Lujuria al mil por mi yegua
Sábado de lujuria y corridas de mi yegua puta.
El sábado 23 de septiembre del presente, llegué al rancho con mi amigo (el no es zoo), ansiaba encontrar a las yeguas, en especial a mi hembra favorita, mi amigo estaba esperándome, así que cruzamos palabras de gusto por encontrarnos y acordamos ir al potrero a buscar a los animales, llegamos al campo, buscamos y encontramos a mis hembras, las arreamos hasta el corral y las encerramos, platicamos un rato y el se despidió para regresar al pueblo dejandome solo con las nenas, para quien sepa y ansia una pucha de hembra zoo, sabra que en ese momento yo estaba más que volado y con la verga parada, una vez que mi amigo desapareció de mi vista, entre al corral he intente amarrar a la yegua madre ya que de esta manera mi hembrita se queda quieta pues no se despega de la mamá, la neta me dio lata, y no pude, aprovechándo qué la nena se quedo quieta de inmediato me fui a su trasero para mirar esa pucha, como qué ella ya sabe que va ha suceder cuando me ve y huele quien soy pues su puchita empieza como a húmederse, tanto qué se le ve mojada y con burbujitas por ese líquido qué empieza a escurrir, al ver eso y verla quieta mi mente pervertida no controlo mis movimientos, y de inmediato mis dedos húrgaron esos labios hermosos qué en su interior se sentía húmeda y caliente, mi verga latía y estaba al rojo vivo, no espere más me lubrique la cabeza de la verga y ensalive la entrada de la raja, puntee y con poquita presión mi verga se deslizó hasta el fondo, no joda hermano, se sentía delicioso pues mi ayuno de dos meses de pucha de yegua valió la pena, empecé con ese mete y saca y la pucha empezó a dilatarse y emitir sonidos como pedos, le daba fuerte y me recostaba en sus ancas, y acariciaba sus tetillas, ella volteaba a mirarme, sentía como qué empujaba hacia atrás, continue dándole rápido y suave sintiendo la humedad de esa deliciosa pucha, yo sentía delicioso, después de un rato se movió y para no venirme, decidí parar y amarrar a la mama en lo que me calmaba la venida, una vez amarrada a la madre, la nena se pego a ella y se mantuvo de nuevo quieta, por lo que aproveche para ir a mi asunto, esa deliciosa, sexosa y provocativa pucha, tanto era mi morbo y calentura que empecé a meterle los dedos y por primera vez me atrevi a meterle los cinco dedos y ya encaminado y con esa pucha bien lubricada sentí como mi puño entraba en esa ricura, ella abrió las patas y empezó a bufar, lo metía y sacaba hasta lograr que entrará el brazo completo, sentí que llegue a una segunda cavidad, sentí un anillo, como de las perras pero más adentro y ahí empecé a mover el brazo y los dedos palpando ese anillo, y empezó a venirse sin parar mientas más movía el brazo y los dedos más tiraba ese líquido como leche, no mames yo estaba vuelto loco de deseo así que saque el brazo y meti la verga, ayyy papá hirviendo como nunca la había sentido y cosa rara no dejaba de venirse me mojo la verga a chorros, una y otra vez, mi trusa bien mojada y el pantalón igual, la neta me valió madre hasta quería meter la cara para que me la moje, me detuve tantito y empecé a darle dedo, entonces descubri que la friccion de mis dedos con la parte superior interna de la pucha, casi pegada al culo le provocaba sensaciones y esa pucha se corría como regadera, esa parte se le inflamo y al meterle la verga y cogermela friccionando esa área mi hembra habría las patas bufaba y se corría, madres qué rico, así estuve un rato cuando me di cuenta habían pasado dos horas y ella seguía corriendose aunque en menor cantidad pero si me mojaba de lechita la verga y cuando por fin me vine, puaffff puta sensacion y de la batida se volvió una espuma y note que la pucha estaba más abierta qué de costumbre, me aparte y la nena seguía abriendo y cerrando esa puchita y goteando, creo que el olor habria calentado a la madre pues estaba con la cola levantada. De las veces que he cogido a esta hembra es la primera vez que siento todas esas sensaciones y que mi puta se viene a chorros, deje pasar un rato y al ataque de nuevo, tenía que aprovechar la estancia con esa ricura de hembra, y ella se volvió a correr dejandome todo mojado y oliendo a fluidos, de ese aroma que me embriagaba y me mantenia con la líbido a mil, pero ya el cansancio se sintió, y decidí dejar a la nena descansar, a los pocos minutos llego mi amigo y creo que sintió el olor que yo emanaba, solo le comenté puta madre siento que huelo a caballo, me dijo, sí, jajaja. Hoy a dos días de lo sucedido tengo en casa el pantalón y la trusa endurecida de fluidos que al olerla me pone de nuevo en ese momento de lujuria con mi hembrita.
Que rico en verdad espero algún día probar y saciar mis ganas como tú en verdad qué rayado estás con esa hembra fiel.
Hola bro, me imagino que eres zoo como me gustan las yeguas. Y a ti?
Hola
Yo tengo una burra y material con ella la cojo diario
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Excelente relato