Por el ano de mi perra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por DogShow.
Últimamente lo que más me calentaba era lamerle su vagina. Eso la ponía a ella cachonda también, su tibia vagina se suavizaba y se abría más mientras la masajeaba con la lengua. Ella estaba acostada, por lo que de reojo vi su tierno ano de tonos rosado y gris. Recordé que al principio cuando empezaba a intentar tener sexo con ella, le tocaba el ano y ella no se dejaba, por lo que supuse que nuca se dejaría tocar allí y que tener sexo anal con una perra era imposible.
Sin embargo esta vez dejó que yo jugueteara con mi dedo en su ano. Le eché saliva a mi dedo de enmedio y poco a poco se lo fui metiendo. Era increíble que se dejara, se lo metí por completo. Se sentía muy diferente a cuando se lo metía en la vagina, su ano era más estrecho, ella no chillaba ni nada, seguía acostada como si no le estuviese haciendo nada. Comencé a masturbarla con mi dedo, se sentía muy rico tocar allí dentro, era tan exitante que mi pene casi estallaba de placer.
Saqué mi dedo y escupí en su ano, le volví a meter el dedo más rápido y le escupí en su hermosa vagina también para masturbarla con mi otra mano. Era como en una peli porno donde le meten a la mujer 2 penes por sus dos orificios. Mis dos dedos de enmedio se los metía por el ano y por la vagina al mismo tiempo, ella solo jadeaba retorciéndose lentamente sobre el sillón (estaba sobre un sillón porque en el piso te cansas rápido). La base del dedo que metía en su ano lo movía hacia los lados y en círculos, quería expandirle el ano pero no se podía, todo el tiempo estuvo tan apretado como siempre. Sus jadeos eran calmados, por fuera no se veía tan exaltada, pero por dentro yo sentía sus pulsaciones con mis dedos. La vagina palpitaba por dentro, pero cuando su ano se contraía su vagina también lo hacía, es decir, por momentos ella apretaba mis dedos con sus músculos internos. Parecía que su ano y vagina eran los que masajeaban mis dedos, y no yo a ellos.
A pesar de estarla masturbando, era yo el que casi tenía un orgasmo, así que rápidamente la puse de pié sobre el sillón y metí mi pene en su ya ablandada vagina. Solo empujé unas 4 veces y eyaculé dentro, chorro tras chorro le llené su vagina de mi leche caliente, era tanta que no paraba de eyacularle, hace mucho tiempo que no tenía un orgasmo tan rico. Tras acabar, mantuve varios segundos mi pene metido, porque como ustedes sabrán siempre hay una o dos gotas que chorrean después, así que me aseguré de que ese residuo de semen saliera mientras estaba dentro de ella, para dejarle completamente todos mis jugos dentro suyo.
Finalmente se lo saqué y fui a lavarme las manos y el pene. Normalmente ella se queda lamiendo su vagina, pero esta vez se preocupó más por su ano. No se con qué sensación la dejé pero estuvo varios minutos dando vueltas tratando de lamerse el ano, la pobre no podía xD
No se si ustedes ya habrán llegado a más con sus perras, pero para mi fue todo un descubrimiento. Eso sucedió hace una semana, por ahora no he tenido oportunidad de volverlo a hacer, pero en cuanto esté solo en casa trataré de probar con mi pene, o quizá tendré que expandirle el ano poco a poco con mis dedos así como hice con su vagina.
Bueno, Saludos gente!
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