la venganza a mi hermana mientras duerme
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por hellydoiloz120.
Estaba frustrado, con cólera, ya no aguantaba más estar así, en mi casa todo era pelea tras pelea entre mi hermana y mi madre o entre mi hermana y mi padre, ya no podía con esta situación, el problema abarcaba a la familia y no sabía qué hacer.
Lo que pasaba era que mi antipática hermana mayor de 19 años (me lleva 4 años y unos meses) se había encaprichado con un sujeto de casi 40 años de edad, a lo cual mis padres obviamente se oponían; pero a esta tipa no le interesaba, se largaba de casa y regresaba al día siguiente, llegaba a la hora que se le daba la gana, no iba a sus clases de la universidad, se iba a cuantas fiestas haya y muchas otras cosas más, en fin mi familia ya estaba harta de todo esto.
Las discusiones eran peores conforme pasaba el tiempo, y eso me afectaba mucho a mí-y todo por la culpa de la cualquiera de mi hermana-decía en mi mente, es que era verdad, si no se hubiese encaprichado con ese tipo mi familia estuviese muy feliz.
Todos los días meditaba sobre ese tema, llegué a la conclusión que la culpable de todos mis problemas era mi pesada hermana Daniela y mas cuando salio con su pequeña bendicion meses antes.
Tenía que vengarme de ella, pero como lo haría ¿qué le pudiese causar tanto daño para estar a mano? Lo pensaba a cada rato ¿Qué le podría hacer? Se me venían muchas cosas a la mente, no me decidía: y si le tomaba fotos desnuda y se las mandaba a sus amigos, o si hacía que el tipo que menos le caía la viera desnuda en vivo; estás ideas rondaban mi cabeza, pero no me convencían del todo.
La frustración estaba al límite, uno de esos días me puse a ver videos porno y de casualidad salió uno en que un tipo se follaba a su sobrina mientras dormía, se me vino a la mente hacer eso pero la idea me pareció aterradora ¿cómo me iba a tirar a mi sobrina? Eso es cosas de pendejos, no lo quería hacer.
Así pasaron los días, me habían encargado mis padres no dejarlas salir a ningún sitio, una noche la muy desgraciada se escapó con su novio,dejando a la criatura de pocos meses,cuando intente reclamarle antes de que se largara, fue allí cuando ese tipo me dio unos golpes en el estómago y la muy perra me escupió en la cara; esa fue la gota que derramó el vaso.
Estaba decidido a follármela, observe la cuna pero no me atrevi,estuve asi pensandolo mas de 13 minutos,respira hondo y tome a la niña para llevarla al cuarto de visitas
Era momento de realizar mi plan, sentía que me faltaba valor, pero proseguí.
Encendí la luz de su habitación y lo que vi realmente me sorprendió: mi sobrina menor estaba boca arriba con ambas manos agarrando un chupon, lo que se conoce como chupeta pero que perra es mi sobrina-se me vino a la mente estas palabras.
Ya había perdido la razón, la miraba con otros ojos, en ese momento recién me di cuenta lo hermosa que era mi sobrina: ella es de piel clara, estatura pequeña, cabello castaño lacio, ojos marrones, rostro fino con nariz pequeña; y ni que decir de su físico, con una piernas gorditas, un culito simple y bien formado, una cinturita gruesa y unos planos senos .
me imagine en como seria cuando fuera una mujer y no como a una beba, estaba con el pelele puesto que había sido cambiada antes: era un pelele rojo muy sexy, con puntos rojos le abri el pelele y su cuerpo era muy pequeñito que le llegaba hasta el final de sus nalgas, se podía observar el comienzo de su culito, y con unos zapatos de lana.
-Pero si estaba espectacular-pensé repentinamente-después de todo no la iba a pasar tan mal.
Me puse manos a la obra, encendí la cámara y la fui filmando de pies a cabeza, me excitaba verla dormidita sin saber lo que le iba a hacer su tio.
-Pero si mi sobrinita está hecho una diva-pensaba en mi interior.
Puse la cámara en un costado para que filme todo lo que iba a hacer, con ambas manos fui tocándola por todo su cuerpito, sus deliciosos senos los fui sobando circularmente por encima del pelele, luego bajé por su cinturita hasta llegar a sus esponjosas nalgas, las sobaba con ambas manos por encima del pelele, una mano para ambas nalgas, estaba excitada, mis dedos fueron metiéndose por entre su culito y el pelele abierto, estaba a mil por hora, mis manos me temblaban, mis dedos índices se fueron metiendo por la intersección de sus nalgas, parecía que no traía pañal, pero luego me di cuenta que no traía puesto nada.
, seguía así hasta que la tuvo toda afuera, fue en ese momento donde vi el cielo, tenía una deliciosa conchita completamente lisa, estaba bien cerradita y muy mojadita-tal vez se halla estado masturbando antes de que se quede dormida-pensé.
Mi excitación era más que mis remordimientos, me bajé el pantalón y el bóxer hasta las rodillas, mi pichula salió disparada de esa cárcel, luego fui hacia donde estaba su delicado rostro, mirándola a los ojos fui masturbándome lentamente, el pellejo de mi pinga subía y bajaba al compás de mis manos, casi me corro al ver que me estaba masturbando enfrente de mi sobrina, es que me daba mucho morbo verla allí acostada, toda indefensa sin saber que su tio se la iba a tirar.
Agarré una de sus delicadas manos y la hice agarrar mi pinga, el solo contacto con su mano casi hizo que me corra, luego envolví su mano con la mía y fui subiendo y bajando por mi verga, estaba en su mejor forma, toda parada con el glande a punto de explotar.
Una de sus bien cuidadas y diminutas uñas me raspaba un poco la pinga, pero eso le daba más morbo al hecho.
Luego de estar así por un rato, saqué su mano de mi pichula, luego empecé a sobar delicadamente mi glande por su boquita, sus labios apenas se abrían levemente ante el contacto con mi verga.
Ya quería explotar del placer, pero esto recién empezaba, con una mano fui abriéndole su boca hasta que la cabecita de mi pichula entró en ese huequito, fui metiendo y sacando muy despacito mi pinga por su boquita, sentía una enorme presion en mi como si sus dientes chocaban con mi verga, era una sensación muy deliciosa,luego escuche un llanto de dolor el cual amortigüe con una almohada.
Estuve así por un rato, luego le saque mi instrumento de su boca, agarré su mano y le quité el chupon que tenía, era de ; me dirigí hacia su culito, estaba paradito y muy rico, me ubiqué de tal manera que estaba cómodo para meterle ese pedazo de carne.
Agarré un poco de aceite de bebé y lo unté por todo mi pichula, luego lo ubiqué en la entradita de su vagina, lo fui hundiendo lentamente por esa conchita, las manos me temblaban pero proseguí, me daba morbo ver como sus labios vaginales se habrían para dar paso a ese trozo de plástico.
Su delicada y sangrante conchita se abrió de par en par para darle entrada a ese enorme palo.
Estaba en las nubes, metía muy despacito mientras miraba de reojo al rostro de mi bebe para ver que no se despierte.
No paré hasta que estuvo con casi todo adentro.
Muy despacito empecé a meterlo y a sacarlo por toda su cuevita, la nena no se movía, Estuve metiéndole y sacándo más o menos por cinco minutos; mi pichula me decía que era su turno, ya no podía aguantar más el deseo,me la saqué y me senté encima de sus piernas de tal manera que mi pichula quedaba en frente de sus nalgas, lista para penetrar esa jugosa rajita de beba.
Mi verga estaba en su máximo esplendor, el glande apuntaba hacia su culito de mi sobrina, en ese momento se me vino muchos pensamientos encontrados, pero la lujuria del momento fue más, sin tratar de pensar en nada apunte mi pichula hacia la hermosa concha de mi hermanita mayor, la cabecita chocó con sus labios vaginales, el solo contacto me hizo dar un placer incomparable, no podía creer lo que estaba haciendo, estaba a punto de penetrar a mi propia sangre, ese pensamiento me daba mucho morbo y placer.
Fui empujando muy despacito hacia adelante, sentía como su lisa conchita se abría de lado a lado para dar paso a mi imponente pichula-que rica sensación-decía en mi mente.
Empujaba más duro hasta que mi sobrinita ya tenía la mitad del tronco de su tio en lo más profundo de su ser.
Mi pene casi estalla de tanto morbo, seguí con mi trabajo hasta que mi falo entró por completo a esa húmeda conchita.
Me quedé unos segundos inmóvil para que su vagina se acostumbrara a su nuevo inquilino, luego fui metiendo y sacando mi instrumento, miraba hacia abajo y observaba como su deliciosa rajita se abría para dar paso a mi pichula.
-Si supieras que tú tio te está metiendo su pinga nenita…comenté en voz alta, es que quería que en el video se escuchen que somos familia, además me daba mucho morbo decirlo.
Miraba hacia su cara y su expresión era la misma, al parecer ni se enteraba de lo que le estaban haciendo tenia ahora un tono azul y su mirada perdida.
La lujuria y la cólera se apoderaron de mí, empecé a perforarla con fuerza, muy duro, se podía escuchar muy seguido cuando sus nalgas rebotaban con mi ingle, estaba hecho trizas, en verdad se sentía muy rico metérsela a mi sobrina, más allá de que fuera por venganza, la estaba pasando muy bien.
Las penetraciones cada vez eran más violentas, a esas alturas no me importaba si la nena reventara, solo quería saciar mis deseos.
Llegó el momento en que mi sobrinita abrió ligeramente la boca, e inmediatamente después inundó toda su cuevita de sus líquidos.
El placer era extremo, yo tenía para rato, pero disfrutaba con cada penetración como si me estuviera corriendo de verdad.
Después de un buen rato le saqué la pinga de su conchita, para luego muy despacito darle la vuelta y ponerla boca arriba, la nena no se movía, parecía que estaba muerta, en un principio me asuste, pero luego de igual modo proseguí con la faena.
Una vez que estuvo boca arriba, la abrí de piernas lo más que pude, su hermosa concha se abrió levemente ante tal acto, luego coloqué mi glande en la entradita de su conejito, de un solo tirón le enterré todo mi pene en su vagina, al hacer esto mi sobina se movió levemente y puso una de sus manos en su clítoris, movió un par de veces sus deditos y luego se quedó quieta.
Sin importarme la fui follando muy salvajemente, metía y sacaba mi pichula por su delicada cuevita, miraba hacia abajo y observaba como sus labios vaginales se abrían para recibir mi polla.
Mi sobrinita cada vez respiraba más profundamente, se empezaron a escuchar sus suspiros, la nena movía de lado a lado su cabeza,al parecer seguia respirando y se quejaba.
Incrementé aún más las envestidas, llegó el momento en que el coito era extremo, pasó unos segundos y pude sentir como se humedecía toda su deliciosa vagina.
Había perdido la razón, pronto sentí indicios de una inminente eyaculación, pensaba en correrme adentro o fuera, quería hacerlo adentro para sentir más placer aún, pero el remordimiento me traicionaba ¿Qué tal si sale embarazada?-me rondó en la cabeza este pensamiento, al final de tanto pensar no pude evitar correrme en lo más profundo de sus entrañas.
El polvo fue riquísimo sentir como le inundaba la concha a mi sobrina me daba mucho más placer, había perdido el juicio, ya no era yo, ahora era un vil y asqueroso delincuente, después de correrme adentro me sentí como un canalla, como un maldito violador, y había violado nada menos que a mi propia sangre.
Saqué mi pichula de la rajita de ella, luego empecé a contemplarla, en verdad estaba rica, muy hermosa, se le veía muy sexy con el pelele subido para poderla penetrar, tenia su rostro en un tono palido y su mirada perdida sin ninguna expresion como si estuviese teniendo un delicioso sueño húmedo.
Miré hacia su rajita y no pude evitar tener ganas de probar a esa jugosita vagina, sin remordimientos fui hacia ella, me ubiqué cerca de su concha, pasé uno de mis dedos en su clítoris y le di un pequeño besito, estaba muy duro y apetecible.
Acerqué mis labios y los posé en su ardiente vulva, hacía que mi lengua roce entre los calientes pliegues de su vagina.
Mi lengua recorría toda esa conchita, de abajo hacia arriba, le lamía todos los jugos que salían de ese delicioso agujerito.
se notaba que estaba excitadísima.
Me centré en sus labios vaginales, los lamía, los succionaba, los sobaba con mis dedos, mi lengua entraba por esa deliciosa cuevita, sabía delicioso.
Coloqué uno de mis dedos en la entrada de su conchita, fui hundiéndolo lentamente hasta que estuvo todo adentro, luego metí otro más y fui metiéndolos y sacándolos rápidamente simulando la penetración.
Mi mente estaba nublada, se me ocurrió meterle mi pinga por su estrecho anito, pero sabía que si era su primera vez le dolería muchísimo y hasta quizás se despierte, no me importó y comencé a realizar ese pensamiento, pero antes por prevención amarré una de sus manos a su cama.
Lamí muy despacito la entradita de su culito, estaba muy cerradito, luego unte uno de mis dedos con aceite para bebé, procedí a metérselo por su estrecha entradita, mi dedo índice ingresaba con mucha dificultad por su anito, su esfínter por acto reflejo se cerraba muy rápido.
Mi dedo ingresaba hasta que entró todo, una vez dentro lo moví circularmente, fue allí cuando mi sobrina se comenzó a mover y dio un pequeño quejido.
-Auwww-balbuseo muy despacito
Estuve así jugueteando con su culito hasta que por fi logré meter tres dedos.
Estaba listo para penetrarla, unte toda mi verga con aceite de bebé.
Agarré mi pichula y la puse en dirección de su arrugando esfínter, presione despacito, la cabecita fue ingresando sin problemas, con el glande adentro parecía que ya no iba a entrar más, su esfínter presionaba muy fuerte contra mi pene, estaba decidido follarla, agarré impulso y con fuerza fui metiéndolo hasta que con mucha fricción fue entrando hasta la tercera parte.
Por dentro se sentía muy apretado, su anito se abría de par en par para recibir a mi imponente pinga.
La pobre nena movía su culito muy despacito mientras que su cara puso un gesto de dolor, se puso roja, pero sin abrir los ojos.
Al parecer mi sobrina nunca lo había hecho analmente.
Perforé su ano de mi hermana hasta que por fin entro todo, una vez con mi pichula dentro del orificio pequeño de mi sobrina se me ocurrió una idea, meterle el chupon por la vagina mientas la taladraba por su culito.
La idea no me pareció mala, agarré la cosa de plástico y la unte con lubricante, luego procedí a metérsela de uno solo, sin delicadeza.
Mi sobrina se quejó, dio un pequeño gemido de dolor.
-uaaaww
Seguía durmiendo, pero cada segundo que pasaba me daba cuenta que si seguía torturándola sexualmente de esa manera se iba despertar, pero estaba frustrado, segado por el placer y la cólera y no me importó.
Comencé con un mete y saca, mi pichula ingresaba por ese anito que se reusaba a alojarlo, se sentía mucha fricción y hasta un poco de dolor, pero era más el morbo, así que seguí.
La miraba y la acariciaba mientras no paraba de follarla, en un principio un poco despacio pero conforme su ano fue cediendo me dedique a metérselo con más fuerza, estaba en las nubes, mi sobrinita esta como una diosa y la iba a tener toda la noche para mí.
Su maltratado culito recibía cada envestida, parecía que se iba a romper, pero yo quería seguirla follando, así lo hice.
Follaba cada vez más rápido a mi sobrina, la pobre gritaba mucho, llegó el momento en que tan duras eran mis envestidas que la cama se movía y sonaba, mis testículos chocaban muy fuerte contra sus nalgas, que deliciosa sensación sentía, me estaba gozando de un culo prohibido, el de mi sobrina, y eso me ponía a mil.
Su esfínter cada vez estaba más elástico y muy enrojecido, la taladraba como si mi vida dependiese de eso, ya era un exceso, cerré los ojos y solo me dediqué a disfrutar el momento, se me vino el mundo encima al escuchar una voz gritar.
-¡Hola?
Abrí los ojos muy rápido, Era mi hermana,la muy puta habia vuelto.
Estaba asustado, pero seguí perforándola muy fuerte callando los gritos.
No sabía que decir o que hacer, se me vino a la mente salir corriendo de allí hacia la calle, pero no lo hice.
las lágrimas le empezaron a brotar de sus hermosos ojitos marrones.
No me conmovió su llanto, por el contrario me daba risa, es que se lo merecía.
me la saque de ella y vi que esta no respondia, me vesti rapidamente y traslade silenciosamente a mi sobrina a la cuna y fui a meterme a mi cuarto a dormir.
El tiempo de espera fue eterno hasta que amanecio escuche el fuerte grito de mi hermana al revisar la cuna y encontrar a su hija muerta en la cuna, antes de salir de mi cuarto sonrei por segundos al salir vi a mi hermana destrozada en el suelo sosteniendo el cuerpo de su hija el medico le dijo que tuvo muerte de cuna no la analizo ni nada.
Espero que les haya gustado mi historia, no se olviden de comentar y valorar este relato…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!