Me volví zoofílica
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Betty38241.
Tenía como 11 años cuando un día, ya anocheciendo, de regreso de la escuela hacia la casa me abordó un chavo como de unos 20 años ,
me metió a un zaguán oscuro que tenía una escalera como de metro y medio de ancho, metiéndonos debajo de ella
Me abrazó por detrás de la cintura y me empezó a fajar tallándome mi colita, sentí como le empezó a crecer y a poner dura su verga,
al rato me bajó el pantalón y se la sacó y con ella me siguió tallando, luego me bajó mi truza procediendo a recorrer con su verga bien dura, de arriba a bajo entre mis nalgas
se puso saliva en la mano y me la untó en mi culito metiéndome un dedo para ensalivármelo por dentro, al principio me dolió pero me empezó a gustar y lo dejé que siguiera, luego me metió otro dedo y empezó a moverlos, para ese momento ya me sentía en la gloria,
los sacó y sentí como me ponía la cabeza de su pene en mi entrada y empezó a empujar, me dolió mucho pero me dijo: puja como si quisieras cagar , así lo hice y sentí como empezaba a entrar dentro de mí, como se me comenzaban a abrir mis esfínteres y entrar su cabeza, casi me metía ya toda la cabeza cuando se vino abundantemente por lo que ya no hubo una penetración completa y me dijo, para otro día si te la voy a poder meter toda y cogerte;
pero ya no lo volví a ver aunque seguí pasando por el mismo lugar, quedándome solo el recuerdo y el deseo de volver a sentir algo igual pero con una penetración completa aunque no me atrevía a decírselo a alguien por temor a las burlas y al rechazo.
Corrieron los años y cuando tenía 56 años, después de una noche de farra amanecí con un deseo incontrolable de sentir una cogida
y aprovechando que no había nadie en casa, decidido me subí a la azotea al cuarto de servicio, me desnudé, me subí a la cama, me puse en cuatro y llamé a mi perro (un pointer)
que en cuanto me vio en pose brincó a la cama y se me montó, abrazándome por la cintura, comenzó a picarme con su verga y como al cuarto intento encontró la entrada de mi ano y que me la entierra,
como se la vi delgada no me apuré pero ya dentro y con el mete y saca sentí como se le empezaba a hinchar cada vez mas abriéndome mis esfínteres a lo máximo lo que me produjo un dolor muy fuerte por lo que quise zafarme pero me tenía bien agarrado no tuve mas que aguantarme y esperar a que terminara,
pero cuando me comenzó a pasar el dolor, comencé a gozarlo a lo máximo; duró mucho tiempo bombeándome
de pronto sentí que me entraba algo más grande todavía lo que provocó que me retorciera y gritara del dolor, inmediatamente sentí como descargaba chorros y chorros de semen bien caliente, aún después de la venida seguía bombeándome hasta que se detuvo, quedándose un buen rato sin moverse, luego pasó una de sus patas traseras para un lado quedando pegados culo con culo,
yo lo detenía de las patas para que no se fuera a jalonear y me lastimara y además para sentir mas tiempo toda su verga dentro de mi y gozarla al máximo
como a la media hora sentí como se le empezaba a bajar y solita se fue saliendo de mi cuevita pero yo lo fruncía para que no se fuera a salir ni una sola gotita de esa ricura de semen que me había echado mi dueño puesto que ya era yo su perra dispuesta a que me cogiera cuando el lo quisiera
y así fue durante dos años pero luego me separé de mi mujer así es que se acabaron las cogidas
y ahora espero que alguien tenga un perro que me lo preste para poder seguir gozando a esos ricos y cogelones animales, y si gustan puedo también ser la puta del que me preste su perro.
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