MI PRIMERA VEZ CON UNA YEGUA DE VULVA BLANCA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por lexzb.
A Husan lo conocí en la U de una ciudad del interior era un hombre costeño de familia adinerada con grandes negocios y haciendas. Husan se robaba todas las miradas de las mujeres del posgrado no solo ser muy alto y pintoso, sino por ser una mole, a demás era muy galán y caballeroso, todo lo que usaba era de marca y costoso, eso sin contar que su camioneta hummer y su novia una rubia hermosa, alta y con tremendas curvas eran la envidia de todos.
Tuve la suerte de hacer amistad con Husan al realizar trabajos en equipo para el posgrado, un día le pase una memoria USB con parte de una investigación que había hecho y olvide que tenía un archivo con imágenes de vulvas de mujeres y yeguas, él vio las imágenes y me comento que les había echado un vistazo yo me sentí apenado, pero él me dijo “Relajado recuerda que soy costeño y aunque no sea burrero soy yegüero, y me encanta las mujeres” a lo cual yo le respondí que tenia los mismos gustos pero que solo había tenido la oportunidad de probar burras pero que no había probado una yegua, a lo que me respondió: fresco yo le ayudo con eso tema.
Yo le pregunte el porqué no había probado burra y me comento que era más una tradición y un estilo de vida familiar, que su abuelo cuando llego a la costa proveniente de Medio Oriente quiso integrarse a la cultura e idiosincrasia costeña pero les enseño a sus hijos y nietos que debían tener lo mejor, de acuerdo al nivel económico que tenían, así cuando eran adolecentes debían iniciarse, desvirgarse con yeguas pura sangre y no con burras como los demás chicos de la zona, después emplear toda esa experiencia adquirida con las yeguas, con las prostitutas más bellas y costosas, hasta que ya hechos unos hombres, estuvieran preparados sexualmente para tener las novias más hermosas y de alta clase social del país y casarse con una de ellas, -eso si me dijo que así tuviera novia o esposa nunca iba dejar de tener sexo con prostitutas finas, ni con sus yeguas blancas, y me invito a una de las haciendas que tenía su familia para que tuviera mi primera vez con una yegua, yo muy agradecido le acepte su invitación, eso sí, aproveche y le pregunte acerca de su religión, que si no les estaba prohibido la zoofilia y él me contesto que pertenecían a un ala moderada sin fanatismos, y que el zoo era permitido solo para los varones y solo con hembras.
Se llego el día de ir a la hacienda en la costa Caribe, no tengo palabras para describir lo hermoso y lujoso que es aquel lugar, llegamos temprano en la mañana y antes del medio día me llevo a un corral donde habían varias yeguas blancas pura sangre que tenían algo muy especial la vulva era blanca y no morena y eso fue lo que más me éxito cada uno tomo una yegua y las llevamos para el establo, lugar donde las guardan en las horas de la noche, allí cada yegua tiene su espacio bien definido con cercos hechos de madera; Procedimos a ubicarlas en esos espacios, luego Husan me dijo: allí hay varias banquetas de diferente tamaño, toma la que te permita quedar cómodo para el momento de penetrar, ambos tómanos banquetas de las pequeñas pues yo mido 1.82 y Husan mide 1.88
Yo aunque ya tenía experiencia con burras me propuse seguir a Husan, como quien sigue a un maestro y coger la deliciosa yegua que me toco como lo hace él con la suya, entonces allí comenzó el primer desenfreno sexual cada uno se quito la ropa quedamos en sandalias con nuestras vergas erectas, empezamos a acariciar el lomo y la vulva suavemente con masajes y palmadita, las yeguas como agradecidas y queriendo mas alzaron sus colas como permitiendo que admiráramos y nos enloqueciéramos con sus blancos labios de sus vulvas que de a poco tomaban un color rosa que se hacía mas rojizo al interior de sus vaginas cada uno se acerco y por espacio de tres minutos con la lengua humedecimos mas aquellos labios y chupamos un poco sus clítoris, las yeguas respondieron abriendo y cerrando la vulva, que belleza como si una dama enviara besos a sus seguidores y que placer para la vista ver sus carnosidad interior mojadita, nuestras vergas a reventar y soltando líquidos seminales los cuales aprovechamos para embadurnamos nuestros dedos con aquel lubricante natural, los untábamos en las vulvas y cada vez nos masturbábamos mas nuestras pijas para que saliera mas y mas líquidos seminales con cuales lubricábamos el irresistible interior vaginal
Primero metimos dos dedos luego tres hasta meter los cinco dedos, ahí era donde más abrían y cerraban los labios y apretaban como pidiendo ya que le enterramos nuestros penes, allí cada uno acerco la banqueta, nos subimos y con el glande sobamos los labios y luego con el tronco del pene dábamos unos suaves latigazos en las vulvas hasta que por fin clavamos nuestras pollas grandes y gruesas en la aquellas cálidas y tiernas vaginas, tengo que reconocer que mi pene de 15 cm se veía pequeño frente al de Husan que media como 18 cm y entendí porque su mejor amigo de la costa le decía por sobrenombre Mr. Horse, y ahí a lo que venimos, empezó el bombeo suave que de apoco se hacía más intenso fruto de esa maravillosa sensación que brinda un chochito, creo que con cada envestida hasta parte de los huevos los metíamos en sus cuevitas, que absorbían todo lo que más pudieran de nuestros genitales, con el pasar de los minutos mi amigo Husan y yo nos transformábamos en unas bestias que desesperados arremetíamos contra aquellas conchas,
Las yeguas arqueaban un poco su lomo como expresión de placer, ya que destrozábamos con nuestros fierros sus mojadas carnosidades, del interior de la vagina salía una especie baba viscosa y amarillenta lo que indicaba que la yeguas estaban llegando al clímax, después de 20 minutos de máxima excitación estábamos en el punto más alto y vino el orgasmo acompañado de un gemidos y un impulso de gran placer que descontrolaba nuestros sentidos y nuestra mente, dentro aquellas vaginas echamos gran cantidad semen y no parábamos de penetrarlas hasta que saliera la última gota de leche de nuestros testículos y las vergas estuvieran algo flácidas en ese momento bajamos de las banquetas transpirábamos y nos temblaban las piernas y nuestros pitos ya por reflejo daban algunos brincos debido a los corrientazos de éxtasis que nos generaba ver aquellas vaginas que todavía se abrían y cerraban botando gran cantidad de leche que chorreaba por los labios y caía en el suelo, Husan me brindo una cerveza y me pregunto qué tal la experiencia, a lo que respondí sencillamente esto es de locos, lo mejor, siento que mi mente explota de goce y satisfacción, luego procedimos a asearnos en las duchas del establo nos vestimos y nos fuimos a la mansión a almorzar.
Allí vino mi sorpresa, Hasan me dijo que el día no terminaba ahí, que me preparara para una segunda faena llena de lujuria y desenfreno ya que para la noche había contratado dos bellísimas y carísimas prostitutas para tener un noche inolvidable, que felicidad la que se reflejo en mi rostro yo estaba emocionado con solo pensar que también iba a disfrutar de la vagina de una hermosa mujer, que día tan especial. Yo aproveche y le exprese mis agradecimientos le dije que era afortunado de contar con un amigo como él, a lo que me respondió que pocas personas se habían acercado a él sin un interés económico y que yo lo había hecho desinteresadamente y de forma espontanea y sin pretensiones de ningún tipo, y esa es la forma en la que debe surgir una verdadera amistad.
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