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Zoofilia Hombre

Secuestre a un animal

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jucatove884.
Hace unos días luego de unas vacaciones regresaba de la ciudad al campo pues el cuidandero no estaría al menos por una semana, en horas de la tarde me desplazaba a pie hasta la finca como a una hora de la cabecera municipal, durante el recorrido me encontré con una burra parda volantona que tenían pastando a la orilla del camino, así que aceleré el paso para llegar rápido y despachar al cuidandero, cuando éste abandonó el lugar me fui para una lomita y vigilar quién llegaba a recoger as la burrita, a eso de las 5:30 de la tarde una señora que vive cerca la recogió y la llevó a la parte de atrás de su casa, como a las 8 de la noche decidí secuestrarla y tenerla cuantas veces pudiera, sin hacer ruido para que los perros no ladraran me fui hasta allá, desaté la burra y la fui halando de la cuerda para llevarla hasta nuestra finca a la cual llegué a las 9 de la noche.

Durante el recorrido mi corazón saltaba a mil, sentía un hormigueo en todo el cuerpo y mi pene pedía a gritos probar algo, una vez que me encontraba en la seguridad de nuestra finca y sin nervios a ser descubierto, me la llevé para el interior de la casa, me desnude muy rápido y me abalancé sobre ese manjar de animal, por instinto inicié a acariciarle la vulva notando que estaba muy dócil, le subía la palma de la mano por sobre la vulva y la burra estiró un poco el rabo hacia atrás y entreabrió las patas, así que seguí masajeándola por buen rato, creo que estaba en celo porqué mascujaba, hacia guiños con la vulva, le metí el dedo e inicie a sobarle el clítoris la burrita apenas se fruncía y daba leves pasos

De un momento abrió las patas y soltó un chorroté de orina bastante oloroso sobre mi mano y como buen semental se me alborotó mis hormonas cuando me llegó ese aroma, me ubique en sus ancas y le metí la cabeza del pene, a cada guiño que daba se encorvaba como pidiendo que no la torturara más, el calor que desprendía era agradable, aparte de eso aún todavía desprendía algunas gotas de orina con una baba espesa y de olor fuerte por lo cual no había necesidad de lubricación, en la medida que presionaba así mismo la penetraba hasta que se oculto todo mi pene en esa rica vulva, sin más inicie a bombearle con todas mis fuerzas por un buen rato, algo agotado saque mi verga y me puse a contemplarle esa húmeda vulva y como seguía dando guiños, igualmente estaba demasiado exaltado me puse de cuclillas, le abrí la vulva y cada vez que podía le pasaba la lengua en ese rico clítoris (cuarta vez que hago sexo oral con animales), luego la penetré nuevamente y la bombeaba hasta que me casi me quedaba sin aliento, escuchaba los ruidos que producía la penetración, al rato llegó el momento del orgasmo así que aceleré los movimientos hasta que sentía como mis testículos iniciaban a expulsar mi semen, por lo que me aferré a ella por sus ancas hasta que le desocupe todo y permanecí así otro rato hasta que mi pene estaba flácido, saque el pene y observaba como le chorreaba semen y sus fluidos internos, igualmente mi pene estaba mojado y baboso

Con papel higiénico le limpie bien la vulva y mi pene y esperé hasta que recuperé el aliento para seguir gozando de ese rico placer del sexo animal, esa noche de lujuria la tuve por cuatro veces más hasta que me sentía totalmente extenuado, para evitar suspicacias a eso de las tres de la mañana me fui hasta donde la había secuestrado y la deje donde estaba para que nadie sospechara nada, regresé a la finca entre oscuro y claro en el albor de la mañana, con toda la fatiga del mundo me puse a ordeñar las vacas afortunadamente en el momento no hay muchas,

Al terminar de ordeñar le di dedo a una becerra ya crecida incluso tuve ganas de penetrarla pero las fuerzas no me ayudaron, saqué a todos los animales de los corrales, empaque la leche en las cantinas, cuando el camión lechero recogió todo, me fui a descansar hasta las primeras horas de la tarde.

Lógicamente que en la finca disfruto mucho de mis becerras y ovejas, pero una canita al aire no cae mal y si se puede intentare secuestrar la burra cuantas veces pueda.

2470 Lecturas/1 octubre, 2018/0 Comentarios/por sexosintabues
Etiquetas: oral, orgasmo, semen, sexo, vacaciones
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