Mi cumpleaños
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Empecé a descubrir mi sexualidad a esa edad y pues me daba mucha curiosidad de lo que sería tener relaciones sexuales, el tiempo paso y a pesar de que me masturbaba, eso no me satisfacía totalmente.
Un día luego de salir de la ducha con mi toalla envuelta sobre mi cintura y todo empapado todavía, me tope con mi perrito de raza pastor alemán "Yulls" de 2 años, el cual siempre jugaba conmigo, yo me cambiaba en frente siempre después de bañarme porque me seguía a todas partes, fue entonces que aquel día mientras andaba desnudo por la habitación me empiné buscando ropa interior dentro de un cajón, a lo cual Yulls olisqueó mi trasero, jeje me pareció gracioso y lo tome a la broma, y me di vuelta para hacerle una caricia en la cabeza, pero cuando me di vuelta el perrito empezó a lamerme el pene, con lo cual quede fascinado, nunca había sentido cosa más cálida que aquella lengua frotándose contra la delgada piel de mi pene, me sentí asustado pero al mismo tiempo sentía tal placer que olvide por completo el pudor y me acosté en el piso para darle mayor comodidad a mi mascota y que me lo siga lamiendo, conforme seguía hubo momentos en que trataba de alejarlo porque sentía como cosquillas muy fuertes en mi pene pero él no se dejaba alejar empujaba su hocico con todas sus fuerzas hacia mi entrepierna y lamia tan delicioso que no lo soporte mas y termine eyaculando en su naricita, el sin parar en ningún momento lamio todo el semen que me había salido (el cual no era mucho, por lo que a esa edad no se vota mucho semen). Apenas el terminó de secarme todo con su deliciosa lengua me sentí tan bien que lo acaricie casi como diciéndole "gracias" y me quede tumbado en el suelo por unos minutos.
Pasaron unos días para que me dé cuenta que quería repetir lo que había pasado aquel día con Yulls, así que repetí lo mismo, esperé a que mis padres salieran me desnudé con mi perrito y resulta que pareciese que ya sabía qué hacer, los siguientes meses todo andaba de mil maravillas y que diga esto no implica que ahora venga algo malo, para nada, lo que pasó después fue una experiencia que jamás olvidaré y que cambió mi vida por siempre. Luego de pasar por muchos encuentros del mismo tipo llegó mi cumpleaños, pero como era costumbre igual mis padres tenían que trabajar y me quedaba solo en casa toda la tarde, así que pensé, ¿porqué no hacerlo? era mi cumpleaños número 15 y quería algo especial, así que fui con él y me encerré en el baño por si mis padres volvía temprano no me atraparan, en el baño con Yulls me quite la ropa y de nuevo se lanzó hacia mi pene, yo estaba sentado encima de la taza mientras el lamia todo, pero esta vez fue un poco diferente, Yulls no solo me lamía el pene, sino me lamia todo el cuerpo como pidiéndome que me pare de la taza, así que eso hice al momento que me puse de pié en frente de él, saltó y me empujó con fuerza hacia atrás con lo que me caí de rodillas y el con sus 2 patas delanteras me cogió de la cintura empujándome y obligándome a quedarme en cuatro patas, no podía levantarme ya que mi mascotita era muy grande y me cogía muy fuerte, una parte de mi creo que tampoco quería poner mucha resistencia, porque ya estando ahí, con mi mascotita que quería mucho, y si el quería algo más quería satisfacerlo, así que colaboré, cuando de repente sentí como un gran bulto se acercaba hacia mi anito, era una cosa enorme , ya antes había visto penes de perros cuando pisan perritas hembras, pero el bulto que sentía era muy grande y me moría de miedo, Yulls casi como si sintiera mi miedo me mordisqueaba la oreja derecha con lo cual sentí un alivio inmenso, y mientras sonreía, sentí como algo caliente, grande y mojado entró por mi anito, me dolió a horrores, tanto que grité entre dientes para no hacer mucho ruido, sentía como su enorme pene entraba y salía de golpe y que mi anito ajustaba esa tremenda carne dentro mío y aunque con el dolor y el gusto que sentía al mismo tiempo traté de soltarme y que lo sacara, con sus dos fuertes patas delanteras me tenia aprisionado de la cadera, le grite que me suelte, pero no me hacía caso, parecía que lo estaba pasando en grande, segundos después sentí como su pene crecía aun más y me sentí desesperado, su pene crecía mas y mi anito no lo aguantaba, sentía como si una piedra caliente creciera dentro mío y que me estaba rompiendo mi anito por dentro, a Yulls no le interesaba el seguía empujándome su enorme pene dentro y afuera mío, cuando de repente sentí que me la empuja toda, y cuando lo hizo sentí su leche salir como un chorro fuertísimo que fue delicioso, era caliente y no fue un solo chorro, sino varios, cuando me di cuenta que una parte de su pene se estaba resbalando afuera mío, era una bola en la base de su pene que se salía de mi
Yulls empujaba hacia mi intentando meterla pero no entraba era demasiado grande para mi huequito, sus chorros de semen dentro mío aliviaban el dolor que sentía y me causaban un placer enorme, después de unos 10 chorros fuertes todavía tenia su pene erecto y duro dentro mío, yo no me podía ni mover estaba con la cara sobre el piso babeando y con los ojos llorosos sintiendo todo el gusto de su pene dentro bombeando esos chorros, cuando sin previo aviso Yulls saca toda su verga de golpe, lo cual me hizo retorcerme, sentí como si me hubiera revuelto las tripas cuando lo saco, sentí que todo dentro mío se cambio de lugar, apenas lo saco empezó a lamerme mi anito sus lametazos se sentían muy bien y su lengua entraba dentro de mí, cuando volteo para ver cómo me lamia, vi su pene y me quede asombrado de todo lo que me había metido, eran cerca de 23 cm. de largo, pero lo que me asombraba más era su grosor, era del ancho de una lata de gaseosa y la bola que estaba en la base de su pene era aún más ancha, su pene le colgaba rozando el suelo y palpitaba de la misma manera que sentía cuando palpitaba dentro mío bombeando su leche, me acerque a él para ver mejor ese enorme trozo de carne venosa, y me di cuenta que todavía estaba botando pequeños chorros de semen, puse mi lengua encima de la cabecita de su pene y trate de meterlo a mi boca, pero no cabía era muy grueso así que solo me dedique a lamérselo mientras seguía botando su leche caliente sobre mí, unos minutos después mi mascotita terminó de lamerme el trasero y empezó a lamerse el mismo su pene, por lo que deje de hacerlo yo
Yo seguía en cuatro patas ya que no podía moverme mucho, pero con una mano quise explorar mi anito, y cuando lo toque me asuste muchísimo, mi huequito que siempre había sido muy pequeño ahora estaba dilatadísimo, tenía un agujero gigante hasta podía meter parte de mi puño dentro, ya no me dolía pero sentía mucho placer todavía, me di cuenta de que había pasado mucho tiempo y que mis padres estaban por volver por lo que intente vestirme, pero no podía pararme las piernas no me respondían me sentía muy débil y sentía que tenía un enorme agujero atrás, tambaleándome y apoyándome en la pared me pude poner de pie unos segundos y coger mi ropa, me senté sobre la taza y me volví a vestir como pude, limpié un poco el baño y salí de ahí con las piernas temblando y apoyándome en lo que hubiese cerca para llegar a mi habitación, donde me acosté en mi cama para no volver a salir, cuando poco después escuche a mis padres llegar buscándome para darme mi regalo de cumpleaños…… el cual vaya que ya me lo habían dado.
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