Las cerdas del vecino.

Gracias al criadero de cerdos de mi vecino, nunca me falto una vulva animal con la cual experimentar….
Mi vecino casi nunca estaba en su casa, y su terreno no estaba bardeado, por lo que nunca me falto una vulva animal a la cual le cupiera mi verga.

Siempre habia por lo menos tres cerdas aptas para metersela toda.

Recuerdo que a mis 12 años yo ya habia experimentado todo tipo de sexo, con mis primas habia practicado hasta el sexo anal, ya me habia cogido animales y hasta con un vecino que era jotito que dejaba que me mamara la verga, mas nunca le pudo entrar mi chile.

Asi que para mis 12 años no me conformaba con cualquier encuentro sexual, buscaba cosas mas emocionantes.

Me encantaba hacer mis cochinadas bajo en manto de la noche, cuando nadie me viera.

Cuando todos ya estaba dormidos, yo me tranformaba en un demonio que solo buscaba realizar actos depravados.

Era como una sombra en la oscuridad, aveces podia estar frente a una persona y no podian verme… como un ninja que podia incluso arrastrarse por el suelo para llegar a su objetivo.

De esta manera, totalmente enzatanado y en la madrugada, salia en busca de alguna puerquita que estuviera dormida… me encataba incitarles sueños humedos.

Solia llegar con mucho cuidado y les colocaba mis manos encima suavemente, una en su abdomen para acariciarla y otra en su panocha, donde se la dejaba un rato para que se scostumbrara.

Las cerdas parecia que al sentir ese tacto comenzaban a tener sueños sexuales, porque comenzaban a mojarse demasiado y les palpitaba la vulva como pidiedo que les metieran la verga y algunas veces hasta se venian a chorros ahi dormidas echadas.

Cuando notaba que la vulva de la cerda tenia buen tamaño y estuviera pidiendo reata, me costaba atras de ellas, me ensalibaba toda la verga y comenzaba a apuntalarsela en la entrada du su ardiente y apretada cueva.

Cuesta mucho trabajo metersela a una cerda joven, porque el pito de los cerdos no es tan grueso como el de los humanos.

Hay que dilatarla bien, hasta que le entren 3 dedos por lo menos y al momento de enterrarsela uno lo debe hacer en un angulo como de 45 grados, para que se les valla toda.

Ufff la vagina de las cerdas son como la vagina que tubiera una muchacha de 13 o 14 años, aprietan y calientan la verga con madres, es una sensacion que no quieres que termine, pero que el instinto te lleva a moverte para acribillarla y aventarle todo los mecos hasta adentro de esa panochilla.

Asi me las cogia cada que pudiera, aunque algunas veces se despertaban, pero se paraban bien calientes y no les importaba quien vergas andaba ahí, las putas se dejaban que uno las siguiera dedeando y enterrandoles toda la verga hasta que se venian en miados conmi verga adentro aventandoles leche.

Al dia siguiente solia ir a verlas temprano para mirar lo que me habia cenado y al verlas siempre traian la vulva biem irritada e inchada de tanto palo que habian recibido.

Me tocaron de todo tipo de edades de cerdas, las cuales tenian grandes diferencias al momento de cojer y del tamaño de su vulva… habia algunas que hasta les podia meter la verga y los wevos juntos.