Mi primera vez con una perra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo empezó hace una semana cuando un buen amigo mío me pregunto si podía ayudarle en la mudanza de sus padres, ya que se cambiaban a otra zona de la ciudad, cuando me lo dijo yo la verdad no tenía muchas ganas de salir a algún lado o hacer alguna actividad porque además era lejos, pero es un buen amigo y no le podía negar mi ayuda, entonces nos fuimos en su carro hasta a la casa de sus padres, cuando llegamos a su casa lo primero que vi fue una husky de gran tamaño, blanca, fina y con porte, lindísima de ojos azules penetrantes de nombre sammy que nos recibió, ella era muy amistosas y cariñosa, movía su colita con tal alegría y me recibió como si me conociera de años, esto me causo una gran atracción instantánea que tuve que disimular, pero que sin duda alguna hubo una gran atracción entre los dos.
Sin embargo la visita no fue para conocer a esta linda perra, así que comenzamos con la mudanza, pero todo el tiempo estuve pensando en ella. Ya después de estar cargando, bromeando y tonteando con mi amigo se nos vino la noche. Así que no hubo otra opción que pasar allí la noche.
Una vez terminado de cenar unos ricos omeleth preparados por su madre, en la todavía conectada estufa que permanecía como algunos muebles más que todavía nos faltaba por cargar nos dispusimos a dormir, su madre me habilito el cuarto de huéspedes con algunas colchas y almohadas para pasar la noche, mientras que mi amigo y sus padres durmieron en la parte de arriba.
Cuando todos dormían yo ya no aguante más y fui en busca de sammy que tenía también su cuarto "habilitado" dentro del sótano. Abrí la puerta del pequeño sótano y allí estaba ella, estaba emocionada de verme, y como si le hubiera ordenado, simplemente me fui con dirección a mi cuarto y ella detrás de mi siguiéndome, una vez dentro del cuarto cerré la puerta y allí estaba ella esplendorosa y bella, se trepo sobre las colchas meneando su cola como esperándome que me uniera a ella, no lo podía creer tenia a esa perra tan linda y sexy a mi disposición, apague la luz y solo deje la luz de una vieja lámpara que permanecía olvidada en un rincón, me senté junto a ella y le di mi lengua que ella inmediatamente acepto, y empecé a besarla con un ritmo desenfrenado y con una gran pasión que nunca en mi vida había experimentado sentir su lengua en la mía lo más maravilloso.
N dejaba de meter su lengua en mi boca y en mi cara, pero tenía que detenerme, tenía que explorar su conchita que alcance a ver cuándo recién nos conocimos, voltee su trasero contra mí, y tuve enfrente una concha descomunal hinchada y apetitosa que me invitaba a probar, cosa que no dude en hacerlo y empecé a lamerle con gran pasión como si fuera la última ocasión que nos fuéramos a ver, empecé a intercambiar mi dedo por la boca y viceversa, quería disfrutarla en todos los sentidos, ella gruñía y la alcanzaba a escuchar como si gimiera, era mía, estaba a mi disposición y no lo podía desaprovechar.
Era mi oportunidad la que tanta veces había esperado, me desnude y ella inmediatamente empezó a lamer mi pija, era exquisito sentir su lengua recorrer mi pija parecía una experta, voltee su traserito de nueva cuenta hacia mí pero esta vez en dirección hacia mi pija, ella solo se quedaba quieta, meneando su cola y volteando hacia mí como diciéndome, que esperas?, cojeme!, puse mi pija en su concha y empecé a rozarla, disfrutando de esa rica concha, puse mi pija en su entrada y después de varios intentos la penetre ahhhhh que ricura era como haber entrado a lo gloria, era caliente su vaginita y sentía como me apretaba.
Parecía que ella me cogiera, ella permanecía quieta mientras yo la penetraba una y otra vez sacando y metiendo mi pija hasta que sintiendo un orgasmo total hasta que me vine en ella, simplemente no aguante más y descanso en su lomo dejando mi cabeza en ella en agradecimiento de ese gran momento, ella también me agradeció lamiendo mi cara, y dándome su rica lengua para yo besarla con un gran amor. Era el mejor momento de mi vida…no sé hasta qué horas duramos disfrutando uno del otro, hasta que los rayos del sol nos despertó a los dos, todavía no se levantaban sus padres ni mi amigo y abrí la puerta para que mi noviecita se retirara a su cuarto y que no fueran a sospechar algo de ese gran momento.
Era ya tiempo de retirarnos, supe que era probablemente la última vez que nos veríamos ella y yo, una lagrima vino a mis ojos cuando yo me despedí de ella. Prometí nunca olvidarla, y le di un beso…hasta luego mi pequeña te llevare por siempre en mi mente y corazón, le dije y me despedí…..esa fue la última vez que la vi
Espero les haya gustado mi primer relato, envíenme sus comentarios, sobre todo aquellos amantes de las perritas burras, yeguas, terneras y cabras como yo…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!