« MASCOTAS » (PARTE 2)
« CLASES PARA LULÚ Y ELEAZAR » .
Al día siguiente y por la mañana, Eleazar fue despertando de su profundo sueño, pues, curiosamente estaba sintiendo una rica y maravillosa sensación.
Eleazar se estiró fuertemente y entonces, al abrir los ojos, ese gran hombre se llevó tremenda sorpresa, pues, Lulú lamia y lamia aquella enorme verga, la cual, se encontraba súper dura y estaba expulsando algo de líquido.
Eleazar: “ÑÑÑZZZ” ¡Lulú déjame dormir, es muy temprano todavía!
Aquella perra hizo caso omiso a las palabras de su amo y entonces, continúo pasando su húmeda lengua por toda aquel enorme y apetitoso trozo de carne, ya que, le había gustado olfatear y degustar aquel rico sabor y aroma que emitía ese gran macho humano.
Eleazar: “Lulú, hazte a un lado o me voy a orinar en la cama”
En ese momento, aquel hombre aparto de golpe a la perra y se brincó de la cama, luego, dio unos pasos agigantados para llegar al baño y entonces, empezó a vaciar su vejiga, ya que, durante toda la noche, se le había acumulado demasiada orina.
Eleazar: “uufff” ¡creí que iba a reventar! (Dejando salir aquel enorme chorro)
Cuando ese hombre termino de orinar, esté, dio un par de sacudidas a su semidura verga y regreso a la cama; ahí, Eleazar se percató de que Lulú ya no estaba en la recamara, así que, Cerró la puerta y se dispuso a dormir un rato más.
Los minutos fueron pasando, así que, cuando Eleazar despertó, esté se percató de que eran casi las 10 de la mañana, así que, se volvió a estirar de pies a cabeza y se apretó muy fuerte la verga, mientras caminaba a lavarse los dientes; ya una vez aseado, ese hombre bajó a la cocina para prepararse café y el desayuno.
Dos horas después, Eleazar se encontraba relajado en el sofá, pero, al estar viendo el televisor, él no se concentraba en el programa que estaba pasando, pues en ese momento, había algo que le inquietaba y como hecho, esté se apretaba la verga en repetidas ocasiones, ya que, se le ponía súper dura a cada rato.
Pero en un segundo, cuando él se quedó observando la enorme vagina de Lulú, ese hombre recordó lo que había ocurrido en la noche, así que, en ese instante, él se excito en sobremanera y empezó a masajear suavemente su dura verga, pero, eso no era lo que él deseaba en ese momento, pues, necesitaba sentir nuevamente la cálida sensación de aquella estrecha vagina.
Olvidándose de sus complejos y prejuicios, ese hombre perdió completamente los estribos, así que, sin decir nada, esté atrapo a Lulú y la acomodo sobre el sofá con una buena postura; después, Eleazar fue directamente a su cometido y entonces, él rápidamente se lubrico con abúndate saliva su gruesa verga y la enterró de golpe en esa vagina.
Lulú, inmediatamente sintió aquel pinchazo, así que, en ese instante, ella dio un fuerte chillido e inmediatamente se zafó de las enormes manos de su amo y no era para más, pues sintió, como aquella enorme verga estiro de una su estrecha vagina.
Ante este hecho, Eleazar no podía evitar dejar de observar, como su amada perrita se lamia constantemente la vagina y lloraba muy quedito ante el dolor que le había provocado; aunque, esta acción, ya tenía que pasar tarde o temprano, pues, Lulú debía ser desvirgada completamente para complacer a su macho humano.
Con su enorme verga en la mano, miles de pensamientos pasaron por la mente de aquel hombre y entre ellas, él se hacia las siguientes preguntas… ¿estará bien? ¿será que le abre hecho daño? ¡pero, si no le metí mucho de mi verga! ¿o sí? ¿será que la lastime por dentro cuándo chillo? “no puede ser” ¿qué hago?
Ante esas ideas en la cabeza, aquel hombre no dejaba de darle vueltas al asunto, así que, su mente razono y nervioso, opto por llevarla a revisión con el veterinario; así que, tomó su teléfono y marcó el número del consultorio, pero, desafortunadamente nadie le contestó la llamada.
Sin saber que hacer, ese hombre daba vueltas desnudo por toda la casa, pero, una vez más, su cerebro nuevamente lo ayudo, pues, recordó que, el médico veterinario le había anotado su número personal en la cartilla, así que, inmediatamente lo llamo.
Médico veterinario: “diga”
Eleazar: ¿hablo con Erick el médico veterinario?
Erick: “si, si, el habla” ¿en qué le puedo ayudar?
Eleazar: ¡medico buenos días! ¿no sé si te acuerdas de mí? “pero, soy Eleazar y siempre he llevado mi perrita Lulú contigo”
Erick: ¿Lulú, Lulú? ¡así, Lulú la perrita Basset Hound!
Eleazar: ¡sí! “mira, te estoy llamando porque quiero ver si me la puedes revisar, pues, fíjese que entro en celo y un perro muy grande me la quiso montar” (mintiendo)
Erick: ¿cómo así!
Eleazar: “si” ¿la puedo llevar a tu consultorio para que la revises?
Erick: “eh, hoy no hay servicio en el consultorio, está cerrado” “pero, si gustas me la puedes llevar mañana”
Eleazar: ¿no podrías venir hoy a mi casa a revisarla? “es que necesito saber que está bien”
Erick: “eh, hoy es mi día libre, pero, en cuanto me desocupe paso a verla” “seria, después del mediodía” ¿te parece?
Eleazar: ¡sí, está bien! ¡gracias medico!
Erick: ¿me dices que está en celo verdad? ¿o la monto sin estarlo?
Eleazar: ¡esta, ya lleva varios días en celo!
Erick: “ok” ¡mándame tu ubicación y llego más tarde!
Después de haber compartido su ubicación, Eleazar prefirió irse al gimnasio a matar el tiempo, pues, estaba incomodo con esta situación; hora y media después, Eleazar regreso a casa, así que, se metió a la regadera para quitarse el exceso de sudor y calor que llevaba consigo, pero, 5 minutos después, el timbre de la puerta empezó a sonar, así que, Eleazar cerro la llave de la regadera, se colocó una toalla en la cintura y fue la puerta para ver de quien se trataba.
Eleazar: ¿diga? “ah, eres medico” ¡pasa, pasa!
Erick: ¡gracias, muchas gracias!
Eleazar: “perdón que te reciba así, pero, me estaba duchando”
Erick: “no te preocupes” “uno es libre de andar como quiera en su propia casa” ¿y dime, en que te puedo ayudar?
Eleazar: “cómo te comenté, mi perrita entro en celo hace varios días, pero, hoy un perro la quiso montar y ella grito muy fuerte” (mintiendo acerca de los verdaderos hechos)
Erick: ¿y qué tamaño era el perro?
Eleazar: “muy grande, era enorme” (nervioso)
Erick: ¿y la penetro completamente?
Eleazar: “no, no pudo” ¡pues, ella grito y zafo de él!
Erick: ¿y dónde está el perro?
Eleazar: “eh, eh” “Brinco la cerca y se marchó”
Erick: ¿era enorme para ella entonces?
Eleazar: “si, si” “era muy grande”
Erick: “ok, voy por unas cosas y la revisare”
El médico veterinario fue a su camioneta y trajo consigo un maletero rígido, ah, pero eso no era todo, pues, lo venia acompañando una hermosa perrita Bóxer, la cual, era muy cariñosa y respondía al nombre de Coqueta.
Erick: “bueno” ¿y dónde está la perrita para revisarla?
Eleazar: ¡está en el patio, ya que, no quiere entrar!
Eleazar llevo inmediatamente a Erick hasta donde se encontraba Lulú, ahí, esté permaneció observando muy atento a lo que el médico veterinario estaba realizando, así que, Erick abrió su maletero y saco un espejo vaginal desechable, un tubo con lubricante y una lámpara.
Erick: ¿me puedes apoyar sujetándola por la parte de frente?
Eleazar: “claro, claro” (agachándose frente a Lulú)
Lo primero que hizo Erick fue, destapar el tubo de lubricante y el espejo vaginal, luego, lubrico muy bien el espejo vaginal y le dio indicaciones a Eleazar para que a Lulú no sé moviera, una vez listos, el veterinario empezó a introducir el espejo vaginal con mucho cuidado y después, inició la revisión interna con su lámpara.
Erick: “veamos, veamos por aquí” “a ver aquí” “del otro lado” ¡perfecto, ya está!
Eleazar: “medico” ¿que viste? ¿qué tiene? ¿está bien?
Erick: ¡la vagina de esta niña está en perfectas condiciones, no está lastimada y lo mejor aún, ella sigue siendo virgen!
Eleazar: ¿enserio? “uufff” ¡no sabe el alivio que me acabas de dar! “creí que la había lastimado”
Erick: “nada de eso, yo creo que a ese enorme perro le ganó la emoción o quizás era su primera vez, por eso no supo cómo penetrarla”
Eleazar: “puede ser, pero lo importante es que ella está bien” “jeje” (nervioso)
Erick: ¿te gustaría aprender? (viendo directamente a los ojos de Eleazar)
Eleazar: ¿cómo? ¿aprender qué? (tragando duro)
Erick: “aprender como las perras tienen sexo”
Eleazar: “eehh” ¡claro, claro, es bueno e importante estar informado!
Para que él pudiera comprender mejor, Erick le comento a Eleazar que haría unas demostraciones con su perrita Bóxer, también le hizo saber que no fuera actuar mal o pensar lo peor de él, pues, todo iba hacer con el fin de que entendiera el proceso, por el cual estaba pasando su perrita o pasaría en caso que la dejará aparearse.
Erick empezó a contar todo el ciclo de celo de una perra, el tiempo que dura, los cambios que tiene, entre otras cosas, él siempre se expresó de forma muy segura para que Eleazar tuviera una buena comprensión, pero, de pronto, el método de enseñanza cambio radical y entonces, él veterinario quito el primer compartimento de su maletero y tomo un objeto.
Erick: “mira” “esté es un pene de perro a menor escala”
Eleazar: “ok, ok” ¿qué raro es verdad?
Erick: “algo, pero como todos sabemos, en cada especie y como macho, hay uno diferente, pero, volviendo al tema, este pene es pequeño a comparación de otros”
Eleazar: ¿pequeño a comparación de otros?
Erick: ¡claro, luego te enseño unos videos, pero, ahorita voy hacer una demostración de lo que se debe hacer! ¡observa!
En ese momento, el veterinario hizo poner de pie a su perra y enseguida empezó a sobarle la vagina por la parte de fuera, esa perra no estaba en celo, pero, aun así, tenía una vagina de tamaño considerable, así que, en cuanto Coqueta sintió las carias de su amo, la perra de inmediato hizo a un lado la cola, abrió más las patas y resalto hacia fuera sus ancas.
Siguiendo con la demostración, aquel veterinario tomo abundante lubricante en sus dedos y los fue introduciendo en el interior de la vagina de la perra, una vez que los dos dedos entraron completamente, Erick hizo un par de movimientos con ellos y posteriormente comento lo siguiente.
Erick: “listo” ¡las perras siempre tienen la vagina húmeda, pero, a veces uno tiene que lubricarlas un poco más!
Eleazar: “Ok, ok”
Erick: “una vez lubricada, el perro procede a penetrarla y entonces, mete su pene en ella” ¡pero como te decía, este que tengo acá, es demasiado pequeño y obviamente, a mi perra no le va hacer ni cosquillas! “jajajaja”
Eleazar: ¿y hasta que tamaño pueden aguantar? (preguntando muy curioso)
Erick: “pues” ¡por mi experiencia, te puedo decir que aguantan todos los tamaños y formas, ya que, las perras tienen una vagina que se expande de acuerdo a la longitud y el diámetro del pene, a menos que sean demasiado chicas, por ejemplo, las chihuahuas, ellas no aguantan nada!
Eleazar: ¿enserio aguantan un pene grande? ¡me encantaría ver eso! (Viendo a Lulú)
Erick: ¿enserio te gustaría verlo? ¡porque puedo hacerte una demostración con mi perra!
Eleazar: ¡claro que sí! ¡es bueno saber de todo! (emocionado)
Erick: “bueno, esto ya no nos sirve” (guardando el pene de perro pequeño) “déjame buscar los otros por acá” ¡oh, mierda!
Eleazar: ¿Qué pasó?
Erick: “apenas recordé, que los otros penes los deje en la veterinaria”
Eleazar: “Huummm” ¿y ahora? ¿Ya no podrás mostrarme?
Erick: “mmm” “pues no” (haciendo un silencio total)
Eleazar: “bueno, ni modos”
Erick: “no, espera” ¡sí puedo mostrarte, solo que tendremos que improvisar con otro objeto diferente!
Eleazar: ¿improvisar con otro objeto diferente? ¿Cómo o con qué?
Erick: “tu espera, que voy a la camioneta un momento” ¡solo no te vayas a asustar he”
Ante su regreso, Erick sacó de una caja un pene de silicón de 16 centímetros aproximadamente y se lo enseñó a Eleazar, él, al verlo, de inmediato puso cara de asombro y frunció el ceño, pero, obviamente no dijo nada, pues, solo se limitó a observar lo que el veterinario estaba a punto de realizar; así que, Erick puso abundante lubricante sobre el pene de silicón y lo fue enterrando en aquella vagina muy lentamente.
Ante este suceso, los ojos de Eleazar se abrieron enormemente y entonces, no perdió detalle, de cómo esa vagina canina fue devorando lentamente aquel pene de goma de tamaño considerable, así que, dos minutos después, ese hombre quedo asombrado al ver como ese pene había desaparecido en su totalidad.
Eleazar: “No jodas” ¡se la enterraste toda y ni chillo!
Erick: ¡ya vez, te dije que la vagina de la perra se amolda a cualquier tipo de pene!
Eleazar: ¡que interesante descubrimiento!
Erick: ¡por supuesto! “mira” ¡un ejemplo es esta perra, pues, ya está acostumbrada a aguantar un pene mucho más grande que el que tiene adentro!
Eleazar: ¿enserió? ¡mucho más grande? ¡no jodas, no puedo creerlo! (muy emocionado)
Eleazar: “si es verdad” ¡si quieres te puedo dar la oportunidad de que…!
En ese instante, el teléfono del veterinario empezó a sonar y entonces, Erick tuvo que llamar a Eleazar para que continuara lo que él estaba haciendo, atendiendo su llamada, Erick hablo con voz ronca y dijo lo siguiente:
Erick: “mi amor, ahorita estoy atendiendo la perrita de un cliente, pero, dile que en unos minutos voy para allá, que me espere y no se mueva de ese lugar”
Ante esta conversación, Erick le dijo a Eleazar que regresaría pronto y se fue a toda prisa, en ese momento, Eleazar no entendió nada de lo que ocurría, pero, se quedó ahí con la perra, la cual, aún tenía aquel pene de goma dentro de su vagina; con la sangre hirviéndole de los pies hasta la cabeza, ese hombre actúo por impulso y entonces, dijo en voz alta.
Eleazar: “perdóname Coqueta” ¡pero voy a comprobar si es cierto que les cabe una buena verga!
En ese momento, ese hombre supo que no tenía mucho tiempo antes de que Erick regresara, así que, tomando rápidamente él tuvo de lubricante, esté colocó una buena cantidad en su dura verga, luego, esté se acomodó detrás de la perra y doblo un poco las piernas para tener la altura perfecta.
Una vez listo, Eleazar apunto su verga directamente en aquella vagina y de inmediato fue empujado hacia adelante, Poco a poco, aquella gruesa verga se fue deslizando en el interior de la perra, pero, de pronto, Eleazar se topó de nueva cuenta con aquella barrera que le impedía avanzar; otra vez decepcionado, ese hombre aseguró que todo lo que le había dicho el veterinario era mentira, pero, entonces, instantáneamente sucedió algo mágico, pues, la perra empezó a contraer su vagina.
En ese instante, ese gran hombre se llevó la sorpresa de su vida, pues, sintió como un estrecho anillo se fue abriendo y entonces, empezó a dejar pasar su gran hombría, Eleazar no podía creer lo que estaba viendo y sintiendo, ya que, para este momento, la toalla se le había caído y entonces, fue observando claramente, como esa rica vagina se iba estirado drásticamente para amoldarse y tragar más y más su enorme verga.
Eleazar: “aaaaahhhhh” ¡no chingues, que increíble se siente esto! “woooooooo”
En poco tiempo, el pubis de ese gran hombre había hecho contacto con la vagina de la perra, así que, sintiendo aquellos ricos apretones, Eleazar se movió un par de veces para penetrar a la perra, pero, en un segundo, él recordó que esa no era su hembra y que quizás, el veterinario podía darse cuenta de lo que había hecho.
Eleazar: “woooo” ¡ya vez Lulú, así te debes de portar y veras que vas a disfrutar como lo está haciendo coqueta! “mmmmm” ¡que rica vagina!
Aquel hombre estaba fascinado cogiendo a esa perra, así que, en un momento fue retirando su gruesa verga poco a poco y la clavo nuevamente hasta el fondo, Eleazar estaba maravillado con lo que acababa de descubrir, pero, este suceso solo duro unos escasos minutos, ya que, el timbre de la puerta principal volvió a sonar y entonces, Eleazar supo, que el veterinario había regresado.
Eleazar: ¡no chinguen, porque molestan en la mejor parte! “mmmm” ¡que rico!
Ante este llamado, Eleazar no le quedo de otra que, retirar su gruesa verga de aquella rica vagina, luego, ante el segundo llamado, esté recogió la toalla del pasto y corrió apresurado a la puerta para no levantar sospechas.
Erick: ¡perdón, pero, tengo que llevar a Coqueta a casa!
Eleazar: “eh” ¡claro, claro! ¡pasa!
Erick: ¡ahí estas, vente bebe, nos vamos a casa!
Eleazar: ¿y? ¿cuánto son sus honorarios?
Erick: “pues, esta vez no voy a cobrar nada, ya que, no hice mayor cosa”
Eleazar: ¿enserio? ¡pues, muchas gracias, te lo agradezco mucho!
Erick: ¡fue un placer mi amigo! “ah, por ciento, cualquier duda que tengas, no dudes en llamarme”
En ese momento, aquel veterinario estrecho la mano de Eleazar, luego, esté le entrego el bote de lubricante mientras se le dibujaba una gran sonrisa de lujuria en su rostro.
Enseguida, este le guiño un ojo y vio hacia abajo, ya que, por la abertura de la toalla, se le estaba asomando parte de aquella gruesa verga, la cual, esta super empapada de lubricante y palpitaba, mientras expulsaba hilos de abundante líquido preeyaculatorios.
Erick: ¡verdad que las perras son maravillosas!
CONTINUARA…
Estamos en contacto, cualquier saludo o sugerencia les dejo mi telegram @geniozoo
Hola,gracias por escribir, me gusta mucho como va el relato, espero que se ponga interezante😈😈
Esperaré con ansias la parte 3….
Ojala en esa tercera parte haya complicidad con el veterinario muy riico telato escríbelo pronto me dejo con la verga bien tiesa