NOCHE DE ZOOFILIA DESENFRENADA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jucatove188.
El viernes en horas de la mañana fui con un medico veterinario para que observara todos los animales de la granja piloto, en vista que algunos animales después de la inundación estaban enfermando, como todos saben las aguas del rio Bogotá son aguas negras y contaminadas, esta actividad la hicimos casi todo el día, ya en la noche el medico se regreso quedando solamente el celador y yo, este me dijo que se le habían dañado unos planes que tenia para esa noche por que el otro celador no le había hecho el turno, así que le dije que si quería yo le cuidaba la granja, el me contesto que lo malo era que tocaba estar pendiente toda la noche, le conteste que no había problema, esperamos que llegara la noche y el se retiro, cuando salió fui cerré la entrada con candado, active las alarmas y encendí el alumbrado exterior, pase por el galpón de aves, las porquerizas, el corral donde hay varios becerros, en este lugar me detuve por un rato contemplando algunas hembras, había una gordita de color negro de mas o menos seis meses se veía muy buena
En ese momento me invadía un hormigueo por todo el cuerpo y comencé a sentir una erección bastante fuerte, así que sin esperar mas y a sabiendas que me encontraba solo, saque la negrita me la lleve para el interior de la casa pues en ese lugar hacia demasiado frio, en el interior de la casa me la lleve para el cuarto de procedimientos (donde se curan a los animales) encendí la calefacción, luego en una vasija le eche agua y bastante melaza con heno; la amarre bien cerca así que ella se puso a rumiar, me quite los pantalones y me ubique de cuclillas detrás de ella , con cuidado le abrí la vulva con una mano viendo ese interior todo rosadito y con la otra le acariciaba suavemente su parte inferior, le mantuve abiertos sus labios por bastante rato simultáneamente acariciando su vulva, esta levanto algo la cola y a veces se fruncía con una especie de tic, luego metía mi dedo un poco mas profundo y con gran sorpresa la becerra no molesto nada, por el contrario alzo un poco mas el rabo, luego tome unos paños húmedos para limpiarle bien la vulva, ano y rabo de los pocos vestigios de boñiga, así que volví a abrirle la vulva y meter por segunda vez en mi vida mi lengua en su interior, fue espectacular por que no había mal olor y pude saborear nuevamente una inocente vulva, luego seguí metiéndole mi dedo y acariciando con mucho afecto en la parte inferior hasta que de un momento a otro el animal soltó varios chorritos de orina y se frunció un poco, ya decidido a darle de comer al hambriento conseguí un banco de madera para quedar un poco mas alto, me coloque atrás de ella, le hice la cola para un lado, le abrí su rica vulva y con la cabeza de mi pene se la acariciaba hasta que ni yo mismo no resistí penetrarla lentamente, cuando ya sentía que mis bolas tocaban su bellos quede inmóvil para sentir su calor, su humedad, sus palpitaciones, en éxtasis de placer cerrar mis ojos y perder la noción del tiempo, de vez en cuando sentía algo de presión, luego lentamente sacaba mi pene para tan solamente verle la cabeza y regresarlo de donde provenía
Hice esos movimientos por unos cuantos minutos, luego saque casi todo mi pene y vi como manaba algunas gotas de orina que le escurrían por sus vellos, para evitar que orinara le volvía a meter mi pene hasta sus profundidades, en el ambiente se percibía un olor suave a orina de ganado y sexo, lo cual me excitaba aun mas, comencé a sentir un hormigueo por mi cuerpo y presintiendo lo que venia acelere todo lo que pude hasta llegar al orgasmo en sus profundidades, espere un rato que me pasaran las contracciones y mermara la presión de mi pene, pero de un momento a otro sentía que la becerra medio se encorvaba y volvía a pararse normal pegándome unos apretones bastante fuertes, sin embargo ya no había emoción alguna por lo que saque mi pene y me aleje un poco, fue cuando me percate que el animal por el agua con melaza que había bebido estaba surtiendo efecto, como una de mis debilidades es la lluvia dorada me prepare y por segunda vez en mi vida recibir ese calor agradable sin que me importe que me mojara y así lo hice, luego de unos minutos retome alientos y volví a tomar posición así que me ubique detrás de ella le levante su cola y volví a penetrarla hasta sentir las arrugas de la vulva que me rozaban los huevos, le solté la cola estire mis manos por encima y sentí un calor agradable en mi abdomen, luego comencé a mover por espacios cortos, mi pene jugaba en su vulva rica y húmeda, trascurridos unos minutos de pasividad acelere un poco, sacaba mi pene hasta su entraba y al meterlo le hacia producir unos sonidos suaves a su vez me aprisionaba un poco mi pene así seguí hasta lograr un segundo orgasmo en ese momento había saciado un mes de abstinencia y quería aprovechar al máximo toda la noche, a eso de las 10 me vestí y fui encendí el computador para ver algo de zoo y chatear de zoo como efectivamente lo hice, sin embargo a las 12 de la noche regrese a la sala de procedimientos, la becerra se había acostado en el piso así que la levante la prepare nuevamente con mis dedos, luego tome posición y le abrí su vulva luego con mi pene le hacia masajes en la entrada hasta que no resistí mas y se lo metí suavemente, comencé a bombear casi por mas de veinte minutos a eso de las 12 y 40 no lograba aguantar mas y le deje lo poco de semen que me salió en su interior, casi plenamente satisfecho lleve a la becerra para su corral después de limpiar todo vestigio, regrese a la casa prepare un café o tinto me lo tome y me recosté en la cama logrando conciliar el sueño un poco, a eso de las cuatro de la mañana me desperté con el pene que me rompía lo que fuera, levante de la cama y me fui para el corral donde había dejado la becerra pero cambie de idea, nunca jamás en mi vida había probado con vacas adultas, así que cambie de dirección y me fui para el corral de las vacas
Había una supremamente mansita que aun se dejaba ordeñar sin maniatarla, sin pensarlo dos veces la ate con una cuerda y la lleve cerca de los ordeñaderos, en ese lugar las vacas se meten por si solas por costumbre, luego cerré los tubos lleve una butaca de madera para quedar a la altura, sin tantos rodeos le hice la cola para un lado y le coloque mi pene en la vulva, casi al instante se desapareció en sus profundidades al comienzo sentía caliente muy caliente pero después ese calor fue desapareciendo, la sensación no fue la misma, era demasiado grande, sin embargo seguí dándole lo mas duro y rápido que pude hasta quedar fatigado y no lograr ningún orgasmo, me baje de la butaca lleve a la vaca para su corral, así que como estaba solo en la granja y el celador llegaría a las siete de la mañana con los que laboran en el mantenimiento no había problema, me dirigí a las cocheras las cuales quedaban contiguas a los corrales, busque la cerda de la vez anterior esta se levanto de una al sentir extraños y ronco durísimo, la calme con algo de comida que le lleve por lo cual se puso a comer, sin mas le di dedo un buen rato, lubrico mucho mas que la vez anterior permitiéndome una penetración bien suave y sin complicaciones hasta llegar por cuarta vez en la noche.
Espero les haya gustado mis experiencias zoofilicas, como siempre cada vez que haga algo diferente a cogerme una sola vez un animal les comentare.
JUCATOVE 188
Que rico deberías contar mas