La perrita Roxy. Mi primera experiencia.
Desde muy joven siempre me ha encantado la pornografía y cierto día me tope con una pagina de videos zoo, me llamo la atención y comencé a ver algunos y la verdad me resulto muy excitante, algo prohibido pero rico. Así paso algún tiempo, de vez en ve.
Hola, les quiero contar como empecé a practicar zoo, bueno no es algo tan fuerte, pero creo que si entro en la categoría.
Desde muy joven siempre me ha encantado la pornografía y cierto día me tope con una pagina de videos zoo, me llamo la atención y comencé a ver algunos y la verdad me resulto muy excitante, algo prohibido pero rico. Así paso algún tiempo, de vez en vez me daban ganas de mirar videos zoo y siempre me excitaban mucho, sin embargo, nunca había pensado en la posibilidad de experimentarlo.
Esto sucedió recién, tendrá unos 2 meses que empecé. Por cuestiones de trabajo cada semana me traslado de mi lugar de origen a una pequeña ciudad a dos horas de donde vivo, me quedo allí 4 días a la semana, de lunes a jueves y los fines de semana regreso a mi casa. Llevo ya algunos años rentando un cuarto donde siempre me quedo. Hasta hace un par de años tenia una pareja con la que tuve una relación de casi 6 años y solíamos pasar el tiempo en mi cuarto viendo películas y teniendo sexo.
Actualmente estoy soltero, pero tengo mucho sexo en relaciones ocasionales con varias mujeres. Bien, aproximadamente hace 1 año, a la señora dueña del lugar donde rento sus nietos le obsequiaron una mascota, una perrita, no es de raza, pero es de tamaño grande, da la apariencia de ser una labradora, pero no de raza. El lugar donde rento esta a un lado de la casa de la señora y esta en un segundo piso, se llega por unas escaleras que comienzan en un pequeño patio en donde pusieron a vivir a la perrita, la llamaron Roxy. Por esa razón conviví con la perrita desde cachorra y se familiarizo conmigo, muy juguetona y obediente, llego a conocerme tan bien como a la señora que me renta y su familia. Todos los días al llegar a mi cuarto después del trabajo me recibe jugueteando yo la acaricio y juego con ella un momento, después subo a mi cuarto a descansar y hacer algunas actividades del trabajo.
Cierto día tenia planeada una cita con una chica, algo ocasional, ella iría a mi cuarto y tendríamos sexo, llevaba ya algunos días sin nada de acción y estaba bien caliente y deseoso de verme con esa chica, para mi mala suerte a ultima hora la chica me mandó un mensaje disculpándose porque no podría ir ese día. Fue un balde de agua fría cayendo sobre mí, con las ganas que tenia de verla y darle tremendas cogidas.
La verdad me sentía muy frustrado, ya saben cuando andan super calientes y con ganas de un buen sexo y de repente todo se cancela y uno se queda ansioso y con ganas de desahogarse. En fin, pase el resto de la tarde sintiéndome así. Ya por la noche como a eso de las nueve decidí salir a cenar algo. Fui a un lugar a un par de calles de donde rento, cene y solo pensaba en aquella chica, que la verdad es toda una putita y tenia muchas ganas de verla.
Después de cenar pare en una tienda a comprar unos cigarrillos, continúe mi camino y llegue a mi cuarto, abrí la reja y entre, la perrita no estaba, pero no me extraño, subí las escaleras y me senté en el ultimo escalón a fumar un cigarro. A los pocos minutos llego la señora que me renta con la perrita, la había llevado a dar un paseo. La señora abrió la reja y metió a la perrita, me saludo y me deseo buenas noches y se fue a su casa. Roxy, la perrita de inmediato subió hacia mi y comenzó a juguetear. Yo la acariciaba mientras fumaba mi cigarro, y no si a ustedes les pasa de repente hablar solos o hablarle a un perro, pues en ese momento le dije a Roxy, “ay Roxy, Roxy, ahorita tendría una putita en mi cama disfrutando de lo lindo, pero mírame aquí estoy solo contigo”.
Y exactamente en ese momento algo recorrió mi cuerpo, es como si se me hubiera activado la lujuria y una picara idea me llego de súbito a la cabeza. En mi mente empecé a recordar los videos zoo que había visto y comencé a sentirme excitado. Terminé de fumar mi cigarro mientras seguía acariciando a Roxy, empecé a tener pensamientos lujuriosos con esa perrita juguetona. Algo dentro de mí me decía que podía hacer para aliviar la calentura con la que me dejo aquella putita que no fue a mi cuarto esa tarde.
¿Seré capaz de hacerlo?, me preguntaba mientras me sentía mas y mas lujurioso y excitado, en fin, llego el punto en que la lujuria me consumió y decidí intentarlo, que podría pasar me dije. Me puse de pie y le dije a Roxy, “ven chiquita, acompáñame”, recorrí el pequeño pasillo que condice a mi habitación y la perrita camino junto a mi mientras jadeaba y jugueteaba, saque la llave de mi bolsillo y abrí la puerta, tome a la perrita por el lomo, y la empuje dentro de mi cuarto. Cerré la puerta tras de mí y allí estábamos Roxy y yo en el cuarto y yo pensando cosas lujuriosas con ella. Me dirigí a la cama y me senté en la orilla mientras Roxy jugueteaba conmigo. Aun en ese momento todavía dudaba un poco en hacer aquello, sin embargo, estaba ya muy excitado y aún más caliente, quería desahogarme.
Pasé un rato acariciando a Roxy hasta que por fin me decidí. Me levanté de la cama y comencé a quitarme los zapatos, después mientras desabrochaba mi pantalón miraba a la perrita que jadeaba sentada enfrente de mi mientras me miraba con sus ojitos inocentes. Mientras deslizaba mi pantalón para sacármelo miré a Roxy y le dije, “ahora tu me vas a ayudar a desahogarme. Finalmente quede solo con el bóxer puesto y me volví a sentar en la cama le hice a Roxy una seña para que se subiera en la cama y ella lo hizo. Seguí jugueteando con ella un rato y me recosté en la cama, en ese momento comencé a empujar suavemente la cabeza de Roxy hacia mi paquete que se encontraba aun dentro de mi bóxer.
La situación realmente empezaba a excitarme más. Roxy olfateaba y por momentos lamia mi paquete, uff, me sentía excitado a mil. Mi verga comenzaba a aponerse dura hasta que no resistí mas y de un solo movimiento me safe el bóxer por completo quedado ya desnudo de la cintura para abajo. Con una mano me tome la verga y comencé a sacudirla mientras con la otra mano hacia que Roxy se acercara a ella. La perrita olfateaba mi verga mientras jadeaba y comenzó a lamerla, uff al momento de sentir esa gran lengua húmeda rozando mi miembro comencé a ponerme super caliente. Por momentos Roxy se distraía y dejaba de lamer, así que se me ocurrió algo. Me levanté de la cama y fui hacia el frigobar, recordé que tenia un chocolate guardado. Lo saqué, lo abrí y comencé a embarrarlo en mi verga, Roxy de inmediato fua a donde yo y comenzó a lamer de una manera deliciosa mi verga, seguí así, de pie con la verga ya bien dura mientras la perrita me la lamia.
Después de un rato el chocolate se acabó, pero para mi sorpresa la perrita ya continuaba lamiéndome la verga aun sin chocolate. Fui hacia la cama y me senté en la orilla, Roxy me siguió de pie frente a mí y seguía lamiéndome. Yo acariciaba la cabeza de Roxy y le comencé a decir, “así chiquita, te gusta mi verga, oh si chúpala, esta noche tun eres mi putita”.
Era delicioso sentir esa gran lengua lamiéndome y mojándome la verga, la tenia bien dura. Han sido muchas mujeres las que he tenido en mi vida, algunas de ellas unas grandes chupa vergas, pero la sensación que me producía Roxy era incomparable.
Eres toda una putita Roxy que gran chupa vergas eres, le decía, después de un rato comencé a jalarme la verga mientras la perra seguía lamiendo, su lengua húmeda rozaba la cabeza de mi verga produciéndome un placer increíble. Continúe así hasta que por fin me llego un gratificante orgasmo, algo delicioso, mi leche broto de mi verga cayendo sobre mi mano y mi cintura. Roxy comenzó a lamer mi leche mientras yo la miraba con lujuria, “así mi Roxy, trágate mi lechita putita hermosa”. Seguí jalando mi verga hasta que se tranquilizo y la perrita se había tragado todo mi semen. Uff, que momento aquel, algo muy placentero. Pensaba que no podía creer lo que acababa de hacer, pero me resulto placentero y excitante.
Después de aquello acaricie a Roxy un rato mientras le decía, “eres toda una putita Roxy, que buena mamada me has dado, creo que esto será el principio de una relación entre tu y yo”. Pasaron unos minutos y me levanté de la cama, dirigí a la perrita hacia la puerta, la abrí y la saque del cuarto. Después de eso fume un cigarrillo meditando en lo que había hecho y sintiéndome excitado y un poco raro. En fin, me quede dormido y al día siguiente me aliste para irme al trabajo, al salir del cuarto Roxy me hizo mucho jugueteo, yo la acaricie y me fui a trabajar, sin embargo, todo el día me la pase pensando en aquello y con ganas de volver a recibir una mamada de la perrita Roxy.
Y si, ese día por la noche volví a repetir, a Roxy parecía haberle gustado porque en cuanto la metí de nuevo a mi cuarto y me saqué la verga comenzó a mover la cola como loca y chuparla con su gran jugosa lengua de perra. Desde ese día Roxy se ha vuelto otra de mis putitas. Después de un tiempo se normalizo la situación y comencé a disfrutar de las mamadas de Roxy ocasionalmente, las primeras semanas lo hice casi del diario, mientras estaba en el cuarto que rento. No me he atrevido a hacer algo mas con Roxy, pero no lo descarto, el tiempo lo dirá.
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