Mis inicios (2)
Continuación de mis inicios (1).
Retomando el relato anterior. Después de haber recibido mi primera penetración anal por parte de mi pastor alemán y del debate moral causado, el cual llevo bastante tiempo saber si era bueno o malo, pero, como la calentura de un adolescente es mayor. Evidentemente, mientras lo pensaba seguí teniendo encuentros con mi querido perro.
Así fue como cada vez que podía y se me daba la oportunidad tenía sexo con mi perro, algunas ocasiones lo hice habiendo más gente en casa, la gran diferencia que tenían a cuando estaba solo, era el estar desnudo.
Nunca fue un mayor problema puesto que, no dejaba que me metiera la bola, esto debido a que me daba miedo y cuando se lo vi hinchado pensaba que me iba a partir en dos. Esto no fue un problema para mí ya que, aprendí a sujetarlo un poco el miembro mientras me la metía hasta que se le hinchara la bola y así no pudiera meterla.
No voy a mentir, prefería hacerlo cuando estaba solo en casa, podía estar totalmente desnudo y además tenía todo el tiempo para explorar, conocer y gozar lo que quisiera. Todas esas ocasiones hacia un jugueteo previo donde lo dejaba lamerme el pene y al ano hasta ponerme bien caliente, una vez logrado me ponía en cuatro patas y el hacía lo suyo. Al no quedar abotonado, siempre lo veía con su enorme verga colgando. Un par de veces intente hacerle unas mamadas, pero debo confesar que no me gusto el sabor así que nunca más insistí.
Me encantaba ponerme debajo de el y recibir los chorritos de semen que dispara mientras estaba gigante, lo recibía en el estómago y en el pecho mientras yo me masturbaba, también disfrutaba poner mi miembro al lado del suyo a la vez que me masturbaba. Una vez que terminara de masturbarme y llegaba a la eyaculación, él siempre dispuesto iba a limpiarme completamente.
Así fueron pasando los meses y se volvió algo de casi todos los días. Por allá en el 2008 pasaron muchas cosas, la primera fue que mi perro se cruzo con otra pastora alemán y nos quedamos con un cachorro macho, este creció y también lo entrené desde pequeño, pero eso será para otras historias.
Ese mismo año o el 2009 encontré la primera versión de este foro. Allí, encontré relatos y gente que hacia lo mismo que yo, ese debate moral se acabó, acepté que había más que yo y también ocultaban este secreto.
A su vez, en esos años la cantidad de material de videos producidos y amateurs eran muy escasos, y yo, teniendo un celular con cámara de esos que grababan en 3gp jajaja, se me ocurrió al brillante idea de grabarme, siempre me cubría la cara por si acaso. Lo tomé como costumbre de cada vez que lo hacia me grababa, esos videos los guardaba en el computador en carpetas ocultas y con nombres claves. Con el tiempo aprendí algo más y pude ponerles clave a mis carpetas por lo que estaban seguros allí.
¿Por qué cuento esto? Bueno, eso es para lo que viene. Uno de esos días que quise tener sexo con mi perro y estando solo, empecé mi “ritual”. Aunque esta vez paso algo totalmente inesperado para mí, como de costumbre le sujetaba un poco hasta que sentía que se hinchara lo suficiente y lo soltaba para que me diera sus embestidas tan deliciosas, cuando lo hice y terminó fue lo siempre, el automáticamente se bajaba y se corría. Esta vez se bajó, se dio vuelta y yo dispuesto a moverme como siempre noto que no podía, doy un pequeño tirón y me dio cuenta que estaba atorado. Esa fue la primera vez que había quedado anudado a mi perro, no me dolió, pienso que debe ser a que mi ano ya estaba acostumbrado a dilatarse después de tanto tiempo. Aún así me asusté, pensaba que si llegaba alguien a la casa me iba a encontrar ahí pegado, ese miedo y temor a la humillación se convirtió en un placer que no puedo describir. Se sentía muy rico y lo único que atiné a hacer fue masturbarme mientras sentía la bola en mi interior, ese fue uno de los mejores orgasmos que he tenido en la vida, de hecho, me masturbe una vez más y me fui rápidamente puede que haya sido por la estimulación en la próstata. Luego de unos minutos, mi perro dio un jalón y se fue a echar a un lado para limpiarse con la lengua su miembro. Yo por otro lado quedé agotado y chorreando todo su semen por mi ano, me moví a parar el video del teléfono donde pude ver como estaba pegado a él, al igual que una perra.
Como se podrán imaginar, el verme así hizo que me pusiera duro y me volviera a masturbar, ese fue un día de locos. Y también este nuevo descubrimiento, lo agregue a mis sesiones de sexo.
Te comprendo muy bien, porque yo he vivido ser la perra de mi perro su hembra y me ha hecho vivir momentos mágicos de enorme excitación y placer sexual. Antes de ser penetrado mi ano por mi macho mmmmm, iba a sitios discretos entre arbolados o en casa si estaba solo y seguro que no vendría nadie, desnudo completamente y tumbado en el suelo el perro me lamía el cuerpo, y le iba dirigiendo a los genitales, y al ano.
Para animarle me untaba el ano con quesitos blandos que derretía con las manos, me lo embadurnaba todo, a él le gustaba lamer, y a mi me encantaba sentir su lengua recorriendo mis rincones y agujeros.
El día que dejé que me lamiera la boca por dentro … fue un descubrimiento y llenarme de sus babas … me sentí emocionado, bueno, emocionada como su perra … y algo tremendo como excitación sexual.
No me filmé ni saqué fotografías porque me dio miedo de que alguien pudiera descubrirlas alguna vez, así que solo tengo el recuerdo de sentirme lamido y penetrado por mi perro mientras estuvo en casa.
Te felicito por tu experiencia y que sigas disfrutando de ser su perra mucho tiempo.
Besos a tu perro 🙂
Muchas veces pase miedos muy grandes, todo porque me grababa en el telefono y al día siguiente iba a clases. Pasaba todo el día pensando en que ojala no me lo robaran en el mismo colegio y volviendo a casa.
Buen relato, y solo te puedo decir que así como tú somos muchos que al principio tenemos temor, pero cuando sientes el gran placer inigualable que te dan estos amantes perfectos, ya no lo dejarás nunca, además la cumbre del placer es cuando té abotona ya que ahí recién experimentas el máximo placer que te conviene en una verdadera perra adicta a su salvaje sexo que te brinda. Saludos y a gozar sin importar algunos límites.