Orgía zoo mixta

Mis inicios en la zoofilia.
Soy un chico bisex atractivo y muy vicioso. Vivo en España y tengo 35 años.

En ocasiones contestaba a anuncios de contactos, preferentemente, de hombres.

Contacté con un hombre mayor, de unos 50 años, y un día me propuso quedar para follar. Me dijo que me vistiera con ropa deportiva sin ropa interior y le esperara en una parada de autobús. Me limpié bien con una lavativa porque esa tarde iba a necesitar mi culo.

Pasaban unos minutos cuando se acercó un coche y el conductor, por la ventanilla me preguntó:

• Eres Iván?
• Le contesté que sí y me dijo que subiera al coche. Condujo varios kilómetros y llegamos a una casa en el campo. No hablamos nada y yo estaba cada vez más excitado

Me mandó bajar y entrar en el salón. La escena prometía: había tres hombres mayores con pinta de viciosos riéndose y me puse más cachondo porque me excita ser sumiso, usado para dar placer.

Me quedé de pie unos minutos y los tres viejos empezaron a desnudarse y a menarse las pollas entre risas y comentarios acerca de lo bien que se lo iban a pasar.

Entonces entró en el salón el conductor acompañado de una chica muy delgada y un perro grande mestizo de pelo corto.

Sonriendo dijo: Ya llegó la estrella. Para desnudarse a continuación.

Los hombres llamaron a la chica y le ofrecieron sus pollas para chupar. Uno de los hombres me dijo que me desnudara y me acercara a ellos. La chica y yo empezamos a chupar sus pollas y enseguida nos excitamos mucho.

Cuando los viejos tenían sus pollas tiesas, uno de ellos le indicó a la chica que acercara el perro al grupo que formábamos.

La chica acarició al perro y empezó a meterle mano. Yo me quedé muy sorprendido y muy excitado. Me ordenaron que ayudara a la chica con el perro y me acerqué a ella.

La chica me miró y me preguntó si lo había echo antes, a lo que le contesté que no, pero que estaba muy cachondo.

Entonces la chica saco la polla del perro de su funda y empezó a chuparla. Me puse a cien y la chica me ofreció la polla del perro que empecé a chupar muy cachondo.

Al cabo de un rato de chupar la polla del perro entre los dos, observé a los viejos sentados en los sofás meneándose las pollas excitados como burros.

La chica se puso de rodillas para que el perro la montara y uno de los hombres se acercó a mi, que estaba de rodillas, y me metió la polla en la boca. Yo no podía estar más cachondo y chupé la polla como un desesperado.

Se acercó otro de los hombres y aprovechó para ordenarme que me pusiera a cuatro patas para follarme mientras veía al perro montando a la chica.

Otro de los viejos se acercó y terminó de hacerse una paja en mi cara, salpicándome con su leche.

Entonces me ordenaron que ayudara a la chica y me acerqué a cuatro patas para que me ayudara con el perro para que me follara porque era la primera vez y no sabía qué hacer.

El perro me folló con ayuda de la chica y yo estaba a punto del éxtasis de placer. Otros dos hombres se acercaron y se corrieron en la cara de la chica y en la mía mientras mi culo ardía con la polla del perro dentro.

Cuando se corrieron todos y el perro se cansó de follarme se acercó el conductor y le dijo a la chica que se llevara al perro, ordenándome que me vistiera y le esperara afuera.

Esperé a que viniera con el coche cachondo como nunca había estado. Loco de placer me recogió y condujo hasta el punto de recogida sin mediar palabra en todo el viaje.

Nos despedimos con un adiós y sin saber si volvería a contactar conmigo.

Al cabo de varias semanas, volvimos a contactar y quedamos en el lugar de recogida. Esta vez me llevó a un lugar de cruising al aire libre, me ordenó que me desnudara y me ofreció a varias personas para que me follaran y me tragara su leche. Lamí culos, chupé pollas y dilataron mi culo polla tras polla.

Acababa de empezar una curiosa relación con el conductor