Mis inicios (1)

Hola! Soy Ezzio por motivos claros no diré mi nombre real. Aún así podré dar datos básicos de mí. Soy hombre, mido 1.74 con un cuerpo levemente tonificado por entrenar seguido. Tengo 31 años y mi orientación sexual es hetero con las personas y gay con los perros..
Mi historia comienza allá en el 2006, cuando tenía alrededor de 13 años. En esa época tenía un pastor alemán con el que pasaba bastante tiempo, siempre que estaba haciendo algo el estaba allí conmigo. Vivía en una gran casa con muchas personas, pero la mayoría salían, mis padres trabajan y mis hermanos mayores estudiaban.

En ese tiempo las hormonas estaban siempre a full por el inicio de la adolescencia, además, tenía acceso a internet y como se imaginarán las tardes se convertían en tardes de masturbación. En donde en una de esas ocasiones, mientras me masturbaba mi perro se acercó y me lamió la verga, cabe mencionar que años antes ya había tenido algo similar con otro perro siendo más joven, pero por normas o políticas de la comunidad prefiero omitir ese inicio.

Volviendo al relato, cuando me lamió, yo seguí en lo mío me masturbé hasta acabar. El se encargaba de limpiar todo el resto de la eyaculación. En ese momento, me pregunté si había gente que tenía sexo con sus perros. Así fue como inicie mi búsqueda, por el desconocimiento a internet y no Google al no funcionar tan bien en esos años, la mejor forma de conseguir porno era por medio de Ares. Ahí fue cuando busqué por sexo perro, apareció un listado gigante, seleccioné uno y empezó la descarga que demoró bastante tiempo jaja.

Cuando terminó la descarga y abrí el video, era una tipa que estaba en un motel con un perro pastor alemán. Ella se encontraba en posición del misionero mientras el perro le daba, inmediatamente me calenté demasiado llevándome directo a una paja. Vi esos videos varias veces, hasta que en un punto me aburrió, claro, de pasar de algo nuevo a algo común siempre pasa.

El mismo aburrimiento y calentura me llevó a pensar en sí podría hacer que mi pastor alemán podría hacer lo mismo, eso me llevo a pensar que se sentiría ser una perra o una mujer que se dejara montar por un perro. No me calentaba la idea de que me metiera la verga, solo la idea de sentirse montado.

Ese mismo día empecé a “jugar” con mi pastor. Estaba con él, siempre con el boxer a medias, dejándolo lamer mis huevos, mi verga y mi ano. En un instante de adrenalina y calentura me pongo en cuatro patas, pero con el boxer puesto, como dije anteriormente, en ese entonces no quería que me metiera la verga por miedo. Al ponerme en 4, este se subió inmediatamente dándome puntadas a través de la ropa, lo cual se sentía muy bien.

Repetí esto muchas veces, siempre terminaba con una masturbación mientras me lamía. Con el tiempo, paso lo mismo que con el video, buscaba más sensaciones y eso llevo a bajarme el boxer en algunos encuentros, allí el hacia los típicos movimientos de caderas dándome puntadas en las nalgas y cerca del ano. También estuve repitiendo y gozando de ese tipo de encuentros por varias semanas.

Un día como cualquier otro y como de costumbre hice el mismo juego con mi perro. Me puse en cuatro patas, el se me motaba me daba las puntadas y como los otros días, estando en cuatro me bajo el boxer un poco, y mi perro, esa vez no perdonó. Logró meterla a la primera, no sentí ningún dolor, pero si estaba un poco choqueado por lo que estaba pasando, no me lo esperé. Atiné a pararme, por suerte no había quedado anudado y, al subirme el boxer le veo la verga que era enorme.

La verdad es que me fui de ahí, porque sentí que algo cambio en mí. El placer fue enorme, pero entro un debate en mí. ¿Ese hecho me convierte en gay? ¿Qué hago ahora? ¿Por qué lo hice? Así estuve por un par de días.

Podrán adivinar que pasó con el pasar de los días. La calentura siempre puede más y las aventuras con mi perrito siguieron por mucho tiempo y continuaron con su pequeño cachorro. Son historias que podría continuar publicando si me animo.