Mi perra arena
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por rp43191.
Soy un hombre de 41 y lo que les voy a contar es una experiencia que a mí me ocurrió con una de mis perras "ARENA" que es una de mis consentidas ya que yo la encontré y me gusto muchísimo, es una perra muy bella y muy lista sobre todo.
Bien, todo comenzó recién me habían instalado el Internet en mi casa y echo fue un suceso por que yo imaginaba el montón de paginas porno que iva a visitar, entre ellas. Mi experiencia en sexo ya era basta desde mi corta edad ya que desde los 13 habia tenido relaciones con algunas chicas, de ahí el gusto por lo prohibido comenzó a darme vueltas por mi cabeza, y claro para mí lo prohibido era la zoofilia, que para ser honestos me parecía asquerosa antes de probarla. Sin mas preámbulos vamos a lo bueno.
Una tarde navegando por la red, me encontré una página de zoofilia que contenía algunas fotos de mujeres y hombres teniendo relaciones sexuales con perros y burros, fue ahí cuando me entro la idea de tener las mías con mi perra, claro era algo difícil por que en mi casa siempre hay gente y casi siempre esta mi madre, cierta tarde un 10 de mayo, mi mamá acudió a un evento que ofrecía la escuela de mi hermano, y claro mi mamá acudió puntual a la ceremonia. El único que quedo en casa fue mi hermano Víctor un chiquitín de 3 años que solo ve caricaturas y que no represento un problema esa tarde tan inolvidable para mí.
Yo en esos momentos estaba casi decidido ha echarme a mi perra, que sabia iba a cooperar por que en esos dias andaba en celo; celo que por cierto ya iba a terminar y que me decía que yo tenia que apurarme, ya con el valor actué rápidamente y lo primero que hice fue darle un buen baño a la perra para que no me fura a infectar de algo, posteriormente la seque y fui a donde la amarraba, empecé a sobarle su almejita a lo que la perra contestaba gustosamente moviendo la cola de placer.
Después de unos 3 o 5 min. la perra solita se paro y se acomodo inmediatamente para que la penetrara, a lo que yo todavía dudaba, pero la perra insistía yo todavía inseguro; lo que se me ocurrió hacer fue meterle un dedo y solo se tranquilizo un poco, increíble le estaba gustando, luego introduje otro a lo que la perra contestaba haciéndole hacia atrás como diciendo ya penétrame, yo cada vez tomaba mas valor y arriesgue mi pene sacándolo completamente erecto de la excitación que me provocaba estar deseando a la perra, cuando yo empecé como a masturbarme la perra se percato y volteando su cabeza empezó a lamer mi pene de 16 cm. ella lo hacia muy bien con su larga lengua y eso me ponía mas caliente aun, no me decidía a introducírsela, pero en un arranque de euforia me decidí y se lo metí hasta el fondo de su almejita hinchadita y rosadita, un placer increíble me envolvía en esos momentos.
Era como estarlo haciendo con una mujer, la diferencia es que ahí dentro es mucho más caliente y apretado, pero mi pene encontró el fondo de mi perra, claro yo me movía como un perro, me movía tan rápido que parecía uno en realidad, fueron como 15 min., de penetración a buen ritmo hasta que me vine el la perra, inundándola con espermas humanos, y que al parecer le estaba gustando y que edemas lo disfrutaba mucho, por fin termine y me salí de la perra con el pene lleno de leche; que por cierto allá limpio con su larga lengua.
Me quede tirado en el pasto de la satisfacción que me provocaba la perra con sus lambidos lo que provoca otra erección, claro yo me sentía fuerte aún y la perra tambien me hinque y la perra noto que estaba erecto y se volvió a acomodar a lo que yo le conteste rápidamente volviéndole a clavar mi pene esta vez por unos 10 min. hasta que por fin me vine de nuevo en ella; después de esto viéndose la perra llena de leche se limpio su almejita y se retiro a su rincón satisfecha ya por su perro.
Yo quede satisfecho tambien claro, y solo esperaba una oportunidad para el otro día, oportunidad que se dio ya que mi hermano en esa fiesta se fracturo un brazo y termino en el hospital, lo que provoco que mi mamá saliera la tarde siguiente y todo el evento se repitió.
Dias después lo quise intentar de nuevo, pero la perra no se dejaba porque havia perdido su celo, ahora espero el siguiente, para repetir la experiencia, que fue muy grata.
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