La Husky de mi novia

Me cogi a Nala, una Preciosa Husky.
Mi nombre es Ernesto,  cuando tenía 17 años tuve una novia que tenía por mascota una perra Husky, color gris azulada con blanco en su pecho y parte de su cara. Era una perra hermosa, me acariñe con ella y ella conmigo, me tenía mucha confianza porque siempre iba a casa de mi novia. Sin embargo lo interesante ocurrió un fin de semana en que mi novia me pidió que me hiciera cargo de su perra porque ella y su familia saldrían fuera de la ciudad porque su abuela había muerto y tenían que ir al funeral. Yo acomedido acepté, solo tenía que alimentar y darle de beber a la perra, además mi casa no estaba muy lejos de la de mi novia. En fin, mi novia se fue por la mañana y por la tarde fui por a alimentar a la Husky que por cierto la llamaban Nala.

Bueno,  llegué a la casa de mi novia y entre a su jardín trasero, ahí estaba Nala, atada a su casita, inmediatamente al verme empezó a mover la cola y a chillar de alegría, me acerqué, la acaricie de la cabeza, entonces se puso muy coqueta y se echo patas arriba, por lo que le acaricie la barriga, pero cuando mire su vulva, no sé si por el hecho de estar sin nadie que me juzgará, me atrajo hacia ella, y ma empecé a masajear, le meti un dedo en su vagina y Nala se quedo quieta, seguí metiendo el dedo y empecé a sacarlo y meterlo, Nala seguía allí quietita. Entonces sentía mi pene hinchandose dentro de mis pantalones, no sé que me pasaba pero me decidi que Nala iba a ser mi hembra, como mi novia me dejo las llaves para entrar por la comida de Nala, fui y abrí la puerta de la casa, volví y desate a Nala de su casita y la jale de su correa a la casa. Cerré la puerta y me lleve a la perra a la recámara de mi novia, meti a la perra al cuarto y cerre la puerta, le quite la correa e inmediatamente me saque toda la ropa, y Nala apenas vio mi pene hinchado se dejo ir hacia el y empezo a lamerlo, en especial el glande, su lengua en mi pene me excitaba bastante, luego empezo a lamer mis bolas, lamida tras lamida, era fabuloso, entonces me puse a gatas y Nala busco mi trasero y lo empezó a lamer, su lengua en mi ano me ponia mas excitado aun. Cuando senti que ya queria follarla me puse de pie, fui por la bacelina que usaba con mi novia y le unte a mi pene, despues me acerqué a Nala, me puse de rodillas y le puse mi pene en la entrada de su panocha bien hinchadita pero me era difícil meterla así, entonces la puse boca arriba, le volvi a poner la punta de mi glande en la entrada de su panochon y empuje, entro la punta, di un poco mas de presión y entro mi glande por completo, era fantástico, Nala solo estaba tiesa, entonces empuje poco a poco e iba sintiendo como me iba succinando centímetro a centímetro esa Husky preciosa,  cuando ya tenía un poco más de la mitad dentro de Nala le empecé a meter y sacar, Nala empezo a ayudar porque apretaba mas mi pene y empezo a escurrir de sus jugos por lo que me la follaba con mas rapidez cada vez, asi la tuve unos minutos y entonces decidí ponerla de a perrito como se lo merecía, la puse de patas y se la meti de una sola vez, la empecé a bombear con todo mi deseo, siendo su macho y Nala empezo a jadear, entonces me empezo a estrangular con sus contracciones de su hinchada pucha, y no aguante mucho, la tome de sus caderas y la jale contra mí y le lance chorros y chorros de mi leche dentro de su pucha, estuve un rato así porque me seguía apretando con su panochon, luego de unos minutos se la saque y Nala rápidamente me empezó a lamer el falo, lo dejo limpio. Me cambié, saque a Nala, la amarre de muevo y le lleve comida, y me fui feliz pensando en lo increible que habia gozado a esa preciosa Husky. En la noche mi novia me llamó para decirme que se quedarían una semana en casa del abuelo, que si le hacía el favor de darle a Nala por una semana de comer, yo le dije que sí pensando en mis adentros, claro que le voy a dar pero verga a Nala, la preciosa Husky.