La perrita que violé frente a su cachorrita

Era una perra bien chaparrita que se tragaba bien las vergas grandes, solo que esta vez traia a su cachorrita con ella….
Le decian la «chapis» por ser chaparrita y sí, era una perra madura que me llegaba abajo de la rodilla y que ya conocia mi verga y la de todos los perros de la colonia.

Tenia una panochita pequeñita por su tamaño, pero se podia expandir ridiculamente pera tragarse las vergas mas grandes que haya visto en perros.

Yo ya le habia ensartado mi pitote que mide 19 cm normalmente, pero cuando ando muy caliente, me bombeo la verga con una bombita de vacio para penes y se me estira hasta los 20 cm, que es lo que miden las bombitas esas y que al final termino rellenando totalmente con mi superinchada verga y ademas se me pone exageradamente gorda y con una inflamada joroba atras de la tambien engrandada cabeza del pito, similar al nudo que se les forma a los perros cuando clavan.

Mi esposa es la que mas sufre cuando me pongo asi la vergota. A la pobre, despues de que me la mama bien rico y se se la traga lo mas que pueda su garganta, se la meto por la vagina despacio porque es muy estrecha y puedo ver como se le va abultando el vientre cuando se la voy metiendo y cuando se la voy sacando veo como su utero se aferra a mi gorda reata por la presión, casi se le quiere salir como si desenrrollara un calcetin, luego se la meto despacito tambien por el ano y deberas sufre, pero al final le gusta porque nomas gime y grita desesperada con la cara enterrada en las almohadas o el colchon y siempre le saco toda la mierda y se la meto lo mas fuerte y profundo que puedo, hasta que le dejo el culo totalmente deformado como pollo del mercado.

En fin, ese dia traia la verga bien inflamada porque la noche anterior habia llegado bien pedo y loco a la casa y le habia reventado el culo a mi esposa puta, pero aun traia alcohol en la sangre y me acababa de fumar un churro de mota para quitarme la resaca.

Andaba enzatanado y la verga la traia muy sensible, se me paraba tan solo al caminar cuando daba recorridos dentro de mi trabajo.

En uno de los recorridos me percate de que la «chapis» me venia siguiendo junto con su pequeña cachorrita de 2 meses tal vez y me entro la demoniaca idea que hizo que mi pitote punsara fuertemente debajo del pantalon.

Camine un poco mas hasta una oficina que se estaba quedando con la puerta sin candado en ese entonces y le hice señales de que le hiva a dar de comer algo, aunque no traia nada de comer en ese momento.

Como comenté en un relato anterior, yo ya le habia metido todo el chilote de un solo encajon hasta los wevos, despues de que se acababa de safar de una enorme verga del perro mas grande de la zona. Ella bien sabia que yo cojia perras y que tenia la verga mas grandota que la de aquel perrote negro, asi que se acercó con algo de temor hasta que pude acariciar su lomo.

Hubiera preferido estar un rato mas acariciandola para que entrara en confianza y se dejara cojer pero no habia tiempo, ademas me encontraba expuesto a que me viera mi compañero de trabajo, asi que la tome con mis dos brazos y la cargue y la meti a la oficina abierta y cerre la puerta de vidrio.

El corazon comenzo a bombear intensamente, no habia vuelta atras… me quedé junto a la puerta para poder ver si venia alguien.

La chapis ya sabia lo que hiva a suceder y optaba por echarse al suelo boca arriba como en señal de sumisa, pero yo la mantenia en cuatro y con la cola por un lado mientras le ensalibaba con desesperación la vulva negra aparentememte pequeña y estrecha.

Por tanta emocion, miedo o loquera sentia que mi corazon no daba abasto. La verga que anteriormente tenia tieza como leño ahora se encontraba muy grande pero algo flacido y no era lo suficiente erecto para ingresar a esa cuevita, asi que comence a meterle los dedos con saliva de uno por uno para que valla abriendo y concentrarme mas.

Estuve metiendole los desdos suavemente hasta que llegue a tres, lo cual es bastante porque los tengo muy gruesos tambien. Se los metia lentamente pero bien bien adeeentroo.

Veia como se le estiraban los labios de su vulvita cuando se los metia hasta los nudillos de la mano…pero tambien noté que ella estaba algo inquieta y observava mucho hacia afuera de la oficina asi que voltie a ver tambien.

Del otro lado de la puerta con grandes vidrios transparentes, estaba la cachorrita sentada, esperando y contemplando toda la escena.

Veia como miraba la vulva de su madre y mi vergota colgando y me volteba a ver a los ojos y luego a su madre.

Por la calentura me habia olvidao completamente de la cachorra…y nomas derrepente un destello de lujuria que nunca habia experimentado, surgio desde el fondo de mi depravado ser e hizo que automaticamente la verga se me pusiera lo mas dura y venuda que se podia, sentia que hasta me dolia y me hiva a reventar…  queria metersela a la chaparrita y darle lo mas duro, profundo y rapido posible frente a su hijita.

La panocha de chapis ya estaba lubricada y algo abierta por la tremenda dedeada que le habia puesto, asi que con bastante autoridad, la abrace por detras con mi brazo izquierdo para sujetarla bien cuando quiera safarse al sentir que se le valla abriendo de mas el utero.

Mi pecho quedó pegado a su lomo y nuestras caras estaban muy cerca, ella podia voltear y darme leves lamidas en la boca y cara, cosa que no me gusta pero se las acepto.

Con la mano derecha dirijí mi gordo palo cabezon hacia aquella suculenta fundita en forma de corazon partido.

Los labios de la vulva de la chapis eran muy carnudos, como si andubiera en celo siempre, los cuales aprietan todo lo que entre y salga por ahí.

Comparaba la cabeza de mi pito inchado al 200% con el tamaño de su vulva y veia que mi pito estaba el doble de grueso o tal vez un poco mas.

Comence a sobarle mi cabezota en la vulva como si mi verga fuera una lengua de perro, y ocasionalmete le metia la achatada punta un poco… hasta que le entro a la primer recamara que tienen las perras, que es antes del anillo con el que aprisionan las vergas de los perros.

Se veia como su vulva adopto la forma y el tamaño de mi cabeza y hacia como que se la hiva a sacar pero justo en la parte mas gruesa de la cabeza se la dejaba un momento y luego se la volvia a meter a esa primera cabina de su delicioso y bien experimentado coño.

Yo sabia que chapis habia parido varias camadas, que ya no era una perra  joven y que todos los perros de la colonia y seguramente alguno que otro sucio depravado como yo, ya se la habian cogido, por lo que estaba seguro que lo que faltaba por ensartarle hasta el fondo lo hiva a seportar bien, incluso a disfrutar…Asi que comence a dejarcela ir lenta pero constantemente.

Al igual que el vientre y culo de mi vieja, se le hiva inchando la vulva y la espalda baja a la chapis.

Veia como su labios exteriores aprensaban el grueso pedazo de carne que le estaba entrando sin parar y se le hivan hacia dentro, lo cual solo hacia que me apretara mas la verga y se le inchara mas  la vulva… despues volvian ha salir un poco esos estirados labios  y volvian a comer un mas de reata y se volvian a meter junto con mi pene aumentado..

A pesar de que lo estuviera gozando a lo grande, tenia que apurarme por si algun compañero pasaba por ahí.

Asi que cuando le entro bien toda y se acostumbro a la presion dentro de su vagina, dejé de ser delicado y comencé a quererle sacar el utero con mi pito.

La chapis era una perra flakita y pequeña… mis dos manos la sujetaban de la cintura y parecia muy bizarro y ridiculo como se le metia y aguantaba todo eso a una perra tan pequeñita.

De veras que son maravillosas las vaginas caninas!!!

Estuve mas o menos 10 minutos removiendole la vagina completa y volveava a ver a la cachorrita y mas duro le daba a su madre para que viera bien lo que algun dia podria hacerle a ella y era extremadamente perverso y exitante a la vez, algo indescriptible.

Senti que ya me venia…la reata se me ensancho aun mas y comenzo a moverce espasmodicamente mientra el chorro caliente de mi semen pasaba por el grueso canal de mi palote inchado.

Sentia como la cabeza de dilataba y contraia con cada chorro de leche dentro de aquella vieja pero apretada vagina de perra.

Se la saque de una sola vez y me traje hilos de leche y fluidos cristalinos de ella que tambien se le escurriar por su panocha bien abierta…por un momento justo despues de sacarsela se le pudo ver su interior rosado y carnoso.

Libere a la chapis y se volteo contenta a lamerme toda la leche que me habia traido de su reventado coño mientra su hijita observava atenta.

No hubo necesidad de limpiarme, solo me subi los pantalones y procedí a abrirle la puerta… su cachorrita contenta se fue con su madre la chapis, que se alejaba despacio con la vulva destruida y escurriendo mis mecos.