orgia sorpresa

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ivanzoo.
Soy muy vicioso y por esta razón contesté a un contacto de un hombre activo, maduro y posesivo en el sexo.

Tras cambiar unos e-mails, quedó en pasara a recogerme en coche. Tenía que esperarlo en una plaza de mi ciudad vestido con ropa deportiva y sin ropa interior.

A la hora acordada llegó un coche pequeño que paró a mi altura y bajando la ventanilla me preguntó ¿eres Iván?, a lo que contesté afirmativamente.

Me ordenó subir y ya no me dirigió la palabra ni me miró durante el viaje que duró unos 45 minutos.

Llegamos a una casa en las afueras de la ciudad. Paró el coche en la puerta y me ordenó bajar.

Bajó del coche y me abrió la puerta de la casa. Me dijo que lo siguiera y entramos en un salón donde había dos hombres de unos 45 años sentados en un sofá desnudos y meneándose la polla mientras miraban a una mujer joven, muy delgada, casi sin tetas que estaba sentada en el suelo chupando la polla de un dálmata. Me llamó la atención uno de ellos porque tenía una polla muy gorda.

Me sentí muy excitado pero me dio miedo porque nunca había tenido una experiencia semejante.

El hombre me ordenó desnudarme y me dijo que le siguiera. Nos acercamos a la chica y al perro y me dijo que la ayudara, retirándose ý situándose de pie cerca del sofá desnudándose a continuación.

Me agaché y acerqué mi cabeza a la de la chica. Ella notó que estaba muy excitado y nervioso y me preguntó en voz baja y disimulando si era la primera vez, a lo que le contesté que sí.

Ella me dijo que estuviera tranquilo y me acercó la polla del perro. Pensé que me iba a desmayar de la excitación. Cerré los ojos y metí la polla en mi boca. Empecé a chupar como un poseso y empecé a oír los comentarios lascivos de los tres hombres que nos miraban, lo cual me excitó mucho más.

La chica y yo intercambiamos nuestras bocas con la polla del perro hasta que la chica se sentó en la polla del dálmata y yo me excitaba cogiéndo la polla mientras ella se tocaba las tetas. Al rato, me miró y me di cuenta que me tocaba a mí. Me puse en cuclillas y me introduje con cuidado la polla del perro en mi culo. Empecé a subir y bajar y la chica manoseaba mi polla.

Los dos hombres que estaban en el sofá se acercaron a nosostros haciendo comentarios y llamándonos zorras tragonas y guarras, excitándome más. Uno de ellos, me cogió fuertemente por la cabeza y me introdujo su polla en la boca follándome la cabeza hasta que se corrió dentro de mi garganta de forma bestial por lo que me tragué su leche sin saborearla.

La chica estaba chupando la polla del otro hombre cuando se me acercó el hombre que me había traído y con la polla flácida apuntó hacia mi cara y comenzó a mearme. Me ordenó abrir la boca y me llenó de orina , ordenándome que la tragara, por lo que obedecí muy excitado.

Se acercó, me ordenó que abriera la boca y empezó a escupirme con rabia. Después metió su polla en mi boca hasta que se le puso bien dura. Era una buena polla, gorda aunque no muy larga.

Cuando estaba muy tiesa, me ordenó ponerme a cuatro patas y noté que me escupía en el culo, metiéndome los dedos y diciendo guarradas excitándome.

Me clavó el rabo con fuerza y empezó a follarme como un loco. Otro de los hombres me metió la polla en la boca y empecé a chuparla mientras vi al tercer hombre follando a la chica por el culo, en el sofá.

Al cabo de un rato, el que me estaba follando sacó la polla y se acercó a mi cara corriéndose en mi cara y metiéndome la polla en la boca hasta deajrla bien limpia según me ordenó.

Cuando terminé con su polla seguí con la del otro tío hasta que se corrió de nuevo en mi boca teniendo que tragarme el semen de nuevo.

Cuando se cansaron de follarnos, nos ordenaron ir a ducharnos sin hablar.

El hombre me dijo que me vistiera y que le siguiera.

Nos subimos al coche y me llevó al lugar donde me había cogido. Me dijo secamente que le volviera a llamar el próximo fin de semana. Me excité mucho cuando me lo dijo y pasé la semana deseando volver a esa casa.