MIS PRIMERAS INCLINACIONES ZOO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
No se en que momento me comenzó a gustar esto del ambiente zoofilico, de hecho no sabia que tenia este termino, solo se que disfrutaba al máximo. Todo comenzó en una temporada de vacaciones largas en que me las fui a pasar con los abuelos a otro estado de la república diferente al que vivíamos,
Mis abuelos tenían un perro de mascota que de cachorro se los habían regalado por lo que lo llamare Regalo, nombre algo curioso pero espero que lo identifiquen bien, no era un perro de raza pero de una estampa mediana casi a grande pero muy tímido, quizás esto no ayudo mucho para mis expectativas de principiante que aunque ya contaba con 18 años no había adquirido mucha experiencia con el sexo femenino.
Mis inquietudes las concentraba con algunos juegos que hacia con Regalito en donde me animaba a acariciarle su pene y hasta sus grandes huevos, algunas veces lograba que el hiciera el movimiento clásico de cuando montan a una hembra pero no pasaba de ahí, pues yo terminaba encerrado en el baño par desahogarme de estas ansías.
En la casa de los abuelos no había energía eléctrica por lo que se utilizaban lamparas de petroleo para iluminar el interior, si alguna vez vivieron en este entorno se han de ver dado cuenta que en las noches de luna llena la obscuridad es total en el exterior y que aunque intentes de visualizar de adentro hacia afuera no hay resultados favorables.
Una de estas noches la calentura me llego al mil en mis juegos con Regalo y me aventé la osadía de tirarme a matar, lo conduje a la parte mas obscura del patio y como pude logre tirarlo al césped ya que no ponía nada de su parte, comencé a masajearlo en su pene el cual comenzó a responder al estimulo tan sabroso que le brindaba mi mano y hasta hacia el movimiento clásico de la montada hacia una hembra pero tirado en el césped, no se como paso pero de pronto ya tenia mi pantalón hasta las rodillas junto con mi ropa interior y trate de que Regalo se pusiera de pie para que intentara montarme pero fue imposible ya que como dije antes Regalo era demasiado tímido y fui yo el que trate de acoplarme a su posición e intentar una penetración que ya mi culito pedía a gritos sin importar el momento ni el lugar
Fueron varios los intentos pero lo mas que logre fueron algunos piquetitos en la entrada de mi culito, y que también le sacaron algunos aullidos a Regalo, quizás por la falta de lubricante o la desesperación que yo sentía para llegar a la culminación del acto tan desigual pero placentero.
Esa fue la primera noche en que me deje llevar al máximo, y ahí mismo me hice una desahogada fenomenal que hasta ese entonces no la había tenido, solo recordarlo me éxito de pensar si Regalo hubiera puesto algo de su parte, no se hasta donde hubiéramos llegado.
Ya les iré contando mis experiencias desde esa mi primera vez hasta ahora con mis 49 años ya que hubo mas mascotas, entre ellas Terry, sabroso…..pero ya les contare en otra ocasión.
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