Regreso al campo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jucatove188.
En el mes de junio anterior salí con vacaciones por termino del periodo académico y como es costumbre viaje a la casa paterna y de ahí al campo donde tuve mis inicios en la zoo por lo cual siempre tengo buenos recuerdos, una vez en la finca se programa el mantenimiento de todo, las vacunas de animales, arreglo de cercas, y reparaciones locativas, como a los dos días de haber llegado decidí hacer un recorrido por los alrededores, me había alejado como a dos horas de camino y pasaba por cerca a unos arbustos altos, cuando de pronto me encontré con algo bastante agradable y que en mi vida había probado tan solamente una vez UNA HERMOSA BURRA CON SU CRÍA COMO DE SIETE MESES
En ese momento se me despertó ese instinto animal que todos llevamos, llevaba una cuerda en la mano y como no era arisca la amarre y la deje en ese lugar, luego salí y revise los alrededores para que no hubiese nadie mirando y así poder recordar algo de mi pasado, luego adentre al animal un poco mas para poder dar rienda suelta a mis placeres, cuando camine como 50 metros por entre los matorrales busque un lugar bien sombreado por el sol y calor que estaba haciendo, en mi tierra se acostumbra a llevar panela que es un derivado de la caña de azúcar y cuando hace sol se consume con agua, la partí en varios pedazos y se los eche en el piso al animal y este se puso a comer, luego me le acerque por detrás y me le pegue lo mas que pude para ver su reacción y ni siquiera se incomodó, así que le metí una mano en medio de sus patas hasta cogerle las ubres y tetas y masajearlas un poco viendo como abría aun mas las patas, le fui llevando la mano hacia atrás hasta llegar a su vulva, pasaba mi mano hacia arriba con algo de fuerza haciendo penetrar mi dedo corazón y la bajaba suavemente, se la apretaba un poco para luego repetir el mismo movimiento
Levanto el rabo y su vulva comenzó a abrirse y cerrarse copiosamente, así que me solté los pantalones me los baje con la ropa interior, dejando mi pene por fuera totalmente erecto y con ganas de invadir ese rico agujero, lo tome con mi mano y se lo oriente a su vulva cuando la abría le trataba de meter solamente el glande de manera que al cerrarla sentía como si me lo besara, en ese frenesí no aguante un segundo y se lo mande hasta el fondo permitiéndome sentir de ese interior cálido, húmedo y suave, en esas la burra pequeña se acerco y trato de meter la cabeza para mamar provocando que la burra vieja brincara tocándome retroceder, disgustado cambie de idea por lo cual le quite el lazo a la burra vieja y agarre a la burra pequeña atándola bien cerca a un árbol para que no tuviera mucho campo de movimiento, me le ubique por detrás le babee su tierna vulva se la abrí y le mande el pene hasta el fondo haciéndola fruncirse y arquearse, pero curiosamente luego se quedo inmóvil como asimilando lo que pasaba y disfrutando su primer novio humano, sin embargo pude sentir como le palpitaba es panocha tierna y virgen, con bastante cuidado inicie a meter y sacar mi pene lentamente y seguir acelerando cada vez mas, que agradable yo siempre había acostumbrado a comer becerras pero borricas nunca era la primera y la sensación era muy placentera.
Luego metía mi pene hasta el fondo haciendo lo mas que podía de fuerza pudiendo sentir unas fuertes palpitaciones internas para volverlo a sacar hasta su entrada y meterlo nuevamente hasta donde podía, estaba muy emocionado de haber encontrado esos ejemplares en mi camino pero mejor aún permitirle a una jumenta tener su primer macho, me encontraba para entonces en la etapa final y acelere mi ritmo, de un momento a otro se lo mande hasta lo mas profundo que pude y permanecí unos segundos mas hasta sentir como mis testículos expulsaban mi semen dentro de esa vulvita diminuta pero saciable a los placeres animales, era el éxtasis que todo zoo gusta ese clímax fue el mejor de todos solamente comparable con el de becerras, cuando de la tormenta pasé a la calma saque mi pene y solté al animal dejándolo que fuera hasta donde estaba su madre, cuando se iba alejando pude ver como le goteaba la vulva entre semen y su orina, descanse y seguí revisando la alambrada de la finca, pero como tres horas mas tarde regrese por el mismo lugar y es apenas lógico que no podía desperdiciar la oportunidad y con ambas como acostumbro repeti mi faena.
Saludos a todos y espero les guste mis narraciones
Para Todos
JUCATOVE
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