oveja en el bosque
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por yoluk.
Una tarde-noche estaba de viaje, excitado mientras condicía mi auto y divisé cerca de la ruta a dos animales que por su porte me parecieron ovejas.
Detuve el auto y me acerque hasta que ambas salieron corriendo y casi al desistir de mi intento escuche unos chiflidos. Era un joven cuidador que se acercaba a preguntarme que queria. Le dije que deseaba conocer mas de cerca a esos animales y el muy sabio las silbó hasta que se aproximaron.
Este joven sabía lo que hacia y noté que les arrimaba sus manos a los hocicos y las ovejas se las relamían.
– ¡¡Que buen dominio tienes de ellas!! me animé a decirle y me contestó que sabía como hacer para tenerlas cerca.
– ¿Tienes alguna formula preparada para ponerte en la mano y que ellas no se escapen? le pregunté
– Antes de salir de paseo me doy un buen masaje de bolas y me masturbo hasta acabarme en las manos, con eso las tengo siempre cerca con ganas de lamer.
Quede atónito con la respuesta y me dijo: – La vida de campo es dura y estas son mis fieles hembritas. Siempre tienen ganas y nunca se quejan. ¿Quieres ver?
Mi boca abierta le demostraba que no entendía nada, y mis oídos no podían creer lo que escuchaban.
Pero faltaba lo mejor: después de acariciar a una de ellas, la hizo acomodarse, se bajó sus pantalones y desenfundó un verga que me pareció mas pequeña que la mía y la empezó a frotar por el culo de su compañera.
– Anda hombre, que esperas. Ven que te acomodo a mi otra hembra para que pases un buen rato.
Tal su oferta, no me costó decidirme ya que mi pedazo estaba a mil dentro de mi boxer.
Me arrimé y la otra oveja se dejó hacer por su dueño y comence a seguir sus experimentados movimientos:
– Primero comienza a seducirla acariciando la entrada de su culo con la punta de tu pija.
Ese fue su primer mensaje.
Demas esta decirte que segui su consejo y mi pija cada vez se endurecía mas y mas.
Despues de unos minutos me invitó: – Ahora te permito que le metas solo la cabeza. Entra y saca. Entra y saca, pero solo la cabeza.
No me costó demasiado penetrarla, por las generosas dimensiones que tenía ese maravilloso agujero. Tierno, tibio, pero un poco seco para mi gusto. Asi ese lo dije al cuidador y su practica notable se noto en su consejo:
– Ven aqui adelante, y coloca esa vergota que tienes en su boca. Sin miedo, que ella te la mamará con suavidad.
Sali de esa penetracion mínima y con recelo arrime mi herramienta a su boca. ELLA no lamio mi verga. Como una zorra de categoría saco su lengua totalmente bañada en su saliva y me la ofreció para que apoyara mi vergota sobre ella.
– Dale verga, que le gusta. Estan acostumbradas porque los peones de este campo las utilizan diariamente. Apoyale esa vergota en la lengua y te garnatizo que veras el cielo.
Cada vez me asombraba mas. Seguí su consejo y ELLA al sentir mi pija sobre esa lengua humeda, se deglutió su lengua y mi verga en un movimiento suave.
Efectivamente saboreaba mi verga como si fuera su último manjar.
– ¿Que te parece? ¿No es una maestra? Hay noches que mientras uno se la coge por la boca otro se la monta por el culo. Tiene solo cinco años y hace tres que es la hembra de varios en este paraje.
Para ese momento ya tenía mi verga bien lubricada y el peón seguia poniendo y sacando solo la cabeza de su pija dentro del culo de la otra hembrita.
– ¡Vamos hombre, que te estoy esperando para divertinos de a cuatro!!
Esa fue la señal que me faltaba para encarar con determinación ese agujero que me habia sido difícil en primera instancia.
– ¡Pues vaya que estas bien dotado!! me dijo el peón.
– ¡La boca de ELLA ha hecho maravillas!! fue lo unico que le contesté.
Entonces me dijo: – Pues bien, vuelve al mete y saca de la cabeza solamente, ya que sino puede espantarse.
Otra vez, ya con mi verga mojada e hirviendo estuve ensayando una cogida magistral hasta que recibí una nueva orden del peón:
– ¡Vamos! ahora metesela hasta la mitad del tronco. Mete y saca. Mete y saca. ¡Pero solo hasta la mitad!!!
Fue difícil aguantar las ganas. Tuve que concentrarme en no transmitir desde mi cerebro todo el placer que sentía hasta mis bolas, que estarían a ese momento fabricando esperma de manera acelerada.
– ¡Te veo complacido! me dijo.
Y vino la orden deseada: – ¡Ahora sí! Mete y saca hasta los huevos!!!
Allí comenzó el movimiento acompasado, bajo la sabia batuta de mi guía ocasional:
– ¡Rápido rápido!
Así mis huevos iban y venían en un vaiven frenético.
– ¡Lento Lento, mas leeentoooo!
Recuperabamos aire y dabamos lugar a mas placer.
Luego de varias secuencias como las anteriores, no hubo mas lugar a dilaciones y mi verga comenzó a despedir chorros y mas chorros de leche que encontraron nido en las entrañas de ELLA, que estaba mansa, con la cabeza erguida y sin moverse.
A todo esto, el peón que debía tener veinte años me dijo: -¡Disculpa mi demora en acabar, pero cuando nos encontramos venía de hacerme una buena paja para tener mis manos bien llenas de leche y listas para ser lamidas por mis hembritas!!!
Solo atine a decirle que por mi no se hiciera problema, que le estaba agradecido y que si podía, culminara su faena.
– ¡Pues claro hombre! A una hembra nunca se la debe dejar con ganas.
Y alli siguio en su tarea mientras me subi mis pantalones, acomode mis ropas y me alejaba en mi auto de ese hermoso paraje.
Tuvo tiempo para decirme: -¡Recuerda este paraje! ¡Si pasas por aquí nuevamente animate a detenerte! Hay otras sorpresas que te puedo mostrar!!!
Esto fue totalmente real. Ocurrio hace menos de un año que pasó y en mi proxima visita a ese lugar, fui con mi esposa a quien le dije de hacer un miniviaje de fin de semana.
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