Perra de raza criolla pero bastante grande

Aunque muy pocas ocasiones clavo perras, cuando hay la oportunidad no la dejo pasar.
Un saludo especial a todos aquellos que hemos elegido penetrar hembras de varias especies recibiendo y dando placer sexual, si bien muy pocas ocasiones he clavado perras, no quiere decir que si hay la oportunidad con un animal sano, vacunado y bien cuidado, deje pasar la oportunidad, la persona que nos ayuda en la finca y vive en una cabaña aledaña tiene una perra criolla de muy buen tamaño, tiene tres años de edad y solamente ha parido una camada, desde hace más de una semana entró en celo y por ese motivo permanece encerrada en un canil, de manera que los machos no pueden acceder a ella, yo realmente tenía ganas de clavarla pero no había una buena oportunidad, pero hace dos noches estaba cayendo un fuerte aguacero y los pocos perros que se acercaron fueron espantados y se habían ido, a eso de las 10 de la noche tan pronto aminoró el aguacero estaba haciendo algo de frío, salí al corredor y fui corriendo al canil, abrí la puerta y animé a la perra a seguirme, tan pronto ingresamos a la habitación cerré la puerta, corrí las cortinas y me fui para el baño a orinar, quitarme la ropa y ponerme algo de retardante en el pene, después salí y me senté en la cama, llamé a la perra y con una toalla me puse a secarla, cuando siento que me estaba olfateando el pene, yo le acaricié la cabeza cuando veo que se puso a darme lengüetazos en la verga y a la vez me daba como una especie de sutiles mordiscos que me hicieron estremece de placer, luego me dio otros lengüetazos en los testículos, al sentir su lengua en mi verga y unos resuellos calientes, se paró de inmediato mi verga, me quede inmóvil dejando que hiciera de las suyas, el placer que eso me producía era intenso, luego la perra se volteó dejando ver esa vulva demasiado hinchada y soltaba algunas gotas de flujo cristalino, yo empecé a acariciarle esa bola con mi mano, la perra hizo la cola para un lado, le introduje mi dedo en su vulva, la perra se puso a culear solita, sentí ese calor interno en mi dedo, sentía que le palpitaba la vulva, sentía esa lubricación babosa y excesiva por el celo, la tenía muy grande, mientras yo le daba dedo seguía culeando y literalmente temblando por el placer que sentía, al sacar mi dedo hizo una descarga transparente de baba con algo de orina despertando deseos de clavarla, me acomodé y la agarré de manera perruna, ella hizo la cola para un lado, le acomodé la cabeza de la verga en la pura entrada y ella empezó nuevamente culear solita, comencé a hacerle fuerza pero me impedía clavarla de un todo, de un momento a otro medio se encorvó y me dejo clavarla en su totalidad, la perra pujó fuerte y alcanzó a lanzar un gemido poniéndose inquieta, sentí que literalmente me atrapaba la verga porque me apretaba demasiado, eso me producía más placer rico, la perra levanto la pata y por en medio metió la cabeza y se puso a lamerse la vulva con mi verga adentro, era demasiado rico, la acomodé nuevamente en cuatro patas quedando quieta, sentía que me quemaba con ese calor indescriptible y la suavidad me volvía loco, sin esperar más comencé a culiarme la perra con vaivenes repetitivos, se lo sacaba hasta la mitad para mandárselo hasta el fondo, la perra empezó a soltar un líquido baboso que humedecía mi verga y me mojaba mis testículos, La perra empujaba de vez en cuando hacia a atrás, llevaba más de cinco minutos y estaba algo cansado, por eso me quedé inmóvil, la perra me apretaba la verga y soltaba, tenía contracciones fuertes, recuperado el aliento continué culeando a la perra, de vez en cuando su vulva se sentía bien apretada y volvía a soltar, cuando estaba a punto de estallar me aferré contra la perra y sentí que tuvo una contracción fuerte apretando mi verga, no aguanté más y le dejé dentro toda la leche que tenía acumulada, yo me aferré contra la perra bastante fuerte hasta que no sentía espasmos eyaculatorios, me quedé bastante rato en esa misma posición, qué sensación placentera sentir que la perra trataba de atraparme la verga pero por la morfología de la verga es imposible que la pueda atrapar como lo hacen con los perros los cuales tienen una bola en la raíz de la verga, cuando sentí que se me estaba poniendo flácida solté la perra, apenas sintió que la solté y mi verga salió de esa gigantesca vulva, se dio la vuelta y me lamió dejándome limpio, se tiró al piso se puso a lamerse la vulva, al rato se levantó y se puso bastante juguetona que casi no la calmo, cansado de la faena me acosté en la cama y me quedé dormido, a eso de las dos de la mañana sentí que la perra me estaba lamiendo la verga volviendo a provocarme una erección bastante fuerte, sin esperar le metí otra culiada tan agradable como la primera, al terminar me vestí y fui hasta el canil a dejarla, en el camino había varios perros, que intentaban acercarse, cuando la encerré varios perros se agarraron a pelear, aceleré el paso hasta la habitación, después de llegar, cerrar la puerta y recostarme, escucho que el cuidandero se había levantado y con un fuete estaba espantando los perros los cuales se habían alborotado feo, al rato me volví a quedar dormido, a la mañana siguiente me fui a echarle comida a la perra y ver como había amanecido esa COCHITA RICA, al abrir la puerta la perra me olfateaba los genitales y ladraba, después de echarle su comida la dejé para que se alimentara, la vulva se le había crecido un poco más y estaba más provocativa aún.