Mi tremendo amante peludo
Continuación de mis aventuras con mis amantes peludos.
Hola a todos nuevamente, ha pasado mucho tiempo de mis aventuras con el Rottweiler de mi tío y con mis perros Mosca y cocker además del callejero dócil.
Así que pensé pensé que sería una buena idea compartir otra experiencia que tuve ya en mis 30’s, ahora con otro hermoso ejemplar de Rottweiler.
En esta ocasión, me encontraba de vacaciones en casa de la madre de mi mujer que vivía en otro estado de la república mexicana. La cual tenía un gran perro, fuerte y vigoroso, además de lleno de energía. Como es la costumbre lamentablemente no lo sacaban a pasear tan seguido, así que pasaba casi todo el tiempo en la casa.
Su nombre era Brandy, impactante en tamaño pues de hecho nadie se acercaba a la casa con solo escuchar su ladrido fuerte y profundo. Sin embargo conmigo era súper amigable y le gustaba jugar mucho.
Como ya habíamos visitado la ciudad en diversas ocasiones, cuando íbamos para allá, ya no había tanta excitación por salir a explorar, así que en algún momento ella me pregunto si podía salir con su mamá por un rato, así que yo me quedaría en casa solo.
La verdad es que en ningún momento se me cruzo por la mente nada. Simplemente me quedé viendo videos y ya. Sin embargo, en algún momento me dio sed así que fui por agua y ahí cambió todo.
Cabe mencionar que hace mucho que no hacia nada, pero al estar en la cocina el perro se asomó por la ventana parado en sus dos patas y chilló un poco.
Salí al patio y noté que no tenía mucha agua, así que le serví un tanto y el fue directo a beber. En ese momento tal cual como en las caricaturas, prácticamente salió un pequeño diablo y me fijé en él.
Nunca había sido cruzado y comencé a recordar mi primera experiencia y todo había cazado justamente para quedarme con él a solas por un par de horas. No miento con decir que me dió miedo al principio, pues no sabía de cuánto tiempo dispondría y lo medité muy bien.
-Que carajo, estoy perdiendo el tiempo y esto no se repetirá pronto-
Ubique el mejor y mas escondido lugar para no ser descubierto en caso de que volvieran temprano. Y llame al perro al cuarto de lavado, para no estar expuesto a los vecinos y más escondido.
El llego ni tardo ni perezoso sin saber que sucedería. Comencé por acariciar su cabeza y de ahí tenía que saber si se prestaría a ello. Así que comencé a bajar mi mano sobre su pecho, y él seguía feliz lengüeteando, seguí hasta que baje mi mano a su verga y se quedó quieto, sólo mirándome como si preguntase si fue un accidente.
Lo seguí acariciando para relajarlo y nuevamente le acaricié la funda pero esta vez moví mi mano masturbándolo un poco, al ver que no se ponía agresivo lo supe, íbamos a coger.
Seguí masturbándolo y comenzó a bambolear sus caderas y a sacar líquido preseminal a chorros, pero también se le comenzó a poner duro rapidísimo y creció dentro de la funda. En ese momento recordé cuanto tiempo tardaba en bajársele, consideré mis opciones y lo mejor era salir a ponerme ropa súper cómoda y regresar para dar tiempo.
Cuando me levanté, pues estaba de rodillas. Él inmediatamente se levantó y me abrazo con sus patas queriendo lo suyo ya. Sin embargo así no se podría. Tenía que salir de ahí y revisar los planes, mande un mensaje para ver que tal iban los viajes de mi mujer y me dijo que todavía faltaban varios lugares por ir. Así que fue oro para mis oídos y mis ganas.
Fui al cuarto por un traje de baño y una playera cómoda y regresé con quien sería mi nuevo amante.
Al volver a entrar al cuarto de lavado el estaba echado, pero se levantó al verme. Cerré la puerta y no quise perder tiempo, me baje el short me volteé estando de pie para ofrecerle mi culo a lo cual procedió a olerme dar algunos lengüetazos, dirigiéndose más a mis huevos que a mi culo. Después de tanto tiempo lo estaba haciendo de nuevo.
Yo ya tenía una buena erección y estaba muy excitado, fue cuando me puse de rodillas que el seguía lamiéndome y cuando finalmente me puse en cuatro patas, abriendo mis piernas y exponiendo más mi culo, el cual el seguía comiendo sin cesar. Yo simplemente me dejaba querer. Pero también sabía que no tenia todo el tiempo, así que me di la vuelta y comencé a tocarle la verga nuevamente y cuando comenzó a moverse, me giré ofreciéndome completamente a sus deseos de primerizo, llenándome las nalgas de sus chorros.
Él intentó montarme unas dos veces sin lograrlo, repetí los mismos pasos, pero yo ya no era primerizo y quería sentirlo adentro. Así que lo volví a masturbar un poco, me giré y esta vez lo guié con mi mano a mi culo y al sentir el calor de este lo metió de una sola y hasta el fondo.
Sí, me estaba cogiendo salvajemente, que delicioso es sentir como te toman fuerte por la cadera mientras todo su peso (45-50kgs) están sobre tu espalda. Escuchaba como bufaba y babeaba, mientras metía y sacaba su verga en mi culo como desesperado, sabiendo que era ahora el momento.
Yo estaba extasiado sintiendo como me removía las entrañas por dentro con esa gran verga roja y venida, mientras sentía como me llenaba el culo, me estaba haciendo su perra y yo lo disfrutaba tanto que ni me estaba masturbando, pero tenía mi verga al mil.
Comencé a sentir como su bulbo iba creciendo pues comenzaba a escuchar el plop cuando entraba y tenía que decidir ahí si lo quería adentro o no. Pues simplemente me dejé llevar pues estaba delicioso, el me seguía dando y yo como su perra, lo disfrutaba tanto que no me importó y quería que se viniera en mi.
Metía y sacaba, hasta que ya solamente lo metía, ya estaba anudado por este bello y viril ejemplar. Me tomaba de las caderas y seguía moviéndose en lo que para mi eran minutos de placer, hasta que hizo que me viniera en el piso a chorros ¡Que orgasmo tan grandioso! Mientras el seguía dándose y yo felizmente recibiendo.
Poco a poco comenzó a bajar el ritmo y ahí lo sentí, esos chorros de semen dentro de mi esfínter, ya era su perra. Se vino completamente y se quedó quieto, yo lo seguí disfrutando mientras su eres estaba aún dentro mío pulsante.
Que rico sentir esa verga canina, esa virilidad animal que no tiene igual. Mientras seguía dentro yo me volví a masturbar y a venir nuevamente, pues lo disfruté como nunca. Él comenzó a querer bajarse, pero yo tomé su pata para que no lo hiciera básicamente quedando con mi frente en el piso y con el perro encima mío.
Deje pasar unos minutos más, sin embargo Brandy comenzó a desesperarse y en algún momento no lo pude controlar y ahí me lo sacó, mientras aún estaba grande. Afortunadamente para mi, ya estaba bien dilatado y no me desgarró, sólo escuché el plop y un poco de dolor mezclado con placer.
Ahí fue cuando lo ví, ese maravilloso pene y bulbo que estuvo dentro de mi alrededor de yo calculo 17-19cms y el bulbo como mi puño.
Mi nuevo amante, se tiro al piso a lamerse, mientras salía de mi su esperma a gotas grandes. Después de lamerse, se levantó a lamer lo que salió de mi y continuar con mi culo.
Lo acaricié, le di las gracias por tan grato momento. Fue genial. Sabía que contaba con poco tiempo para asear todo nuestro relajo, además de tomar una ducha antes de que volvieran.
Fue sumamente excitante esto que hasta me he prendido nuevamente al escribirlo y recordar. Cabe mencionar que no fue la única ocasión que lo hice con este gran macho.
Espero lo hayan disfrutado, y si desean escribir pueden hacerlo a mi correo [email protected]
Hasta pronto,
Cockerspamx
Es una delicia sentirse penetrado por un macho de buen tamaño, que nos haga su hembra … mi primera vez fue como una explosión de sensaciones y de inmensidad emocional, me sentí realmente feliz. Es verdad que lo hice con un perro que yo había criado para eso desde cachorro, y le había ido educando, acostumbrandole a mi cuerpo, a lamerme, a sentirme, a excitarse conmigo, mis caricias y mis lamidas …
Me encantaba besarle la boca y llenarme de sus babas … ahhhh eso me ponía desatada la excitación sexual, y me preparaba para recibirle en mis entrañas. Una delicia maravillosa.