Primavera
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Un día fui una mañana a dar una vuelta y allí estaba en medio del camino esperándome con ganas de guerra.
empezó a oler me por mi bajo abdomen y a moverse alrededor.
Se paro ante mi, con el miembro a medio sacar.
y me entraron unos calores por mi ano que creía que iba a arder, le toque el lomo y poco a poco fui atrevíendome más y más acariciando sus bolas y su miembro que fue poniéndose duro y tenso.
así estuve un rato, pero yo quería más, mucho más.
Así pues pensé que tenía que tenerlo en mi culo y mi ano daba señales de vida a cada paso, como dando a entender que sin, si siiii.
Se me estaba haciendo tarde, así pues, le deje allí con un amigo barrita energética y unas ganas locas de que me follase todo mi culpa.
Durante toda la tarde y noche no pude más que pensar en como seria tenerlo todo para mi.
Me tuve que hacer una paja para poder dormir.
Por fin llegó el día, lleve en mi riñonera todo lo que necesitaba, me puse los pantalones pero no los calzones, pues iba ya como una burra en celo.
Llegué donde solía estar el potro más o menos y no le encontré, vaya desilusión, pero oía que más arriba, fuera del camino bajo unos árboles había movimiento, así pues me dirigí allí y estaba en compañía de un semental mayor que al principio se movió como para huir, pero se quedó cerca.
Me acerque al potro y empecé a tocarle las bolas y el miembro que ya sobresalía y se estaba poniendo tenso y duro.
Le frote la inmensa polla con aceite de almendras y empecé a quitarme el pantalón, pues estaba caliente, caliente.
empezó a oler me el culo y a pasarme su lengua por las nalgas y el escrito.
no podía más , me puse contra un árbol caído a cuatro patas y el me monto, empezó a buscar con su polla mi agujero, y en cada embestida que fallaba, dándome en mis nalgas mi deseo iba en aumento y el suyo también.
Se bajo de mi espalda y volví a aceitarle el capilla que estaba brillante, y me puse un poco en el ano.
así que me puse de nuevo contra el árbol y moví mi trasero invitándole a montarme, esta vez tuvo acierto, no en la primera pero si en la segunda, mi cuerpo se contrajo y mi ano se cerró un poco, pero yo estaba deseoso de que me reventara, la siguiente embestida fue una descarga de placer tan grande que creí que me iba a caer.
y la siguiente fue una borrachera de placer solo quería que me embistiese otra vez y otra y otra.
tras varias embestidas sentí que su pollon se ponía tenso en mi y se corría llenándose de lechera y derramando se por mis muslos, se bajo y empezó a lamerme.
en realidad no era su lengua era el semental que estaba observando y se había puesto caliente.
y yo aún estaba con ganas de más.
El potro se apartó un poco y el semental se acerco y me olio piernas y culo , acercándose para montarme .
se subió a mi grupa y este no tuvo que dar muchos intentos me ensartar su pollon a la primera y mi borrachera de deseo y placer fue inmensa, me corrí con un chorro de leche que rego el árbol y mis pies.
Fue una experiencia plena, mi culpa estaba lleno de una gran polla de caballo semental, bañado de leche , que ambos me estaban lamiendo por turnos.
No hubo ningún día que no pasease por el jardín de la primavera.
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