Mi primera experiencia.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Ego127.
Mi primera experiencia.
Hola amigos y amigas de sexo sin tabues, mi nombre es Ego y soy de Argentina. Soy zoo desde los 9 o 10, y aunque nunca me consideré gay debo admitir que ya me rompieron el culo. Hoy tengo 30 años, y hace unos dias tuve mi primera experiencia completa. Cuando yo era chico sentia una gran compulsión por el sexo, pero las chicas de mi edad no tenían ni idea de las cosas que se me ocurría hacer a mi. Por eso tuve que recurrir a sus hermanos mayores para satisfacer mis fantasías. Pero muy pronto comprendí que no me convenía el negocio, ya que ellos me culeaban a su gusto, pero luego yo no podía culearlos a ellos. Aún así yo seguía insatisfecho por que yo quería cojerme a una chica pero no se me daba ninguna.
Alrededor de esos años noté que la perrita mediana que teniamos en casa se tumbaba de espalda dejando el vientre expuesto cada vez que uno la acariciaba. Y descubrí su concha roja y pensé que sería una buena opción para sustituir a una chica. Lamentablemente no le cabía mas que un dedo de tan estrecha que era, así que tenia que contentarme con algunas lamidas y recurrir a la paja como siempre. Quizas tendría yo unos 12 años ya en esta época.
Alejado ya de mis malos amigos y con una perra que poco podía hacer por mi abandoné esas ideas, pero no por mucho tiempo.
No era el único…
Al comenzar la escuela secundaria conocí a un amigo que parecía tener una mente muy abierta e ideas similares a las mías. Veiamos porno y pasábamos mucho tiempo juntos, la paja comunitaria no tardaría en llegar, y todos sabemos que una cosa lleva a la otra. No mucho más tarde terminariamos cogiendo, aunque para mi amigo era una experiencia totalmente nueva.
Vivíamos teniendo sexo como dos enamorados, nos conocíamos muy bien y nos complementábamos aún mejor.
Esta situación duró hasta que yo conocí a una chica, y me enamoré perdidamente. Obviamente nuestra relación homosexual se tenía que terminar, pero por un tiempo logramos vernos a escondidas. El tiempo y el trabajo hicieron el resto. Volviendo al tema zoo, siempre había quedado latente en mi mente el realizar una experiencia con una perra. Comencé a buscar información en Internet y descubrí un mundo de variantes, desde las cosas más excitantes hasta las más horrendas, vi también como era la pija de un perro, y una vez más el bichito picó.
A quién recurriría? Claro, a mi mejor amigo, mi alma gemela. Le comenté lo que estsba viendo y mis intenciones y de inmediato estuvo de acuerdo.
En el fondo de mi casa vivia un ovejero alemán joven, ni mieles ni mermeladas lograban hacerlo lamer, intentamos tocarle la verga, pero no había caso. El perro no queria hacerlo con humanos, y como no teníamos acceso a ningún otro macho mis esperanzas se desvanecieron.
Al cabo de un tiempo yo ya tenía hijos, esposa, trabajo y ninguna mascota.
Jamás se me ocurrió proponerle nada mi mujer, y a mi amigo ya no lo volví a ver. Y debo admitir, no por que no se pueda, sino por que ya no "daba" andar haciendo travesuras a esta edad, aunque para mi amigo, hacía rato había dejado de ser una travesura, era su modo de vida, el salió del closet, yo no.
Mi sueño hecho realidad
Hará cosa de un año tuve una suerte maravillosa al conseguir comprar algunas hectáreas de un terreno mitad sembrado y mitad monte. Algo que siempre quise fue tener mi un lugar así, lo que no sabía era que venía con yapa.
En esta zona no hay mucha gente, y los vecinos están desperdigados aquí y allá, el mío, el que está mas cerca esta a unos 500 metros o menos, y tiene un perro. En este lugar todos tienen perros, es casi una herramienta de trabajo.
Una tarde caminaba yo haciendo un recorrido cuando uno de los perros del vecino se me vino a la carrera hecho una furia y ladrando, alcé un palo y me defendí a los gritos y revoleos. Esa tarde el corazón se me salía del cagazo que me di. Ese fue mi primer encuentro con esta "bestia". Lo llamo así por que es un animal bastante grande, cruza con dogo argentino puro músculos y muy fibroso, un animal acostumbrado a andar y a cuidar otros animales, que no le tiene miedo a nada y que está preparado para cuidar la casa donde vive.
La Bestia
Varios días después estaba yo trabajando con mi mechete muy entretenido, cuando me doy vuelta la bestia estaba sentada observándome a pocos metros. Me paralicé en el lugar y pensé que el vendría a atacarme. En cambio se echó pegando su pecho y su cara contra el suelo y comenzó a avanzar con pasitos diminutos, la clara señal de la sumisión. What? Esto es de lo más raro, este perro debe estar loco, pensé, pero… Mejor tenerlo como amigo y no como enemigo. Asi que lo dejé acercarse y comencé a acariciarlo en la cabeza, en un segundo se echó de espalda mostrando su vientre y una verga inmensa de la cual ya asomaba la punta colorada. El perro se entusiasmó y repentinamente me saltó a la pierna, en un segundo tuve miedo, pues no sabía que había hecho yo que desencadenase esta reacción de su parte, pero el trenzó sus patas delanteras alrededor de mi pierna y comenzó a hacer sus movimientos pélvicos, deslicé una mano bajo su vientre, y comencé a tocarle la verga, que no tardó en hincharse y salir de su funda. Como yo había visto ya muchas veces en sexosintabues.Com sabía lo que tenía que hacer, sólo formé un anillo con mis dedos pulgar e índice y lo dejé hacer, en unos segundos su verga ya estaba tan grande que no podía cubrirse nuevamente, ahí comprendí que era el momento de voltear, el se bajó de mi pierna y yo hice girar su pija para colocarla hacia atrás y el se relajó. De la punta de su miembro salian pequeños chorritos de líquido transparente que yo utilizaba para lubricarlo. Sujetando su inmenso nudo desde atrás, los espasmos eran más fuertes que los anteriores y sus líquidos más espesos, el estaba acabando, me apresuré a ponerme de rodillas en el piso y me metí su verga en la boca para sentir y saborear su leche que no paraba de salir, cada vez que mi boca se llenaba tenia que parar para escupir y luego retomar la faena. Al cabo de unos minutos su verga comenzó a deshincharse y el se dio media vuelta y comenzó a lamer junto a mi cara, dió unos tirones y se alejó dos pasos para lamerse, se lo veía contento y a la vez exhausto. Yo empapado.
Asi hicimos varias veces cada vez que yo iba al campo, unas 3 o 4 veces al mes. Cada fin de semana. Cuando llego a mi terreno el no está, está en su casa pero al cabo de unos minutos aparece al lado mio, como por arte de magia, en posición de sumisión. Cómo era posible que el sepa que yo estoy aquí considerando la distancia que nos separa? Gracias a su finisimo olfato, me di cuenta que era por el olor, cada vez que yo voy al campo llevo el mismo pantalón, el mismo que tenía puesto cuando yo acaricié una perra que estaba en celo, y seguramente me habia limpiado las manos en mis piernas. Até los cabos y comprendí.
La vida me sonrie
Yo estaba absolutamente maravillado, mis deseos y fantasías se hacian realidad.
Se había hecho esperar, pero al fin llegó el perro que yo buscaba. Por supuesto había que llevar esto un paso mas allá. La penetración.
Pero y si me abotona?
Pero y si me duele?
Tantas preguntas y dudas en mi cabeza.
Lo mejor será no dejar que el nudo entre, bueno, no es difícil, considerando que tiene el tamaño de un puño o una pelota de tenis, no creo que entre. Perfecto pensé. Le ofrecí mi pierna como la otra vez, le hice la paja y cuando su miembro estuvo fuera ya gordo y chorreando me bajé los pantalones, me puse de cuatro e intenté metermelo, no habia caso, soy muy estrecho y su verga no es lo suficientemente dura. Frustración una vez más. No hay caso, haga lo que haga no conseguiré ser culeado por éste perro.
Diablos! Como pueden hacerlo entre perros si no tienen manos y yo, poniendo toda mi voluntad no lo podía lograr. Claro, es que su pene ingresa aun estando delgado, ya sé, para el próximo fin de semana lo intentaré.
Es solo cuestión de llegar al campo y esperar, casi como un reloj la bestia aparece al cabo de unos minutos. Esa vez pensé que lo mejor sería exponerle mi culo a la primera, sin pajas ni nada. El comenzó a lamerme el ojete y a ponerse nervioso, caminaba a mi alrededor e intentaba montarme por cualquier lado, luego volvía a lamerme con tanta fruición como si quisiera meterme la lengua, esta es la parte más excitante, por fin amagó a subir por la parte de atrás, y comenzó a moverse pero no conseguía atinarle a mi culo, el perro se empezó a desesperar, y con sus patas delanteras me arañaba el estómago mientras con las traseras me pisaba y lastimaba las pantorrillas. Qué sufrimiento, esto así no es divertido, vamos perro imbécil! Atina de una vez! Y parece que leyó mi mente. Me clavó su hueso peneano con tanta violencia que de golpe me fruncí y fue peor, otra vez, era como si quisiera meterme un lápiz y mientras más me lastimaba mas fruncia yo el ojete.
Aquí se termina esta idea reloca, yo no pienso hacerme romper el culo con esta bestia desesperada. Si no se puede, no se puede. Por algo los perros son perros y los humanos, humanos.
Pero, como lo logran en las películas? Es que son entrenados? Es que tienen un ayudante? Como logran que el animal se mantenga relajado? Seguramente debo leer más y tratar de aprender lo que pueda antes de hacerlo y salir lastimado.
Encontré la guía de sexo con perros de www.sexosintabues.com y la leí completamente. Dos palabras surgían, relajarse y lubricar. Ya lo tengo! La próxima vez que venga al campo voy a venir bien preparado.
Una experiencia de vida
Bien, hoy es el día, no voy a dejarlo pasar. Estoy dispuesto a hacerme coger por La Bestia, cueste lo que cueste. Llegué temprano y comencé con mis tareas habituales, podar un árbol aquí y limpiar un poco allá. Estaba haciendo tiempo para esperar la caída del sol. Buscando el amparo de la oscuridad por si alguien pudiera andar cerca. Tipo 6 de la tarde me acerqué hasta el alambrado que rodea su casa y miré para tratar de encontrarlo. A poco apareció con su habitual posición de sumisión. El estómago pegado al piso y dando minúsculos pasitos. Le hice señas de que me siguiera hasta un lugar protegido que yo había acondicionado. Tenía un jabón, un balde con agua y una toalla. Además de papel higiénico.
Como las únicas visitas que le hago son sexuales, el ya sabía lo que pasaría. Y en consecuencia estaba desesperado.
Yo me bajé el pantalón hasta debajo de las rodillas y el se acercó a mi, y comenzó a lamerme la pija que aún estaba flácida. Ni un segundo tardó en buscar mi ano con su hocico. Me puse de cuatro e inmediatamente lamió mi ojete y mis bolas, la sensación era extraordinaria, gratificantes cosquillas recorrian mis nalgas. Puse saliva en mi mano y la llevé hasta mi ano, comencé a meter un dedo para ir lubricando y dilatando tal como había aprendido, el lamía los alrededores, y cada tanto intentaba montarme por cualquier lado, hasta parecía que quisiera hacerme un "face-fucking" cuando me montaba por delante. Yo debía incorporarme para poder deshacerme de el. Sus uñas lastimaban mi piel. Cuando conseguía hacerlo montar por detrás, venía la parte más difícil, conseguir que atine a mi agujero. Recordando las indicaciones puse mi mano derecha en el suelo y con la otra, trataba de guiar su miembro. Logró penetrarme un par de veces, y fue una gran sensación, pero su verga se salía y no lográbamos abotonar. Así sucedió en dos oportunidades, mientras su pene se engrosaba, y yo temía que ya no entrara. Un último intento pensé, bajé mi pecho hacia el piso y alcé mis nalgas, tomé su verga en mi mano y la dirigí a la entrada de mi ojete, el dió uno o dos empujones certeros que yo disfruté y luego un tercero que fue muy profundo, cuando palpé me di cuenta de que la tenía toda adentro, el dió un empujón más y aguardó, unos segundos después cruzó su pata trasera sobre mi. Estábamos abotonados.
La penetración
Recuerdo que pensé "esto es todo? Asi nada más? Es mucho más fácil de lo que creía, ahora solo a disfrutar… Al cabo de unos minutos comencé a sentir como su verga se hinchaba dentro de mi. Recuerdo que la sensación era muy extraña, comencé a sentirme lleno, más lleno, lleno como nunca había sentido. Su miembro presionaba mi interior y podía sentir como ocupaba espacio dentro mio. Su eyaculación no se hizo esperar. Chorros y chorros de leche perruna inundaban mi culo, la sensación era intensa, extraña, bizarra. No tan placentera como esperaba. Estuvimos un rato así, culo con culo, cansado yo decidí echarme, la sensación de sentir su culo y sus bolas calientes contra el mío era lo mejor. Unos instantes después comencé a sentir como su pija se iba deshinchando, el mayor placer lo sentí en este momento,cuando su verga podia moverse dentro y rozar mi prostata, además podía sentir como nadaba en el. semen que el había descargado, algunas gotas podian salir y chorreaban por mi pierna. De repente el muy hijo de puta quiso salirse, provocandome un intenso dolor. Ahhgh maldito perro imbécil! Quedate quierto! Incorporé mi espalda y me apoyé con una mano, mientras con la otra agarré una de sus patas para evitar que tire más. Lo intentó una vez más. Ahh! Qué dolor! Dios, en qué carajo me metí. Maldición. Tiré de su pata hacia mi, pero el dolor no desapareció, parece que el se asustó y fue aun peor, hizo un paso, y el dolor fue insoportable. Me saltaban las lágrimas y yo lloraba pidiéndole a Dios que me perdone por los pecados cometidos, el sudor comenzó a hacerse copioso y resbalaba por mi frente. Apoyé mi cara contra la tierra y traté de sujetar ambas patas traseras de la bestia. Conseguí acercarlo hacia mi, y fue un alivio. Mi ano latía y me dolia, podía sentir liquido chorreando por mis nalgas y pensé que quizás sería sangre.
Qué estoy haciendo aquí? Por qué estoy haciendo esto? Y si me desgarra? Maldición, Dios! Cómo diablos iba a explicar esto? Qué le diré a mi familia si es que no puedo deshacer esto? Eran todos pensamientos terribles que solo me ponian peor, lloraba como un niño asustado, solo espero que su verga deshinche pronto… Ahhgh otro tirón. Por qué? Imbécil por que mierda no te quedas quieto? Podía sentir que su nudo había disminuido considerablemente de tamaño, pero no lo suficiente como para salir sin causarme un intenso dolor.
El se giró sobre si mismo y comenzó a lamer mi ano, Dios santo! Sentia placer y dolor al mismo tiempo!
Al cabo de unos segundos pensé que su pija habría disminuido, pero para saberlo, necesitaba empujarlo y confirmar. Liberé una de sus patas e inmediatamente el tiró, ay! Ahh! Qué dolor! Las gotas de sudor entraban en mis ojos causandome irritación, pensaba que quizás alguien podría oír mis gritos en el silencio de la noche que ya se había hecho oscura, tomé la decisión de que no me quedaría a esperar la vergüenza de que me encuentren asi. Además algunas personas tienen la costumbre de echar agua a los machos, pensando que de esta forma su miembro se encoge, pero imagino que el animal, asustado, intentaría huir, desgarrándome seguro.
Si yo me metí en esto yo tengo que salir, como sea.
Tomé aire, intenté relajarme y comencé a empujarlo lentamente, parece que el animal percibió esto y no tuvo mejor idea que tirar, Ahhgh, vamos! 1,2, 3 tira perro de mierda! Ahhgh PLOP fue el sonido que se oyó.
Qué he hecho?
Yo lloraba y gemia, tirado en el suelo me vi como se veria una joven violada, de esas que aparecen en la tv. Me sentía mal. Me sentía violado y ultrajado por esta bestia que ahora se lamia la verga como triunfador. Asi quedé un instante, cuando comencé a sentir liquido chorreando por mis nalgas y pensé lo peor. Acerqué mi mano suavemente y palpé mi ano, que había quedado desflorado y me dolia como el demonio.
Me incorporé, me quité la ropa, y prendí la linterna, gracias Dios! Lo que tenía en mis piernas era leche, semen perruno, estaba empapado en eso, pero no había sangre. Me lavé y me vestí. Me costaba caminar de manera normal, el ojete me ardía, al sentarme en el auto lo hice despacito, pero dolió.
El regreso.
De regreso a casa pensaba en como diablos explicaría los uñazos y magulladuras.
También pensaba en que jamás repetiría esta experiencia tan loca, como se me había ocurrido!
A mi ano le tomó tres días volver a la normalidad, y recien al quinto cesó el dolor. Pero pero al sexto dia, ya estaba pensando como hacerlo nuevamente.
FIN
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