ME ENCONTRÉ UNA BURRA Y NO DEJÉ PASAR LA OPORTUNIDAD
Me encontré una burra muy joven, pero eso no me impidió hacerla mía, fui su primer macho.
Desde los 9 años cuando me inicié en la zoofilia con mis gallinas, siempre que he podido y me encuentro a mis anchas doy rienda suelta a mis placeres, cuando fui madurando habitaba con mucha parola todos los días, clavaba cuanta hembra estuviera a mi alcance, aún recuerdo esas primeras eyaculaciones que eran solamente contracciones, sentía los apretones en el culo y se me quitaban las ganas, como a los 11 años pude percibir que botaba chorritos de un líquido algo lechoso en el culo de mis gallinas, que al sacarlo salía con algo blancuzco y en ocasiones con rila, al crecer probé esas calientes vulvas de mis ovejas y después otras deliciosas especies hasta llegar a una burra, aprendí a hacer orinar a mis becerras recibiendo esa agradable lluvia dorada y las contracciones de sus vulvas, cuando termino quedo lelo al verlas orinar para expulsar mi semen, actualmente tengo 34 años y no resisto a mis hembras bien sea aves o hembras de cuatro patas, si bien he clavado varias especies de aves también hembras de cuatro patas, por eso el 30 de septiembre en la tarde que viajaba desde el pueblo hasta la finca, al lado del camino y muy cerca a la casa había una burra pequeña; no tendría más de cinco meses, pastando, al percatarme que era hembra se me despertó ese instinto animal y casi simultáneamente me excite demasiado y sentí esos deseos incontrolables que normalmente me dan y esas ganas de clavarla, esperé que cayera la noche para ir hasta ese lugar. A eso de las 8 de la noche llegué donde estaba, levante su rabo metiéndole los dedos en su vulva la cual palpitaba, el animalito es muy pequeño pero se encorvo y levantó el rabo, mi verga estaba a reventar de la parola tan fuerte que tenía, así que me la llevé para la casa ya que no era lejos (unos 400 metros), como estaba solo la metí al cuarto de herramientas por lo discreto que es y donde por lo general tengo mis faenas, me encerré y me desnude de la cintura para abajo, la cabeza de la verga me brillaba de la excitación tan fuerte que me dio, me aplique retardante para no venirme demasiado rápido, me acomodé en las ancas de mi hembra, le abrí la entrada y le introduje suavemente en la vulva la cabeza de mi verga, que delicia probar una burrita, el animalito mascujaba y levanto el rabo, comencé a culearme esa burra con vaivenes algo fuertes pero no logré penetrarla, así que le humedecí con abundante saliva esa rica vulva y nuevamente le metí la verga, empecé a bombear encontrando algo de resistencia hasta que de un momento a otro logre mandárselo hasta las bolas, estaba bastante estrecha y la burra me apretaba duro la verga, un rato después la burra se distencionó por lo que comencé a bombear con todas mis fuerzas a la par sonaba fuerte el chapoteo, varios minutos después con algo de fatiga pare dejando la verga adentro y me dedique a ver a aquella hermosa escena, mi pene totalmente envuelto por esos negros labios, ver como apretaba y soltaba, sentir unos pequeños pucheros debajo de mi verga, con tanta arrechera que tenía y como lo hice en otras ocasiones, saqué la verga y me hice detrás de ella, cada vez que hacía pucheros le chupaba el clítoris haciendo fruncir bastante ese pequeño cuerpo, retomé la posición y volví a clavarla con toda metiéndole una culiada por unos 10 minutos, hasta que no aguanté más que me hizo gemir de placer, le desocupé mi semen en su totalidad dentro de aquella vagina que palpitaba, duré varios minutos y seguí dándole verga hasta que sentía que expulsaba el semen fuera de ella y le escurría, sentía aún muy caliente la vulva de la burra por lo que logre mantener erecta la verga por varios minutos hasta que se puso flácida, esperé un buen rato y cuando sentí la necesidad de tener sexo, me acerqué a esas hermosas ancas y combinado con la viscosidad del semen le pegué una clavada en esa vulva dándole sin compasión, como no utilicé retardante, pude sentir mayor sensibilidad y logré retener la eyaculación un buen tiempo después me estaba retorciendo de placer por lo que llegué por segunda vez en aquella negra vulva, cuando finalicé a eso de la 10 y 30 de la noche la regresé al mismo potrero y me devolví a la casa, al despertarme en la madrugada del domingo tenía una parola incontrolable y quería seguir follando, como aún estaba oscuro y se demoraba en amanecer, me fui corriendo hasta el potrero ahí estaba ella, así que le di verga por tercera vez, al terminar regresé a la casa en el albor del día para iniciar labores del día domingo. Aunque tengo aves y hembras de cuatro patas, las burras me gustan bastante, aunque son bien difíciles de conseguir porque ya nadie las utiliza para la carga. Por eso me desfogo con mis gallinas, piscas, ahora dos gansas hembra (es esporádico con mis aves), becerras, ovejas, cerdas y una perra cuando está en celo.
Magnifico relato,siempre es una delicia leerte ademas de lo bien redactado,totalmente creible .gracias jucatove por mantener tu gusto por las hembras zoo y compartir las experiencias!👏👏👏👏
que relato mas exitante como todos los que publicas! espero algun dia poder charlar conntigo
Si sería algo de poder cambiar ideas si se podiera conversar dejar comentario como
Mmmm me encantaría vertelo hacer me caliento mucho me da morbo real. Pero nadie se anima.
Buena experiencia esa.. lo que no entiendo es cómo se dejó sin problemas.. solo tenía unos meses y ellas así no se dejan.
Cuando le tocaba la vulva no hacia nada, echaba la cola hacia arriba y se dejaba, al tratar de meter los dedos molestaba un poco, pero poco a poco se fue dejando, como le dije era pequeña no le pongo mas de seis meses.