SEGUNDA GENERACIÓN (dos perras para un solo hombre)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por luizoo.
A continuación relato una historia totalmente real, si bien e tratado de describir lo mejor que pude no menciono mis características ni mis dimensiones, esto deben hacerlo ustedes, espero que se pongan en mi lugar y se imaginen que son ustedes los que están viviendo esta experiencia ¡espero les agrade! Esta ocasión relatare sobre mis experiencias con una deliciosa y madurita perra de raza pastor alemán con de un color amarillo oscuro, la cual era una excelente amante, además de cómo me la monte a ella y a su hermosa, joven y virginal hija.
Tras haberme encontrado por casualidad con esta hermosa hembra en pleno celo y de haberla disfrutado al máximo a pesar de ser ajena, motivo por el que la tuve que dejar ir, resulta que me entere de que era la perra de un vecino que vivía a unas cuantas casas de la mía y al enterarme de esto me puse muy contento ya que seria cuestión de esperar la noche para ir por ella y llevarla conmigo. Vivo en las afueras de una ciudad, en un pueblo que esta entre cerros, los cuales están a disposición y quedan vacíos desde muy temprano, así que aprovechando esto yo preparaba una mochila con alimento para mi amante, una manta y algo de lubricante por si acaso y salía en las noches por ella asta su casa y después de un llamado se escabullía y sin pensarlo me seguía a donde yo la llevara, después de encontrar un lugar oculto y apto para mi, desplegaba la manta, me desvestía totalmente (en esa época del año hacia mucho calor en las noches) recostaba a mi amante y me disponía a gozar de ella a pleno aire libre bajo la luz de la luna y un cielo estrellado como testigo, empezaba por un masaje para que se relajara y para empezarnos a excitar le hacia un cunnilingus para que estuviese muy bien lubricada y después empezar a disfrutar de mi perrita que toda esa semana estaría en celo y me brindaría toda su disposición y servicios sexuales y yo le daría lo mejor de mi además de que al terminar nuestras sesiones también le daba alimento y mucho cariño de mi parte, esto siguió así durante un par de meses hasta que cierta noche….
En ese tiempo mi perra ya tenia un vientre muy agrande y unas tetas muy crecidas síntomas de su embarazo (seguro yo no había sido su único amante) por tal motivo parecía un poco mas reacia a estar con migo, pero en esa noche además de ella también me surgió otro perro, que parecía ser su hijo de su camada anterior, ya que aun era pequeño a mi no me importo y seguí con nuestro ritual cotidiano, pero al acercarse a mi me di cuenta de que era una perrita de color negro con su pecho amarillo como la mayoría de los pastor alemán, muy amigable y sumamente dócil al igual que su madre, al empezarla a sentir me di cuenta de que era demasiado pequeña para siquiera pensar en penetrarla, aun así siempre la llevábamos con nosotros para que se fuera familiarizando con migo y el sexo y de paso para que me diera algo de placer oral ya que para eso si era muy buena.
Jamás había tenido la oportunidad de desvirgar a una perrita y supuse que con algo de paciencia y un poco de suerte seria yo el afortunado que iniciara a esa hermosa cachorra en las artes amatorias por lo que estuve muy pendiente de seguir de cerca su crecimiento y fue así como de vez en cuando intentaba penetrarla pero al no lograrlo finalmente me daba por vencido y me desahogaba con su experta madre la cual ya no importaba si estaba en celo o no siempre estaba dispuesta y lista para mi, tal era su habilidad que tenia que buscar las posiciones correctas ya que si se lo hacia como perrito no duraba mas de un par de minutos dentro de esa excelente vagina. Por razones de trabajo mi deseo de desvirgarla a la hija de mi perrita favorita se fue con la necesidad de tener que cambiar por unos meses mi residencia, pero a cambio de eso me hice de una casita donde podríamos estar a solas los tres por todo el tiempo que quisiéramos sin temor de que alguien nos descubriera.
A mi regreso me de que mi cachorra ya no era virgen pero esto solo me facilito las cosas ya que a partir de aquí la podría penetrar a mi antojo, y después de ese tiempo separado de mis compañeras sexuales mi sangre hervía de pensar en lo que le haría a esa puchita que empezaba a florecer y como su madre seria testigo de toda la acción, apenas llegue a mi casa esa tarde salí en busca de mis amantes y para las 18:00 horas ya estábamos los tres en mi casa, asegure la puerta de la entrada, coloque cortinas en todas las ventanas para impedir la vista a curiosos y me desvestí completamente, guié a mis perras a una habitación y recosté a la mas joven en la cama mientras le decía a su madre –lo siento pero hoy vas a ver como gozo de tu hija- ella seria la que me bajara la calentura acumulada de esos meses, me coloque detrás de ella, ambos recostados mi peco contra su espalda, coloque mi virilidad ente sus piernas, solo para sentir su calor y comencé a acariciar sus orejas, sobar su cabeza, le di un ligero masaje en sus patas para que se relajara y la abrazaba como cuchareando mientras deslizaba mis manos por su linda barriga, después separe sus patas traseras para dejar expuesta su vulva y ella las dejo así como dándome pase libre, coloque mi mano de tal forma que su conchita quedaba aprisionada entre mi dedo índice y el medio y empecé a deslizarle mi pulgar por toda su entradita y se lo metía solo hasta el primer nudillo,
ya adentro lo movía tocando sus paredes, su madre solo nos miraba mientras su hija se quedaba quieta disfrutando, después baje y empecé a chuparle toda la vulva, los labios y las paredes de su entrada, dejaba mi lengua adentro y la movía, la retorcía y la llevaba de arriba a abajo estaba súper húmeda y caliente y yo estaba a reventar en ese momento la creí lista para comenzar a penetrarla, nunca lo había echo y con ansiedad trate de metérsela, pero no podía, solo entraba una pequeña parte y nada mas, entonces decidí abrirme paso con mis dedos y logre meter dos con facilidad, entonces la puse boca arriba, abrí sus labios asta ver ese delicioso y palpitante interior rojizo muy carnoso, solté un chorro de saliva con mis labios alrededor de los suyos como llenando un globo, después esparcí un poco también en mi pene y lo lubrique bien para que entrara, me arrodille frente a ella separando mis piernas para quedar a su altura y entonces ¡fuuuuuuuuuuu! Se le introdujo toda de un solo empujón, todo mi pene quedo dentro de ese manjar, parecía que me estaba devorando y yo solo sentía un calorcito muy muy muy rico y una presión muy intensa por ser una perrita muy joven aun así ella se dejaba querer sin oponer resistencia alguna.
Comencé a metérsela y al sacarla sentía como se cerraba su anillo detrás de mi, se la sacaba casi por completo, solo quedaba mi cabeza en ese momento con un tamaño impresionante y al volver a embestirla sentía como su anillo cedía ante mi enormidad, el placer era indescriptible por momentos me recostaba sobre ella dejando caer mi peso sobre de ella y besaba su hocico que permanecía abierto mientras jadeaba, me quede un rato así pero entonces decidí probar todas las posiciones que pudiera, me gire mientras la volteaba pero sin sacársela para quedar como pecho contra espalda como al inicio, no podía creer pero las sensaciones se intensificaron de esta forma, recorría su espalda con mis manos mientras la bombeaba una y otra vez, lo siguiente que hice fue girarla nuevamente para que quedara con las tetas sobre la cama y después la quise parar pero solo levanto la parte trasera como dándome su panocha mientas quedo con la cabeza sobre la cama, solo con ella e logrado esta posición tal vez porque para entonces ya teníamos una media hora en el acto, la cama estaba empapada en mi sudor y por sus jadeos, quería tomar un receso pero sin despegarme de ella así que me senté y la senté frente a mi la tome por la cola y la empecé a bajar y a subir, frente a mis veía desaparecer mi miembro dentro de su vagina una t otra y otra vez mas, ahora ella hacia todo el trabajo, y yo disfrutaba, cuando me repuse la gire para quedar frente a frente y sentir pecho junto al mío, me levante y se la empecé a meter de a cartón de chelas, mi perita era tan complaciente y sumisa, estábamos en total armonía, el pene me dolía pero yo no quería separarme de ella, cuando me canse me recosté en esa posición y sentí su agitado corazón junto al mío, llevábamos casi una hora y esa perrita ya se veía y actuaba muy inquieta como queriendo finalizar, así que me acomode la envolví con mis brazos para que no se moviera y comencé a darle a diestra y siniestra, con la fuerza en ocasiones mi pene salía pero de inmediato se lo volvía a refundir asta adentro, mi perrita estaba muy agitada y yo de igual forma empecé a arremeter mas y mas rápido y con mas fuerza, entraba y salía, entraba y salía y de repente no pude mas, los pies acalambrados, mi fuerza agotada, un temblor me recorría y sentía mi vida irse dentro de esa cachorra, fue una venida larguísima,
toda la espera había dado frutos, mi cachorra ya era todo una hembra, y me había llevado al cielo, pero no solo fui yo, no se que paso a continuación pero una presión empujaba mi pene dentro de esa hembra parecía sentir que me vine dentro de ella y que la llene de leche porque se puso mas inquieta y al soltarse de mi amarre soltó tras de ella un chorro enorme de un liquido que no me atrevo a decir que era pero si puedo decir que ambos quedamos totalmente satisfechos. Descanse un rato y volteé a ver a su madre ahora si seguía ella, quizás antes no me allá explicado bien o no se allá entendido lo caliente y excitante que era esta majestuosa hembra cuando digo que era todo una profesional pero después de estar alrededor de una hora con su hijita solo me tomaron unos diez minutos de disfrutar con ella y de su chocho ardiente y maravilloso antes de venirme inundando sus entrañas, así de caliente era, pero igual ese día pude realizar algo incomparable, sexo con dos generaciones de perras que me dieron una de las mejores y más largas noches de mi vida.
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