PERRA PREÑADA MI NUEVA AMANTE.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bueno se me vino a mi mente que si esperaba hasta que se llegara la tarde podría ser feliz para evitar que los mirones se diviertan conmigo ya que soy un profesional en el campo docente y no quiero que mi preferencia cause escándalos porque la gente eso le atrae mucho, entonces me hice el que me bañaba en el rio y ate la perra a una roca para que no se me fuera a ir para la casa ya que era un momento que la vida me daba para que lo disfrutara, así fue:

Se oculta el astro rey nos salimos del rio la subo a un bordo o paredón donde se encontraba mucha maleza muy alta que nos cubría muy bien y con gran cuidado le ate la boca con una cuerda para que no me fuera a morder y no tener que dar mentiras a los demás que tal vez no me iban a creer, luego me desnudo totalmente y con mi verga que echaba liquido seminal sin tardar mucho la pongo con las patas para arriba me le voy encima como coger a una nena, le logro tocar su jugosa y apetitosa comida luego viene lo sabroso.

Me agarro el garrote enormemente bien parado me le aplico una buena cantidad de saliva preparada bien ligosa le paso mi mano sobre su paraíso, y cuando estábamos bien ligosos los dos, inicio introduciéndole la cabeza de mi verga y sentí que no había ningún problema pero el resto del útero estaba más socado pero como ni se me movía comienzo a metérsela suave y con unos pequeños movimientos de mete y saca pero como que si desvirgaba a una niña de unos quince años me sentía bien lleno de satisfacción, cuando poco a poco sentí que la vulva se me fue abriendo para que su nuevo macho la disfrutara y mi verga se le fue hasta el mero tronco de los huevos, se la dejo un rato para imaginarme solo cosas sagradas pasaban por mi mente y mi cuerpo lleno de lujuria.

Bueno casi explotaba mi verga como un volcán pero me detenía ya que era tan grande la sensación, lo rico lo bueno, que la vida me daba por primera vez en mi nueva hembra animal se la sacaba y se la introducía hasta el fondo de la vagina y despacio porque si no iba a acabar antes de lo programado pero fue demás.

Cuando ya no soporte bueno me dije es hora: siento bien caliente los líquidos vaginales hoy si dije le METO HASTA EL PEDACITO MAS DURO DE MI PIJA BIEN TIESA Y COMIENZO A DERRAMARLE TODO DESDE LO MÁS INTIMO DE MIS HUEVOS QUE ESTABAN ALMACENANDO TODA LA LECHE MASCULINA PARA AQUEL NUEVO AMOR, y todavía mi pedazo de pija bien dura se la dejo clavada como un minuto más y se la saco escurriendo de liga, y me siento a su lado para ver qué pasaba si nos enredábamos nuevamente porque no podía creer lo que acababa de pasar en nuestras vidas.

Como a la media hora quizá más o menos después que ella se estuvo lamiendo su vulva siento que mi verga se estaba parando nuevamente entre mis piernas y no dije y como ya tenía experiencia solo le hice a un ladito su trompa y sin poner resistencia alguna la pongo otra vez con las patas para arriba y luego se la dejo ir ya se la tenía bien des floronada la vagina se la zampo mi pedazo de chuna con todo y a culear muy rico pero ya esta vez mi objetivo era echarle dos polvos antes de llegar a donde mi mujer y así fue lo logre.
Fíjense que cuando nos fuimos a casa procuré no soltarla porque se podía ir corriendo hacia donde mi mujer y podía lamerse la vulva des floronada delante de ella y podía revisarla y descubrirme más que como era su mascota me iba a estar cuestionando y aquello me lo quería llevar a la tumba, bueno me dijo:
¿de dónde vienes? De donde Ricardo le dije tranquilo, y ¿por qué te estuviste?
Me dijo, es que estuvimos platicando con su familia, le contesté bien categórico al contestar pero afligido por dentro. Y no fue más.

Desde ese día cada vez que mi mujer se dormía, llevaba a mi nueva hembra a cogérmela cerca de un terreno baldío, o cuando quedaba solo le des vaciaba mi verga las veces que podía ya que en ese entonces tenía como unos 28 años, la perra pario la seguí cogiendo como un mes más pero ya se me hacia mas difícil, pero perra en celos que llegaba o preñada las hacia entrar y a meter mi verga. Y sin sufrir rechazos ni disfamación ¡Que vivan las perras!