LA YEGUA EN CELO, DEL CELOSO, NO SE QUEDO SIN VERGA ESE SABADO.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por lexzb.
Alquile una finca de recreo para descansar un fin de semana, estar solo, dormir, leer y ver alguna película.
Llegue el sábado temprano en la mañana y el mayordomo que cuidaba y arreglaba esta propiedad me recibo y me entrego oficialmente la finca y me dijo que allí en una pequeña caballeriza quedaba una yegua, que la dejaba lista que no tenía que hacer nada por ella.

Me comento que la yegua era suya y que no quería dejarla sola en su parcela ese día y esa noche, ya que él y su familia iban para el pueblo a la boda de un familiar.
Yo le dije que no había problema y pensé que suerte la mía, no lo estaba buscando pero no voy a desaprovechar esa yegüita, el mayordomo me hablo de otros temas y al final yo le pregunte: -qué pasaba si dejaba sola la yegua en su parcela, que si se la robaban? y él me dijo que no, que la zona estaba libre delincuentes, pero que tenía un capataz vecino que se folla su propia yegua y no conforme, le echa el ojo a la de él, además me comento que las yeguas entran en celo cada 21 días durante 5 días y que su yegua esta en ardor lo que le facilita aun más las cosas a su vecino.

Todas aquellas palabras eran música para mis oídos y de dicha conversación deduje que el mayordomo también se folla su yegua, ya en ningún momento se refirió a su vecino como un depravado, tan solo estaba celoso y quería cuidar a su otra hembra, y también me quedo claro que, como yo venía de la ciudad no desconfiaba de mí; lo que él no sabía, es que este zoocio, coge yegua y burra a más no poder.

A penas se fue el mayordomo yo me fui a ver a mi compañera la cual deseaba por aquellos días un macho y yo necesita una hembra dispuesta y jugosa, cuando entre sentí el fuerte olor a orina y es normal, cuando las yeguas están en celo aumentan la micción, la mire fijamente y ella me observo lo primero que hice fue acercármele y hablarle apaciblemente, sobarle suavemente la crin, el lomo y el anca, la yegua dejo ver otros signos que ellas tiene cuando efectivamente están en celo, ya tenía la cola medio levantada lo que me permitió verle su vulva, su labios morenos estaban hinchaditos y enrojecidos, toque su vulva y le metí mis dedos en su chochito y pude palpar la secreción del moco por su vagina dicho flujo empezó aumentar con la masturbación que le propicio mis dedos, por último la yegua realizo el acto de sumisión total a un macho padrón, separo sus patas traseras y aparto la cola, con lo cual excitan aun mas al semental, que en este caso era yo, lo que me volvió loco, mi verga que hacía rato estaba dura pedía que la liberara, me quite la bermuda y el bóxer que estaba totalmente mojado por mis líquidos seminales, acerque un balde, me subí para que mi pene quedara en posición, sobe con mi polla cabezona y llena de líquidos seminales su labios acolchonaditos y le introduje de a poco en aquella cuevita mojada y carnosa mis 15 cm de pija y sentía mi corazón a mil y empecé el bombeo suave, a lo que la yegua respondió abriendo cerrando sus labios alrededor de mi grueso salchichón, mi glande quería explotar de placer y más cuando acelere el mete y saca, tren de huevo para esa conchita necesitada de un fierro que la complaciera,

Después de 6 minutos corría por mi vergon y la vulva gran cantidad de flujo vaginal amarillento, que con el chas, chas, hacia espuma y caía de poco al suelo, señal de que aquella hembra estaba gozando, a los 15 minutos acelere al máximo la penetración, mi anaconda destrozaba aquella vagina y explote, leche corrida que llenaba esa chimbita, mi mente era puro éxtasis, saque mi verga ya un poco flácida pero que aun saltaba encalambrada, y me baje del balde, vi caer de a poco por su vulva gran cantidad de mi semen, sudando y apenas en bóxer Salí de aquel establo hacia la casa para ducharme, comer y recuperar fuerzas, eso sí volví tres veces más al mediodía en la tarde y en la noche, tenía que aprovechar esa yegüita, ya que el domingo en la mañana regresaba su dueño celoso y yo en la tarde regresaba a la ciudad.