en el pecho y panza, el negro continuo lamiendo limpiando el liquido, al normalizarse la respiración y mi corazón me retire para sacarlo, pero al girar el negro empezó a lamerme las nalgas y ano sintiendo cosquillas y reí.
Tenía hambre, así que lo saque al patio para comer, estaba tan excitado que la pija se quedo muy parada mientras comía y hacia tarea, quería sentir otra vez la legua del negó pasando por las bolas y pija, pero ya era casi hora que mi mama regresaba así que me puse la ropa.
Mentí otras veces al negro para que me lamiera las bolas y pija hasta que terminaba por echar los líquidos seminales pues aun no me salía leche, algunos sábados aunque estaba mi mama me salía al patio trasero a jugar con el negro, me ponía en un lugar que no me viera, me bajar el short y trusa para que me lamiera las bolas y pija cuidado que no saliera mi mama.
Al ir creciendo cada vez me ponía más caliente por lo que por lo menos una vez a la semana hacia que el negro me lamiera las bolas y pija para echar fuera el liquido, porque sentía más rico que si solo me pajeaba, una de esas veces después que termine echando el liquido, estaba más excitado que otras veces, al querer sacar al perro me di cuenta que el negro estaba caliente pues se le había salido la punta picuda y roja de la pija, de caliente me senté a su lado y metí la mano bajo el agarrando su pija y empecé a movérsela, me reía al pensar que lo estaba pajeando, el negro se quedo quieto lamiéndome el cuerpo, poco a poco vi como le iba creciendo la pija dura y roja, con una mano lo acariciaba y la otra no dejaba de mover su pija, al estarle haciendo la paja el se movía como si estuviera montado en una perra, después de un rato vi como le salieron los chorros de leche dejando un charco bajo el, vi que era igual a la de algunos de mis amigos cuando nos hacíamos la paja, pero a ellos les salía muy poca, al terminar se separo echándose y lamiéndose la pija que se le veía muy grande con una bola, lo saque para limpiar y me puse a hacer la tarea.
Después de eso, una noche que me pajeaba decidí sentir la leche del negro sobre de mi cuerpo.
Espere el día que no venia la señora de la limpieza, estaba muy excitado pues todo el día pensé en sentir la leche del negro, entrando a casa ni subí a mi cuarto en la sala me quite el uniforme quedando desnudo con la pija muy parada, lo metí a la sala y deje que me lamiera las bolas y pija un poco mientras me mentía dos dedos al ano para sentir más rico, cuando vi que la punta de su pija empezaba a salir, me senté en el piso metí la mano para moverle la pija, el me lamia la cara y cuerpo, metí las piernas bajo su cuerpo para que quedara cerca de su pija, se empezó a mover como si estuviera con la perra, con la otra mano lo acariciaba pero a veces me agarraba la pija para darme unas jaladas, los perros terminan muy rápido por lo que no paso mucho en que vi salir los chorros de leche, sin soltarla dirigí la punta a mi cayendo calientita en el pecho abdomen pija y bolas, apenas termino se fue a echar y lamer su pija, yo estaba muy excitado, mirándome mojado con la leche, me recosté, agarre la pija jalándola rico y con la otra mano me untaba la leche en el cuerpo o metía el dedo en el ano hasta que eche fuera mis chorros del liquido, cuando termine y me recupera me pare a sacar al negro y me puse a limpiar el piso, la pija aun apuntado al ombligo pues seguía muy excitado por lo que hice.
Al otro día no pude hacer nada ya que estaba la señora de la limpieza, pero el sábado aunque estaba mi mama quería sentir otra vez la leche del negro, después de bañarme espere a que mi mama se metiera a bañar porque íbamos a salir, fui al patio trasero entre al cuarto donde estaba la lavadora, me quite la camisa y pantalón de mezclilla, me baje a medio muslo la trusa tipo bikini azul marino y deje que me lamiera la pija y bolas mientras yo me agache un poco para moverle la pija, no tardo en tener toda de fuera, por las otras veces sabía que no tardaba mucho en echar fuera la leche, así que me puse a su lado de rodillas sin parar de jalar la pija y el moviera su cuerpo a ritmo, con la otra mano me subí la trusa un poco para que la leche cayera dentro, cuando vi salir los chorros de leche metí la punta de la pija entre mis bolas y trusa sintiendo como la leche calientita me mojaba, cuando termino se fue a echar, me pare viendo como en la trusa se notaba la leche, me la subí dándome cuenta que estaba muy mojada y mojaría el pantalón, así que busque en la ropa limpia otra trusa y me la puse encima me termine de vestir y fui a la sala a esperar a mi mama, al sentirme mojado con la leche del negro en el auto sentando a lado de mi mama, sentía la pija punzar de lo dura que estaba, sin hacerme la paja por el movimiento del auto no tarde en sentir las cosas ricas y termine echando los chorros de liquido mojando mas la trusa, la pija se me quedo muy parada hasta que la trusa se seco.
Espere el siguiente el día que me quedaba solo, al regresar de la escuela me quite el uniforme quedando en trusa bikini blanca de tela delgada, metí al negro a la sala, me baje un poco la trusa para que lamiera las bolas y pija mientas me metía y sacaba el dedo del ano, ya más caliente le empecé a jalar la pija, cuando vi que ya se le había salido, me le puse de perrito frente a él que de inmediato me olfateo las nalgas y ano lamiendo, quería que me mojara la trusa así que lo fui acomodando y no tardo en montase en mi, le agarre la pija y la metí entre las piernas por debajo de la trusa, el negro se empezó a mover como si se lo hiciera a una perra, su pija caliente y húmeda se deslizaba entre los muslos y rosando el ano, bolas y pija pues pasaba hasta el frente empujando la trusa que la detenía, sentía muy rico lo que me hacía, después de un rato empecé a sentir su leche caliente mojándome las bolas pija y ano, al terminar se desmonto para lamerse la pija, me pare y subí la trusa estaba tan mojada que se pegaba a el cuerpo notándose la pija dura y entre las piernas escurría un poco de la leche por los muslos, baje un poco la trusa y me jale la pija rápido, al sentir que salía el liquido me pare frente al negro y le eche los choros sobre de su pija, que no tardo en lamer para tragarlos.
Me quede con la trusa mojada y la pija muy dura mientras comía y hacia tarea, me puse la ropa hasta que escuche que mi mama llegaba, en la noche antes de dormir me jale muy rica la pija y me metí el dedo al ano hasta sacarme otra vez el líquido por lo caliente que seguía.
De esa manera lo hice hasta que cumplí los doce años, mi el líquido trasparente cambio por los primeros chorros de leche, con más hormonas corriendo por mi cuerpo me ponía mucho más caliente, además mi preferencia sexual ya estaba decidida pues entraba a los baños de la escuela para ver las pijas de amigos y compañeros de escuela, por lo que un día que estuve mirándolos regrese a casa muy caliente sin saber lo que me iba a pasar con el negro.
Regrese a casa y como era día que no iba la señora a hacer limpieza decidí que el negro me mojara la trusa, me quite el uniforme y lo metí a la sala, como las otras veces me baje un poco la trusa para que me lamiera las bolas y pija y me metía el dedo al ano, esta vez me metía dos dedos a veces para sentir más rico, después le moví la pija al mirar que la punta ya estaba fuera me le puse, el ya sabía bien y se monto de inmediato, así que le agarre la pija y la metí entre las piernas y trusa, se empezó a mover rosando la pija en el ano, bolas y pija como las otras veces, esa vez me había puesto una trusa bikini negra mas chica de cuando tenía ocho años, por lo que con los movimientos se salía de debajo de la trusa y tenía que agarrarla para meterla otra vez entre los muslos, pero una de las veces que se salió al seguirse moviendo sentí como la puntita picaba los glúteos y ano, cuando la iba a agarrar para meterla debajo de la trusa abrir un poco más las piernas, en ese momento el negro se reacomodo poniéndose más pegado y sentí muy bien como entraba la punta al ano sintiendo un poco de dolor y trate de separarme, el negro apretó las patas que tenia sobre de la cintura encajando sus uñas, me movió otra vez pero sentí muy bien como entraba lentamente la pija a las tripas doliéndome más por lo que me queje, no le importo al negro siguió moviéndose y yo sintiendo como su pija entraba y salía del ano, aunque me seguía doliendo yo sentía cosas ricas en la panza y cuerpo, la pija me punzaba a cada rempujón de tripas que me daba, después de un rato empecé a sentir como las tripas se llenaban con la leche, cuando se desmonto se quedo parado a mi lado teniendo su pija dentro, me tenia abotonado con su rabo pegado a mis nalgas, me quise sacar la pija pero no salía estábamos pegados y me dolomía mucho, vi entre mis piernas como parte de su leche escurría por los muslos, me quede de rodillas pues no podía pararme y seguía sintiendo punzar su pija dentro de mí, en ese momento mi pija se quedo muy quieta apuntado al ombligo y vi salir siete buenos chorros de leche sintiendo muy rico, me tuve que esperar casi diez minutos antes de lograr sacarme la pija del negro, me pare para ir al baño a sacarme su leche de las tripas, pero me subí la trusa saque al negro y me quede con su leche dentro de mi recordado lo rico que sentí, mientras me jalaba la pija para sacarme más leche mojando la trusa, mientras comía y hacia la tarea parte de la leche salía del ano abierto mojando la trusa, antes de que regrésame mi mama de caliente me hice otra paja para sacarme otra vez la leche, después limpie y me puse ropa.
El ano me dolió por cinco días, pero me gusto lo que sentí, por lo que decidí que otro día me dejaría ensartar otra vez por el negro.
Aunque me dolió cuando me ensarto, a los quince días me le puse para que me ensartara y me llenara con su leche, me gusto tanto por lo que empecé a dejar que el negro me llenara de leche las tripas cuando se podía.
En otro relato les escribo las cosas que hice en las vacaciones con mi perro el negro y otras locuras que hacía por caliente y loco.
Sebas.
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