La yegua, su dueño, mis amigos y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Toca el timbre de salida de la Secundaria y nos reunimos un total de 5 chavos.
Sus Nombres era Leonardo, José Carlos, Mauricio, Luis Daniel y yo A los cuales nos encantaba juntarnos para hacer muchas actividades entre ellas ver porno heteros y hacernos pajas en grupo.
En fin vuelvo a la historia:
Las clases habían acabado y hacia mucha calor, entonces Leonardo propuso ir al río y todos aceptamos con la condición de que fuera el más alejado, ya que los que están cerca tienen mucha contaminación, cogimos nuestras bici y no fuimos en busca del refrescante baño.
Cuando llegamos nos dimos a la tarea de buscar un sitio, un claro donde podríamos bañarnos desnudos, que este apartado y que las bici queden seguras y en el camina camina dimos con uno bien lejos y que reunía las condiciones.
Empezábamos a entrar y sentimos gemidos y sigilosamente dimos con lo que era un hombre de unos 30 años tirando con una yegua, el hombre se estaba sobre un tronco caído para una mejor altura y posición mientras sus ritmos se aceleraban, nosotros enseguida entendimos que aquella oportunidad no la podíamos dejar pasar y nos sacamos nuestros rabos y comenzamos con la faena de una buena paja, pero Luis Daniel se entusiasmo tanto que dejo salir un gemido fuerte y el hombre nos descubrió.
En ese momento pensamos que nos habíamos metido en problema pero el hombre era un morboso en toda regla, saco su guevo de unos 17cm y nos dijo si queríamos probarla, que era toda nuestra.
Uf la idea nos puso a mil realmente meterse la a una yegua era algo que me me tía la cabeza a mil y estaba loco por realizar aquel sueño, José Carlos fue el único que dijo que no, que eso era de enfermos, y nosotros le dijimos que si no quería ese era su problemas que mientras el resto si iba a disfrutar de ese rico manjar.
Nos acercamos y empezamos a oler el sexo de la yegua que era penetrante, en eso Leonardo no se aguanto mas y le dio paso la lengua diciendo que estaba súper rico, apto seguido todos nos le hicimos lo mismo a la yegua mientras el dueño estaba sentado en unas de nuestras bici masturbándose con la escena y le dijo a José Carlos que eso no era malo, que él lo hacía todo el tiempo y que a pesar de que tenía esposa el sexo con animale es muy rico y excitante.
Entonces José Carlos accedió a unirsenos pero para entonces ya no había ropa en nuestros cuerpos, ahí estamos los 4 ya frenéticos saboreando los jugos del sexo de la yegua, hasta que decidimos con el juego de piedra papel y tijeras quien sería el primero.
Yo me adelante y les dije que quería ser el último, y Mauricio me dijo bobo porque iba a meterla cuando ya la yegua iba estar llena de semen de todos ellos.
Y era realmente lo que yo quería meterla en una vagina donde ya este llena de semen de otros machos y esa oportunidad no la iba a dejar pasar.
El primero fue Luis Daniel con su rabo de unos 16cm larga y curva hacia la derecha se unto su saliva y la penetro, su cara no disimulaba el placer que estaba sintiendo en ese momento y se movía despacio para sentir mejor las paredes del sexo de la yegua hasta que no aguantó mas y se vino dentro de ella arqueando su cuerpo encima de la yegua, yo me decía para mis adentros ya va uno, Luego le toco el turno a Leonardo con su herramienta de 15cm y gorda y cabezona y comenzó a penetrarla hasta que no pudo más y se corrió dentro de ella, le siguió el turno a José Carlos que se mandaba una buena herramienta de unos 17 y medio gorda y curva hacia arriba, realmente el era el mas desarrollado de nosotros y mas grande, pero a la vez el mas penoso y puritano, pero aquello lo estaba volviendo loco y es que el olor a sexo estaba en todo el lugar y cuando metió su rabo en la vagina de la yegua fue como un loco diciendo que aquello era la gloria, todos nos echamos a reír diciéndole que no quería, pero quien lo separaba de la yegua si parecía que le iba a sacar el rabo por la boca hasta que se corrió y nos dijo que en la segunda vuelta él era el primero, hasta el dueño se comenzó a reír que todo ese tiempo estuvo mirando como nos comíamos a su querida y estimada yegua.
Al fin José Carlos termino con un largo gemido y le toco el turno a Mauricio que su rabo era de 14cm pues era el más pequeño de nosotros pero el que mas recorrido tenía en la zoofilia pues tenía a su antojo a cuanto animal de granja se puedan imaginar y este duro un poco mas que los demás estaba tan acostumbrado a esas experiencias que la forma en que se lo hizo parecía un actor porno hasta que se corrió.
Y entonces me llego el turno yo estaba con las ganas a mil pues tenía dos sueños que iba a cumplir, el de meterse la a la yegua y a la vez lubricar mi rabo con el semen de otros machos que ya le corría a la yagua por la vagina y entonces me puse manos a la obra con mi rabo de 15cm en aquel entonces, ya había tenido experiencias en la zoo pero nunca con una yegua y realmente se sintió rico como esas paredes carnosas y húmedas te abrazan el guevo y lo envuelven en sus jugos, realmente no dure mucho, la excitación había sido demasiada.
Entonces el dueño se acerco y dijo que era su turno de acabar pero que antes quería probar algo por lo cual nos dejo a los 5 jugar con su yegua, acerco la cara al sexo de su yegua y comenzó a darle lengua a todo aquel semen que corría por la vagina de la yegua y lo chupaba y tragaba, nosotros nos quedamos asombrados pero nuestras pijas se ponían tiesas de nuevo, entonces el hombre comenzó a penetrar nuevamente a su yegua hasta que se corrió y se sentó en el tronco y mirándonos a la cara nos dijo que habíamos salido muy salidos todos comenzamos a reírnos.
entonces nos volvió a mirar y diciendo:
-Ustedes vinieron a bañarse o no?.
Todos asentimos con las cabezas, y siguió diciendo.
– Y de paso me bañan a la yegua que creo que me la acaban de follar.
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