los carreros
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Un viernes por la tarde me encontraba en la vereda de casa tomando mate y fumándome un cigarrillo, al rato un pequeño carro doblo por la esquina de la calle, encima iban dos pibes de unos diez años mas o menos, detrás del carruaje aparecieron una docena de perros, que los seguían para atrapar alguna basura comestible, ya que estos pibes por unas monedas llevaban las bolsas que los camiones no habían llevado.
Después que el carro desapareció, note que uno de los perros había quedado rezagado hurgando entre unas bolsas, era una perra mestiza de pelaje corto color chocolate, regordeta, por su aspecto se notaba que hacia poco había parido, sus ubres estaban inmensas e hinchadas, casi se arrastraban cuando caminaba, y debajo de su delgada y larga cola, una vulva enorme y carnosa sobresalía casi escandalosamente. No pude reprimir en clavar mi vista en su concha gorda y sus ubres inmensas, y observe también que cuando se relamía algún resto de comida de su hocico, sacaba a relucir una fina y larga lengua.
Se me hizo agua la boca al ver esa hembra recargada de semejantes atributos, estaba solo en casa, así que no perdería nada en tratar de meterla adentro. Me levante y fui rápido a la cocina, en la olla quedaba un resto de un guiso que había hecho al mediodía, tome un puñado de trozos pequeños de carne y salí a la vereda, no había nadie sentado afuera, le tire unos trozos cerca y enseguida olfateo la comida, devoro la carne y alzo la vista para ver desde adonde había venido, me retire hasta el vano de mi puerta y le tire otros trozos, esta vez detrás del portón, ya dentro de la casa, la perra gordita enseguida troto hacia allí arrastrando sus tetas llenándolas de tierra,
Y se detuvo a comer, entre a la casa y chasqueando los dedos tire mas comida dentro de la casa, mientras se relamía con su increíble lengüita, entro y comió el resto, me deslice por un costado y cerré la puerta, por la ventana de la cocina vigile que no hubiese nadie afuera, me acerque a ella, la perra movía su cola y me miraba atentamente, me acuclille a su lado cautelosamente y enseguida se acurruco en posición de sumisión, la acaricie y rasque su cabeza, también frote su lomo, mi mano busco debajo de su cola, enseguida encontré con mi mano su abultada y flácida vulva, se la apreté suavemente y ella levanto su cola, estiro su cuello y empezó a lamerme la cara y la boca, saque mi lengua y siguió lamiéndome llenándome de saliva la boca,
Entonces le dije….mmh..que rica tu lengua..sos una putita tetona hermosa ..dejame que te de mi verga por tu concha..la perra gimió y siguió lamiéndome la boca.
La levante y la puse sobre el sofá, me saque la ropa y me agache a su lado, la chola olfateo y me dio unas lamidas en mi verga cubriéndomela con saliva, al sentir mis líquidos preseminales siguió lamiéndome, su lengua larga se enroscaba alrededor del tronco de mi verga, la levante y la senté en mi regazo, de frente a mi, con una mano empecé a restregar mi verga en la raja de su concha, que para entonces estaba babosa por sus fluidos, hasta que empecé a penetrarla,
Mi verga se deslizo con facilidad en su vagina, tragándosela toda, hasta que mis huevos hicieron tope en esa hermosa concha, la perra empezó a gemir mientras buscaba lamer mi boca, sus enormes tetas se desparramaban sobre mi panza, estimulada la chola empezó a largar leche por sus tetas, que chorreaba por mis costados, abrí mi boca sacando mi lengua y enseguida ella metió la suya, lamiéndome, le introduje mi lengua entre sus encías y labios sobre sus dientes, tragándome su saliva, su larga lengüita se deslizaba por dentro de mis mejillas.
Su concha empezó a contraerse apretando mi verga,
Y empezó a mover sus ancas hacia arriba y hacia abajo, mientras lo hacia recorría con su lengua mi rostro y la metía en mi boca, jadeando, entonces sentí como de mis huevos salía un torrente de leche que se abrió paso por el tronco de mi verga e inundaba el interior de su vagina, note como de su concha desbordada chorreaban colgajos de leche y jugo, por mis bolas, hasta que quedamos los dos allí jadeando, cubiertos de la leche de sus ubres y con un olor intenso a semen y el olor de perra alzada, se corrió hacia un costado, de su concha salió un chorro de leche, se acurruco en un costado del sillón y empezó a comer los restos de nuestros jugos de su concha, me arrodille en el suelo y metí mi cabeza entre sus patas traseras y mientras le decía…
Sos una chola puta ..dejame que te coma esa conchaza que tenes, mientras metía mi lengua y me comía sus jugos, ella metió su cabeza y lamía su concha abierta y mi lengua intercambiando nuestros jugos de la cogida. Después me higienice, la seque con un trapo viejo y me vestí, cuando salió de casa y se perdió por el portón, ya anochecía.
El viernes siguiente espere de nuevo en la puerta, sentado, cuando ya creí que no la volvería a ver, se repitió la misma escena, esta vez la chola se quedó en la esquina esperando, hasta que el carro y la jauría se perdió en la otra esquina, enseguida se levanto moviendo la cola, y mientras yo metía mis cosas en la casa, ella se escabullo adentro y quedo esperándome al lado del sofá, se sentó mientras cerraba la puerta, en tanto ella se lamía su concha que ya rezumaba flujos, palmee el sofá para que subiera, enseguida lo hizo, me acuclille a su lado y levante su cola, allí estaba de nuevo esa concha enorme, parecía que la naturaleza la hubiera fabricado para que yo la disfrutara, ella agacho sus patas delanteras agazapándose, mientras mantenía su grupa levantada, metí mi cara de costado y apreté con mis dientes suavemente su concha, de su interior rezumó sus flujos babosos, que trague mientras le decía…hhha puta hermosa…que sabrosa tu cajeta..
La perra gimió mientras la lamía y chupaba, después la obligue a que se echara de costado, levantándole una de sus patas traseras, quedando así al descubierto el racimo de ubres hinchadas y enormes, me prendí de un pezón y mientras apretaba su ubre empecé a tragarme la leche que largaba, mientras lo hacia veía como su concha se contraía y abría de lo excitada que estaba, me senté entonces a su lado y enseguida metió su cabeza en mi regazo, buscando mi verga, empezó a lamerla llenándome de su saliva tibia y babosa, empecé a pajearme mientras ella estrellaba su larga lengua en el tronco de mi verga, sus pequeños ojos negros se centraban en ver como se lamía mi verga…ya sin aguantarme , le dije…hhuuu…puta deliciosa…ahí va..ahí va mi leche para vos, mientras la leche salía a borbotones,
Ella se lo tragaba relamiéndose el hocico buscando que no se desperdiciara su golosina, quedo allí por un momento limpiando con su lengua a lo largo de mi verga, la que me dolía de lo enhiesta e hinchada que estaba, entonces la alce y la senté sobre mi regazo, su enorme concha mojada quedo sobre el lomo de mi pija, la acomode un poco y se deslizo profundamente en su concha, entonces empecé a cogerla alzando y bajando mis caderas, podía ver como toda mi verga desaparecía en su cajeta y se la volvía a sacar, la cholita empezó a ladrar y a gemir, su vulva apretaba acompasadamente el tronco de mi pija, entonces abrace su pequeño cuerpo rechoncho y voluptuoso apretando sus tetas, su cabecita apenas asomaba entre mis brazos, y la apreté contra mi cuerpo manteniendo mi poronga incrustada profundamente en su concha,
Su vulva totalmente abierta parecía estar a punto de tragarse también mis bolas, estiro su cabeza y mientras me lamía la boca empezó a temblar y a acabar empapándome la bolas con los jugos de su concha mientras yo le descargaba los últimos chorros de leche en lo profundo de su vagina, la solté mientras me reclinaba hacia atrás, ella levanto una de sus patitas trasera y empezó a lamer nuestros jugos mientras todavía estábamos acoplados, después se deslizo hacia delante, mientras mi verga se desenvainaba, de su concha salió un reguero de leche, ella quedo en el piso lamiéndose su desfondada concha por segunda vez, mientras de sus tetas descargaba leche haciendo un enchastre, la levante delicadamente poniéndola sobre el sofá y empecé a lamerle su concha abierta y a chuparle sus ubres….así puta dejame que te coma de nuevo.
Cuando la deje salir, todavía tenia la pija dura, y en mi boca guardaba el sabor de su concha de chola y la leche de sus tetas de puta.
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