La negra acompañada
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ya habían pasado muchos meses desde que había tenido mi encuentro con la perra nueva negra, a la que llame luna, es más, el viejo alfa de la manada la había preñado, y hacia dos meses que había parido, tuvo cuatro cachorros fuertes y sanos
mi vecino le había hecho con cajones viejos y algunas chapas un lugar donde guarecerse contra el tejido que separa su casa de la mía. Durante su preñez no vino a casa, mientras tanto la vieja madre venia por su ceremonial encuentro cada tanto, después de un tiempo ella también dejo de venir ya que prefería la comodidad de la casa de su dueño. Una madrugada de verano, durante una lluvia de estación me encontraba solo en casa, pensando en la reina negra, por curiosidad salí al patio protegiéndome con un paraguas y fui por el patio, hasta el tejido, alumbre con una linterna para ver que estaba haciendo, allí estaba echada, algo adormilada mientras los cachorros se atiborraban con su leche, pensé que era mejor no molestarla, cuando regresaba me pareció sentir que la perra se acomodaba dentro de su madriguera. Al rato, mientras desvelado tomaba unos mates, sentí ruidos afuera contra los planteros que estaban delante, mire por la ventana de la cocina, y allí estaba luna, sentada en medio de la lluvia mirando hacia la ventana, sus cachorros torpemente la habían seguido, mi corazón se acelero, cuando había ido a verla me había sentido u olido, y ahora por alguna razón estaban allí en mi casa.
Apague la luz de la cocina y abrí la puerta de la entrada, sin titubear ella se deslizo dentro y los cachorros la siguieron, en la oscuridad me ubico enseguida mientras movía su cola por encontrarme, empecé a hablarle cariñosamente mientras iba hacia mi habitación y chasqueaba mis dedos para que me siguiera, entramos al dormitorio y encendí la luz…ahora después de su preñez el parecido con su madre era asombroso, sus ubres enormes se balanceaban mientras caminaba a mi alrededor y su cola enhiesta dejaba ver su enorme vulva, parecía mas grande aun que la de la chola, lo que por supuesto me atraía aun mas, el pelaje de la perra estaba empapado por la lluvia desprendiendo un penetrante olor característico, los cachorros algo adormilados después de haber comido se habían acomodado sobre una camisa sucia mía que estaba en el piso. Luna, de un salto se acomodo sobre la cama echándose sobre ella, mientras empezaba a lamerse las ubres limpiándoselas instintivamente para sus cachorros, me saque el pijama y calzoncillo, y desnudo me arrodille al lado de la cama, la perra levanto un poco mas una pata trasera y quedo allí expectante, le dije sos una hembra hermosa…y agachando mi cabeza la zambullí entre sus patas, atrape su enorme cajeta con mis labios, mientras sentía sus tejidos blandos en mi boca y empecé a chuparsela, la perra echo su cabeza sobre las sabanas mientras yo me deleitaba comiéndome esa deliciosa y jugosa concha.
Después me incorpore y fui hasta el escritorio del comedor, los cachorros dormían placidamente hechos un ovillo sobre mi camisa, busque en mi caja y saque las prendas que tenia para ella,
Aun estaba sobre la cama echada, ahora se lamía su vulva, que estaba babosa y despedía flujos de su interior.
Elegí una tanga roja de encaje y la acomode en sus patas y ancas, luego tome un corpiño múltiple de color fucsia y acomode sus ubres dentro de el, esta vez la prenda no tenia aberturas, estaba confeccionada con una redecilla de encaje así es que sus tetas llenaban el corpiño y parecían a punto de reventar. Así como estaba de costado en la cama, me acosté detrás de ella, acomode mi verga entre sus patas y busque ese enorme botón carnoso, su pelaje mojado humedeció mi vientre y mi pecho, el olor a chola mojada era intenso, restregué la cabeza de mi pene por su abertura, empapándolo con sus babosos fluidos, la perra empezó a gemir mientras miraba hacia su entrepierna, luego la penetre suavemente, mientras lo hacia empecé a apretar sus ubres que estaban desparramadas hacia un costado, la leche de sus tetas empezó a salir a través del encaje empapando mis manos, ubique mi rostro detrás de su cabeza, mientras la cogía una y otra vez empecé a decirle …mmmhh…así mi puta hermosa..como disfruto de tu concha única…la perra gemía y empezó a lamer mi boca metiendo su enorme lengua dentro, y yo hacia lo mismo mientras ella me llenaba con su saliva tibia y babosa.
Mientras sostenía el borde de su concha con una mano la penetraba hasta sentir que mis huevos hacían tope..ella solo gemía si dejar de lamerme, su corpiño estaba enchastrado con su propia leche, mientras los cordeles y encaje de la tanga estaban llenos de flujos de su concha. En un momento sentí como su vagina se contraía y su interior se llenaba con algo caliente, mientras lamía su oreja le dije…hija de puta..estas acabando…me estas baboseando la verga.., yo todavía no terminaba asi es que le dije..veni vamos al piso que quiero disfrutarte más.
Me baje de la cama mientras ella elongando su largo y peludo cuerpo hacia lo mismo, me puse detrás de ella, de su concha aun goteaban fluidos, le levante la cola y por lo visto aun recordaba el encuentro que habíamos tenido, lubrique mi verga en la baba de su concha y enseguida empuje en su culo, los pliegues de su ano se distendieron y su tripa se trago la cabeza de mi pene, ella quedo algo tiesa y después empujo hacia atrás, apoye mi espalda contra la cama y la obligue, así ensartada como estaba a que se sentara sobre mi, cuando lo hizo mi verga entro profundamente en sus entrañas, ella gemía mientras trataba de lamerme la cara, yo había puesto una mano adelante y mientras la tenia empalada por el culo empecé a pajearla metiendole tres dedos en su enorme concha…la perra temblaba y yo también..solo se escuchaba el chasquido de mis dedos chapoteando en su concha llena de fluidos, con la otra mano apretaba sus ubres empapadas de leche otra vez…en eso los cachorros despertaron y al oler la leche de la madre vinieron atropelladamente a tratar de mamar….empecé a decirle…mmssi mi mami puta hermosa tiene mucha leche..vamos a darle la lechita a tus cachorros, entonces rompí el encaje que cubría sus ubres y cada perrito se prendió de un pezón tironeando y apretando las tetas de la joven chola, luna gemía escandalosamente, y yo desde mi ángulo de visión veía como los cachorros mamaban de su madre que estaba ensartada por el culo con mi verga, hubo un movimiento en su intestino y sentí como un sorete pugnaba por salir acomodándose contra un costado de mi verga…le dije al oído..todavía no mi puta…ahora mas tarde vas a cagar..todavía tengo que llenarte el culo de leche…mientras vos le das la leche a tus perritos, en eso de su concha salió un chorro de flujos empapando mi mano…luna estaba gozando y de eso no había dudas, estaba disfrutando sentirse estimulada en todos lados de su cuerpo…me incorpore un poco arrodillándome y ella quedo en cuatro patas con los cachorros colgados de sus tetas, cada vez que empujaba podía sentir el sorete dentro…luna empezó a temblar, y a orinar sobre mí, su orín se deslizaba entre mis piernas, saque mi miembro de su culo e inmediatamente el sorete se deslizo fuera, antes que la dilatación de su ano menguara, le volví a meter mi verga en su culo sucio de mierda y empecé a empujar..mi pija se deslizo en culo lubricado, su esfínter apretó mi verga, levante su cola y vi mi miembro entrando y saliendo dejando un anillo de cremosidad espumosa, y entonces empecé a descargar mi leche dentro suyo…mientras le decía..hhhagg…assiiii…toda mi leche dentro de tu culo hermoso…mi puta hermosa, sos una sucia bizarra, mi pija pulsaba mientras seguia descargando leche dentro de ella,
después de acabar me volví a salir mientras ella quedo allí temblando soltando fluidos de su culo y con la concha chorreando de orín y flujos, sus perros aun tironeaban de sus ubres tragando leche, después girando su cuerpo fue a sentarse poniéndose un poco de costado, lo cachorros volvieron a la carga y se prendieron de sus pezones, solo dos había quedado atiborrados tirados en el piso con la panza llena de leche, yo me arrastre y también zambullí mi cabeza entre sus patas, prendiéndome de la ubre que estaba mas cerca de su vulva, empecé a chupar su leche y cada tanto bajando mi cabeza lamía su concha hinchada y babosa de fluidos, parecía un cachorro incestuoso mamando a su madre después de haber copulado con ella, me incorpore y ella quedo allí lamiéndose, con sus encajes rotos y sucios, los cachorros lamían los restos de leche de su madre del piso.
Limpie el lugar y suavemente le saque la ropa que le había puesto, después de darle comida,abrí la puerta y ella se perdió en la oscuridad bajo la lluvia seguida por sus cachorros.
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