LA BURRA Y EL PELOTÓN DE SOLDADOS (MI PRIMERA VEZ)

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy del interior del país y me inicie como burrero en el Ejercito pagando servicio militar, un día que nos llevaron a cuidar unas torres de energía amenazadas de ser voladas por la guerrilla en San Marcos, Sucre, allí nos dividieron en varios grupos de 9 soldados al mando de un Cabo, nuestra misión era patrullar un tramo 4 km donde se ubicaban varias torres, al finalizar la tarde dieron la orden de ubicarnos en la parte alta de una colina con bastante vegetación, armar nuestras carpas y pasar la noche para continuar al día siguiente.

En el grupo habían 7 costeños y le echaron el ojo a unas burras, de una pequeña finca del sector como sabían que el Cabo era costeño hablaron con él para que les permitiera planear algo, ya que llevamos muchísimos meses sin probar un rabo, y a lo sumo de vez en cuando y si la situación lo permitía uno se echaba un pajazo para mermar la ansiedad y mas a la edad de 18 años donde uno se mantiene arrecho.

El Cabo nos dijo que lo mejor era hablar con el campesino dueño de esa pequeña finca, que sin dudarlo también era burrero como la mayoría de hombres de la zonas rurales de la costa norte y regalarle un dinero si facilitaba una burrita, al hacerle la propuesta, el hombre entendió la situación y sin pensarlo mucho dijo que si y a la colina fue a parar una burra mansa, acostumbrada a esos menesteres desde pollina, cuando vimos venir a la burrita todos nos excitamos de solo pensar en lo que se venía y empezamos hacer chistes pues se notaba el bulto bien marcado en los camuflados no se podía ocultar que nuestras vergas estaban como rieles y allí comenzó una noche de desenfreno la cual inicio el Cabo el cual fue el primero y solo le hecho un polvazo pero nosotros los Soldados la cogimos varias veces cada uno le hecho 4 polvazos.

La única dos condiciones eran dejar solo al compañero para que disfrute tranquilo la hembra y que antes de retirarse para que siguiera otro soldado cada uno debía limpiarle un poco el propio semen que todavía quedada al interior y que de forma natural no había expulsado la burra metiéndole cuatro dedos al interior del chucha y se sacándole esa esperma.

La primera tanda de huevo fue como a las 18 horas y no duro más de 45 minutos ya que teníamos los cogones demasiado cargados y eyaculábamos en menos de 5 minutos, primero fueron los costeños y para finalizar los del interior pero hubo algo especial a mí y a mi paisano nos permitieron observar la faena del último costeño, el cual era muy amigo de nosotros y no tuvo problema que le viéramos la monda erecta y en faena, el motivo de esta exepción era que nunca habíamos estado con una burra, lo primero que se hacía era acercársele y darle una sobadita al lomo y unas palmaditas cariñosas en el anca, luego para estar seguro que el soldado anterior si la hubiere limpiado se le metía cuatro dedos al interior de la chucha y se le estimulaba la paredes vaginales, y ahí si la penetración; Ya acabada la demostración de nuestro amigo costeño me retire pues yo iba ser el ultimo.

Cuando por fin fue mi turno, estaba sorprendido pues en el suelo había como dos tazas de semen, solo que faltaba mi contribución de una me baje el camuflado mi pija estaba full parada y de una al fondo hasta las huevas y comencé el mete y saque sintiendo ese terciopelo carnoso en mi polla, en cinco minutos me vote en cada chorro de semen que eyaculaba, era un corrientazo de placer que me encalambraba el cuerpo y vi como chorreaba de su conchita bastante leche ya que tenía como 25 días acumulado esperma, desde una paja que me eché en una noche lluviosa que te tuve guardia y todo estebaba demasiado tranquilo.

La faena prosiguió toda la noche y la segunda corrida fue a las 19 horas, la tercera encerrona a las 21 horas y el cuarto y último tren de verga fue a 4:30 horas, al amanecer, había que aprovechar al máximo los placeres que brinda una vagina y eso no se ve todos los días cuando se es recluta, en fin la burrita la entregamos a las 6 horas más que satisfecha pues disfruto de una escuadra de soldado calentones y bastante vergones, eso se nota en la duchas, por eso lo digo. – lexzb-