Mi primera vez

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por codos2009.
Había ido con mis padres a pasar el día a una casa de campo de mi tía.

Contaba yo 8 o 9 años y era un chaval guapetón, rubio y sonrosado, sin ningún pelito en mi joven cuerpo. Aún no me había desarrollado. Tenía una polla y huevos pequeñitos y un agujero dulce y virgen.

Que yo recuerde, desde los 5 años (antes no estoy seguro), me masturbaba asiduamente, en cualquier lugar. Ahora, a mis 33, sigo haciéndolo.

Mi tía tenía un vecino, grande y peludote que tenia varios animales, y como no le cabían todos en su establo, guardaba las cabras y dos perros en el de mi tía, que se encontraba en la parte baja de la casa.

Hacia poco que las cabras habían parido y había muchas cabritas pequeñitas. A mi me gustaba jugar con ellas, así que mis padres y mi tía me dejaban en el establo para que lo pasara bien.

En un momento dado, me excité, me quité los pantalones y los calzoncillos y empecé a masturbarme.

Los dos perros que había se acercaron, me olfatearon y empezaron a lamerme la polla y los huevos. Joder que gusto en mi pollita y huevos pequeños y sin pelos aún. Notaba perfectamente cada lametazo. Aquello me excitaba, aaa….

Entonces me puse a cuatro patas y les di mi culito imberbe para lamer. Uf, no paraban, pasaban su lengua por mi agujerito rosado.

Estaban bien enseñados. Seguro que el dueño, ese hombretón, hacia que le chuparan bien el pollón, esos huevos de toro y su culo peludo, mmm… yo también lo hubiera hecho.

Me masturbé frenéticamente mientras me lamían el culito, hasta que me corrí, aún sin leche.

Más tarde bajé a repetir la hazaña.

Hubo otras ocasiones, con distintos perros y amos, pero hoy en día, a mis 33 años, no encuentro algún hombre con animales machos con los que compartir alguna sesión zoofilica. Si alguien se ofrece, por Barcelona o Cataluña, estaré encantado.