Orgía con mi perrita Layla

Les cuento como me cogí a mi perrita con mis 3 amigos de confianza en una rifa orgía con vergas ricas..
Me presento, me llamo Alex tengo 20 años, mido 1.70, delgado y nada feo.  Tengo un grupo de amigos de la misma edad, con los que me junto a pasar el rato, tomar unos tragos y así (Andrés, Eduardo y Marcos).

 

La protagonista de la historia es mi perrita Layla de 6 años, es de raza mediana, blanca y muy linda, ella ya ha tenido cachorros, pero mi familia quería más. Lo bueno empieza cuando ella entra en celo, mis papás me dijeron que llevará a Layla con Andrés (uno de mis amigos) ya que con el tiene un perro de la misma raza que ella, el perro es joven y nunca se ha cruzado con una perra asi que era un ganar ganar. Ese día decidimos reunirnos todos, ya que Andrés tenia la casa sola y decidí llevar a Layla aprovechando. Llegamos todos y me dispuse a juntar a los perros en el patio en lo que el resto tomábamos algo en la sala.

 

Paso el tiempo y como hacía demasiado calor decidimos salir al patio a seguir tomando, estábamos platicando de chicas y como se las cogian asi que mis amigos y yo ya estábamos calientes. En eso vimos que los perros empezaban con la acción, pero como el perrito llamado Max no podía nos empezamos a reír y en eso

-Marcos dijo: que pendejo es ese perro, no sabe cogerse a una perra.

A lo que el dueño respondió

– Andrés: apoco tu si cabron.

Todos se empezaron a reír y

– Marcos dijo: claro que no, además no creo que le entre mi verga, agarrandosela ya erecta

Todos guardaron silencio…

Entonces empezaron a hacer preguntas

– Eduardo: y será que si le entra una verga humana a esa perra o le dolerá mucho.

– Yo: quizá con mucho lubricante y dilatantola, al menos ella ya ha tenido cachorros y no son nada pequeños.

– Andrés: pues por lo visto ella está muy caliente y mi pobre Max no puede ayudarla.

– En eso yo dije: entonces ya que estamos todos aquí deberíamos hacerlo nosotros.

Lo que ellos no sabían es que Layla era mi amante desde hace años y cada noche la hacía gemir de placer en mi cama, esa historia se las contaré después.

 

Eduardo fue el primero en levantarse y agarro a Layla, pero como yo soy algo celoso le dije

– Yo: ey ey, la perra es mía, asi que yo seré el primero en darle. Obviamente para enseñarles como se hacía y ellos pudieran también hacerlo bien sin lastimarla, sobre todo Eduardo.

Tomé a la perra y entramos a la sala, todos empezamos a quitarnos la ropa. A decir verdad mis amigos y yo tenemos buen físico, hacemos ejercicio y de vez en cuando jugamos fútbol, y el pudor no existe entre nosotros ya que a veces nos reunimos a masturbarnos viendo los vídeos que grabamos en nuestros encuentros con otras personas.

Empezando por mi tengo una verga no tan grande pero si de buen tamaño, 17 cm algo gruesa, Andrés de unos 16 cm, Marcos de 15 cm y el más vergon es Eduardo, a el le mide 18 cm.

 

Dejamos a Max en el patio para que no nos molestará, le dije

– Yo: tuviste tu oportunidad y no te la comiste, ahora nos toca a nosotros hacerla gozar.

Cómo ya tengo experiencia con ella, ya que me la cogo desde hace ya 5 años, empecé acariciando su conchita y como que ella esta en celo hizo su cola hacia un lado. Los demás se masturbaban con lo que veían, y

– Andrés dijo: mira que puta es, ella sola mueve la cola hacia un lado para que le metan los dedos.

Lentamente fui introduciendo uno de mis dedos y acariciando su clítoris, aunque muchos no lo conocen, es un puntito pequeño en la parte inferior de su vagina. Todos estos años he descubierto lo que le gusta a mi perrita y lo demostré ese día.

 

Seguí acariciando un poco más ya que eso hace que su anillo interno se vaya dilatando un poco y sea más fácil, aunque a decir verdad a mi me gusta frotar su clitoris con mi verga y sentir como se va abriendo su anillo poco a poco con ella, algo que siempre hago cuando estoy solo con Layla, pero como aún no les he dicho a ellos que yo me la cogo a diario decidi saltarmelo ésta vez.

 

Andrés subió a su habitación, pero como no dijo nada, cuando bajó yo ya había ensartado casi la mitad de mi verga en mi perrita.

– Andrés: wey espérate yo quería ver cómo se va abriendo su conchita., solo fui a traer lubricante.

Todos rieron entonces saque mi verga y le pedí el lubricante, me lubrique desde la punta hasta los huevos para no tener que estarsela sacando a cada rato y enterrarsela entera.

 

Los que ya lo han hecho sabrán lo rico que es cuando pasas su anillo, pero igual lo describiré.

Cuando frote la punta en su vagina ella hizo su cola a un lado, lo cual me prendio muchísimo y dije

– Ya la quieres adentro verdad. Terminando de decir y le fui introduciendo la verga poco a poco, todos vieron como se separaron sus labios vaginales y se iba deslizando la punta de mi verga en su interior, su anillito ya estaba un poco abierto así que no fue tan difícil meterlo todo, antes de eso les fui explicando lo que debian hacer

– Les dije que en su interior había un anillo que no me dejaba pasar por lo cual había que seguir con el mete y saca un rato para que ella se fuera excitando y abriéndolo sola para no lastimarla. (Algo que se puede abrir a la fuerza tambien, pero no me gusta hacerlo así)

Seguí describiendo lo que sentía estando en su interior, la cual era caliente y suave, casi como una vagina humana, pero mucho mejor y más apretada, gimiendo a la vez que atravesé su anillo,

– ahhhhh que rico ya entro, ahora si serás mía putita,

 

Marcos es muy perspicaz y dijo

– Como que le sabes mucho a esto no, se me hace que ya te la haz cogido.

Yo lo ignore y seguí cogiendola, al estar con mis amigos me excite demasiado y mi verga empezó a crecer más, tanto que la perrita empezó a chillar lo que prendió a todos.

Marcos se acercó a la Layla y le dió a lamer su verga mientras yo le daba más duro a la puta.

Continúe un rato más con el mete y saca, cuando me interrumpió

– Andres: es mi turno Alex, ya quiero metérsela yo.

Así que se la saqué y se la undi toda de un solo golpe. Me aparte y le di paso a Andrés el cual por la excitación lamió la vulva de la perra, todos quedamos impactados, yo me excite más, ya que tenía mi presemen en su vulva por la anterior cogida.

– Andrés rio y dijo: qué? Es parte de.

Andrés coloco su verga en la entrada de su vulva a lo que dije

– Yo: Wey el lubricante

– Andrés: pásamelo wey

Así que por lo sucedido anteriormente decidí lubricarlo yo, primero en la vulva de Layla y después en toda la verga de Andrés, nadie dijo nada pero su verga se puso más dura y continuó.

El rozaba la cabeza de su verga por la vulva de Layla, la cual estaba súper hinchada por el celo, se veía deliciosa toda rosita y abierta tanto por mi verga anteriormente, como por la de Andrés ahora. Cuando sintió lo caliente de la vulva de la perra gimio y dijo

– Andrés: ahhhhh que rico, nunca pensé que se sintiera tan bien tu conchita putita

Todos veiamos como los 16 cm de Andrés se iban perdiendo entre los labios de la vulva de layla y se detuvo hasta topar con su pelvis.

Empezó a bombear despacio mientras la perrita jadeaba, luego con más fuerza, dado que yo ya la había abierto casi por completo y como su verga es más pequeña que la mía, para el era más fácil.

 

Pasaron los minutos, Andrés gemía del placer y como estaba apunto de venirse, (no es de extrañarse por lo rico que se siente) saco su verga y se sento en uno de los sillones dándole paso a Marcos para cogersela.

– Yo: se ve que ya le tenías ganas verdad Marcos, dije riendo.

– Marcos: claro todo esto ya me tiene a mil, mostrando su verga chorreando de presemen

A lo que Layla se volteo y lamió sacándole un gemido a Marcos el cual de una la volteo y se la metió por completo, sacándole ahora un chillido a Layla.

– Yo: Wey con más cuidado, me la vas a lastimar

– Marcos: si ya se la metiste tu y Andrés que la tienen más grande, ni va a sentir la mía, ademas ya ha de estar acostumbrada a tu verga o no?

-Yo: wey tú la tienes más gruesa, y por eso grito

No sabia que decir, Marcos ya se había dado cuenta, pero yo aún no quería confirmar nada, por otro lado era verdad Andrés, Eduardo y yo la tenemos más grande pero Marcos más gruesa.

Todos rieron y Marcos empezó con el mete y saca bombeando como loco la vulva mojada de Layla

– Marcos: es verdad, es la mejor vagina que he probado en la vida, y eso que ya se la cogieron ustedes dos, sigue bien rica y cogible, Layla jadeaba del placer de sentir la verdad de Marcos adentro mientras yo la acariciaba le dije a Eduardo que se la diera a probar, Eduardo se acercó y Layla empezó a lamer su verga

– Eduardo: también se siente increíble su lengua Marcos

Mientras Eduardo y Marcos le daban verga a layla yo hablaba con Andrés.

– Yo: wey que tal estuvo

– Andrés: es la mejor conchita que he probado, gracias por darnos este placer hermano

– Yo: no te preocupes, sabes que haría cualquier cosa por ustedes de ahora en adelante repetiremos muy seguido

 

Esto se había convertido en una verdadera orgía, cuando voltee ya era turno de Eduardo así que me levanté para supervisarlo.

-Eduardo: me moría por meterla putita, esta es la cuarta verga del día y la más grandota, te voy a dejar bien abierta

– Yo: con cuidado Eduardo, eres el que la tiene más grande que todos, así que no me la lastimes tanto.

Nunca había visto a Layla tan excitada por una verga hasta ahora. Layla ella arqueo la espalda, cosa que jamás había hecho, creo que por el grosor y empezó a moverse sola, y eso solo lo habia hecho con las almohadas. Eduardo se quedó quieto mientras Layla se clavaba sola su verga

– Yo: ella jamás había hecho algo así dije

– Marcos: ya ves que si te la has cogido y nunca la habías compartido mierda, me dijo.

– Yo: esta bien, me atrapaste, pero como les iba a decir algo como esto.

Cuando me di cuenta Eduardo ya tenía media verga dentro de Layla y ella jadeando de placer, Eduardo cada vez le daba conas fuerza gimiendo a la vez de lo rico que se sentia.

– Eduardo: aún no ha entrado toda y ya estas como loca putita, nunca habías sentido tal placer verdad.

Entonces se la saco, la cargo y la puso de misionero en el sofá, allí se la introdujo y se le fue como cuchillo en mantequilla, todita hasta la base.

Eduardo se corrio adentro

– Eduardo: ahhhhh me vengo, yo si te dejo preñada con tanta leche putita

Así estuvimos cambiando de pose cada uno se corría dentro y le seguía el otro mientras los demás descansaban y asi como 2 horas. Hasta que la cargue y la subi encima de mi viendo a los demás y se la clave hasta el fondo, ya estaba más abierta que al principio obviamente por tal brutales vergas y cogidas que ya le habíamos dado, entonces se empezaron a masturbar mientras yo me la cogia y todos se empezaron a correr encima de ella mientras yo como el dueño lo hacia adentro

– Todos: AHHHH QUE RICO mientras los chorros caían en el abdomen de Layla.

 

Nos limpiamos y cambiamos y quedamos en que lo haríamos cada 15 días. Así es hasta el día de hoy, está historia es de hace un año y ellos ya consiguieron sus propias perritas y las juntamos de ves en cuando o solo nos cogemos una cada 15 días.