La cerda de mi vecino
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jucatove884.
Buenas tardes a todos aquellos que gustan de las relaciones físicas con animales, reciban un cordial saludo, estuve alejado de los placeres de la zoo por más de un mes pero estoy de vuelta, este fin de semana durante mi regreso a la finca solamente pensaba en llegar y desfogarme de estas seis semanas de estar en Bogotá aislado de los ricos placeres de penetrar mis hembras, sin embargo para mi mala fortuna no pude estar solo porque el cuidandero también se encuentra, pero unos vecinos el sábado al medio día llegaron para recomendar su casa y los animales que tienen por el resto del sábado y domingo, que afortunadamente no son muchos, por la tarde fui encerré a los animales en los corrales entre ellos tres becerros y para mi mala fortuna son machos, había una cochera cerca mientras me desplazaba para allá pensaba lo único que falta es que sea macho, No; tenían una puerca bien crecida que no había estado con los de su especie; y antes de caerl a noche tocaba sacarla, lavar la cochera, desinfectarla y encerrarla nuevamente
Cuando la levante de la estiva le vi la vulva hinchada, enrojecida, estaba celo y suplicaba que le dieran algo, me puse a verla bien y a analizar lo que era mi única oportunidad, la rasque un poco y le di dedo ella apenas roncaba, pero sí note que estaba ligeramente estrecha, afortunadamente no soy vergón pues en la foto de mi avatar pueden ver, el mío sutilmente alcanza los 15 cm y algo grueso en la raíz, por eso se me facilita con especies menores como aves, ovejas, cabras, perras y por supuesto cerdas así sean volantonas, de inmediato me entraron ganas de saborear esos placeres, me metí a la cochera y aceleré el trabajo, sentía una parola fuerte, una especie de hormigueo en todo el cuerpo y deseos por penetrarla cuanto antes, como a la media hora regresé a nuestra finca, le dije al cuidandero que estaría en casa del vecino por sí algo, en caso de necesitarme simplemente me llamara al celular
Recogí mi pomada favorita (rino) y me marche donde le vecino, era casi las seis de la tarde cuando regresé y de inmediato me fui para la cochera, ahí estaba ese ejemplar hermoso esperándome, sin tanta espera la lleve hacia los lados de la casa donde tienen un trapiche para moler caña de azúcar, con árboles frutales frondosos alrededor, como no estaba expuesto me ubique al lado de ella y le palpe la vulva, ésta se paró quietica levanto el rabo y comenzó casi de inmediato colear solita, le metí un poco mi dedo sintiendo la sensación más rica, como no tuvo reacciones negativas ni gritó pensé que era mejor iniciar, cuando estuvo mucho más oscuro que claro me desvestí los pantalones, con mi pene totalmente erecto le unte un poco de rino, y le seguí ampliando la vulva con mis dedos para igualmente relajarla, ella roncaba, reculaba sola, al rato estaba muy lubricada y se percibía en el ambiente ese rico olor a sexo, por momentos me apretaba los dedos con su vulva, así que me recosté encima y ella se quedó totalmente inmóvil, tratando de simular al macho de su especie la monte como tal, fui avanzando despacio sobre ella hasta que mi pene ya le rosaba la vulva, con algo de ayuda le metí un poco el glande y sentía como abría se reclinaba hacia atrás, sentía unos deliciosos masajes, la puerca inicio a roncar tenue y largo
Se encorvaba y ella misma mandaba unos empujones fuertes, mano un líquido que no si era orina o algo, así que como pude pasé mi mano y era como una especie de baba medio pegajosa, apoye mis manos en su lomo me acomodé y se lo fui hundiendo a empujoncitos hasta lo más profundo, inicialmente ronco fuerte e inicio a temblar, que clavada tan agradable, que calor tan rico, luego contraía la vulva muchísimas veces en la medida que reculaba cuando yo lo sacaba, le dejaba el glande adentro para luego clavarla hasta mis testículos, la cerda roncaba y se fruncía, a veces paraba con todo el pene metido y ella en medio de temblores me daba unos empujones y apretones ricos, varios minutos después acelere un poco el mete y saca pues su interior comenzó a tornarse generoso, lo sacaba todo y con toda la suavidad del mundo se lo hundía hasta mis testículos, sus contracciones eran espectaculares y prolongadas, superaron todas las expectativas pues note que esta cerda era totalmente diferente a las que ya he probado, en medio del frenesí inicié a fatigarme por lo que me recosté encima de ella, de un momento a otro sentí apretones consecutivos y fuertes y demasiado caliente
Sin asustar al animal me enderecé y le saque mi verga, en ese momento se encorvo y se hecho una orinada muy copiosa, no resistí más me acomodé cuando ya estaba terminando y se lo metí todo, el efecto de mi pomada pasó y en medio del éxtasis total eyaculé en sus entrañas, me quede inmóvil sobre ella esperando a relajarme, luego de unos minutos pude continuar, inicialmente fue incomodo porque a pesar de ser joven la segunda erección plena demoró un poco, apenas lograba con algo de dificultad meterlo, cuando estaba tieso sin dudarlo seguí, la cerda apenas se encorvaba con cada clavada y roncaba rico, como a los 15 minutos logré tener otro orgasmo un poco menos espectacular que el primero pero lo disfrute de principio a fin
Al sentir la última contracción me quedé nuevamente inmóvil con mi pene metido hasta los testículos, unos minutos después la cerda inicio a moverse como queriéndose ir pero no pudo por estar amarrada, luego la tome por las caderas y trate de culear otro poco pero no pude, el animal movía su vulva mediante unas contracciones que casi no percibía por la flacidez, así que saque mi pene totalmente, encendí una linterna pequeña de luz led y veía como se le había hinchado la vulva, le quedo entreabierta, enrojecida más de lo normal, le goteaba copiosamente la vulva, se percibía ese olor fuerte a mi semen y a su orina, la cerda se encorvo e inicio a soltar chorritos de orina revuelta con mis fluidos, sus feromonas me incitaban a respirar profundo y acelerado al recibir ese aroma penetrante, exhausto me vestí mis ropas y llevé a la cerda para la cochera
Luego me recosté en un chinchorro y me quedé dormido, desperté a eso de la media noche me fui a la cochera para aprovechar nuevamente a la cerda con la cual estuve hasta la una de la mañana y regresé a la finca de mis papas, el domingo temprano (hoy) me duché cuando me eche agua en mi pene, me percaté que lo tenía más cabezón de lo normal, al correr la piel tenía bastante escarcha blancuzca y ese rico olor de la noche anterior cundía en el baño, mi ropa interior estaba acartonada, después fui todo trasnochado a sacar los becerros y a ayudarle a una señora que le habían pedido que ordeñara las vacas y sacara la leche al carro, después me fui a la cochera a llenarle el comedero a la cerda y asear la estiva, a la luz del día pude ver los efectos de mi placer, la vulva estaba casi el doble de su tamaño, enrojecida, se le había formado una especie de escarcha alrededor y tenía algunas muy sutiles gotas de sanguaza, esto debido a que nunca había copulado, realmente si comparó lo que es la cópula con cerdas me produce el doble de sensaciones que hacerlo con mi novia, excepto por los besos y caricias.
Jucatove884
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