Sensaciones con diferentes animales domesticos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jucatove1968.
Buenas noches comunidad, soy miembro de la comunidad ZOO de sexosintabues desde el año 2009, en estos seis años he leído todo tipo de relatos de zoofilia, he analizado que algunos comentan sus experiencias y otros sus fantasías sobre ésta forma de sexo tabú; pero que realmente no pasan de eso “fantasías” que distan de la realidad. Los que hemos tenido la oportunidad de practicar sexo con animales hembras y en especial con todo tipo de animal doméstico incluidas las aves, sabemos con exactitud qué se siente con cada una de ellas, en estos párrafos trato de describir lo que yo he sentido, sin embargo espero todos los comentarios que puedan hacer para complementar en cuanto a penetraciones con hembras se trata:
GALLINAS: Me inicié con ellas y tengo actualmente mis mejores recuerdos, poseen una cloaca extremadamente caliente por momentos se percibe como si fuera a quemarse el pene, las plumas se humedecen por la lubricación que ellas mismas sueltan cuando hacen fuerza para expulsar el pene, incomodan las penetraciones cuando se atraviesan y al sentir la humedad de ellas en los testículos, cuando pequeño penetraba totalmente el pene en su cloaca pero en la medida que fue creciendo se hizo incómodo porque quedaba una parte por fuera, he experimentado ahora que mi pene totalmente erecto no penetra más de unos ocho centímetros, en todo el tiempo la gallina inicia a hacer fuerza para expulsar y el pene queda untado de una sustancia blancuzca alrededor del glande, en ocasiones sale lleno de excremento del ave. Actualmente toca esperar que deposite el huevo para que haya más espacio o en su efecto estar muy pendiente que culmine el ciclo para en los días siguientes disfrutar un poco más, todo el tiempo tienes que ayudar a tu pene a ingresar, acomodar las plumas, cloaca y tratar de abrir el espacio para acomodar la cabeza del pene, un aspecto muy particular es cuando las gallinas están por iniciar el ciclo de ovulación cuando se les acerca se acurrucan, no se mueven y colocan las famosas alas de angel.
OVEJAS Y CABRAS: desde los 14 años he experimentado con ovejas; incluso he clavado a varias por primera vez y puedo asegurar que es muy incómoda la penetración, es por eso que ahora espero que ya hayan estado en preñez y cuando tienen el siguiente celo aprovecho cada que haya la oportunidad; sin embargo hay algunas son tan mansitas que se dejan sin estar en celo. La vulva de las borregas cuando entran en celo por primera vez, lubrican y les aumenta su tamaño, se tornan muy ariscas y decir que se quedan totalmente quietas es mentira, se tiene que utilizar lubricante para poder hundir el pene, cuando inicias la penetración intentan huir, pujan, berrean, patalean y en ocasiones uno se escacha y termina metiéndoselo por el ano, pero cuando logra penetrar por la vulva, la entrada no es difícil, pero unos centímetros adentro se encuentra con una especie de anillo bien estrecho, lograr superarlo es complicado y en ocasiones se torna doloroso, cuando lo superas sientes como se desplaza por tu pene, si no haz lubricado bien te lesiona el frenillo y te hace salir sangre, por momentos tienen unas contracciones involuntarias que pueden llegar a ser placenteras o incomodas, un buen rato después se cansa y deja de contraer la vulva, cuando eyaculas y tu pene inicia a tener expansiones para expulsar el semen por momentos parece que te lo fuera a ahorcar porque esa sensación le hace reactivar las contracciones y si sacas el pene inmediatamente te sale hinchado y bastante enrojecido, pero si te relajas y lo saca flácido al contacto con el aire vas a sentir escozor o ardor, al igual que “fatiga en los testículos, las borregas sufren mucho al igual que uno mismo, mientras que con las ovejas que están acostumbradas la cosa es a otro precio, las manoseas un poco y se tornan dóciles, con tu mano acomodas más fácilmente tu pene, cuando sienten que va penetrando ellas culean varias veces y se dejan arqueando el cuerpo con las patas abiertas, la vulva se siente apretadita y en la medida que se desarrolla la cópula se dilatan bastante, es una suavidad relajante, abren bien las patas encorvándose, su vulva aparenta ser caliente sensación que si no te controlas llegas de una vez, en pleno celo no se necesita utilizar lubricante, lo feo podemos dividirlo en dos aspectos: cuando tienen bastante lana es desagradable por la cantidad de excremento que tienen pegado al lado de la vulva y se te impregna su olor natural a sucio es por eso que me gusta cuando están esquiladas o preferiblemente aquellas que no tienen lana, lo segundo es la cantidad de garrapatas que se prenden en los testículos e inician a picar. Estas mismas sensaciones se sienten con las cabras, la única diferencia es que el cabro le impregna un olor desagradable a la hembra.
NOVILLAS: las he penetrado desde los 16 años y afirmo que son excelentes, éstos animales tienen la particularidad de ser muy mansos cuando se tienen a corte de pasto y las becerras desde pequeños se acostumbran a la presencia permanente de personas; más aún si les pones a lamer sal o dulce en la palma de tus manos, pero demasiado ariscos cuando habitan sueltos, las de corral desde muy pequeñas inicio a manipularle su vulva con sutiles apretones, en la medida que van creciendo se les va metiendo los dedos, a la edad de unos seis meses ya ni molestan, a esa edad su vulva es generosa, suave, calientita, agradable y permite una penetración total; si bien es cierto todo el tiempo toca atarlas; cuando están bien acostumbradas se dejan sin resistencia, en algunas ocasiones molestan y bastante, todo el tiempo se tiene que utilizar lubricante, debes penetrarla a una altura que tu pene supere la entrada de su vulva contrario no vas a poder hacer nada, cuando es la primera vez y hayas preparado a animal te ubicas, le abres la vulva con tu mano, acomoda tu pene en la entrada y sin ninguna violencia vas haciendo fuerza en la medida que va penetrando con movimientos de vaivén, su primera reacción es tratar de irse, déjala que moleste luego se va amansando poco a poco, debes persistir sin afanes hasta que transcurrido un buen tiempo se deja penetrar sin molestar, sientes contracciones bastante aceleradas, los vaivenes deben ser lentos recuerden que el toro hace un solo envión y la hembra sale corriendo, esa misma reacción va a tener la becerra, cuando has hundido todo el pene ella misma abre las patas y se arquea, en ese justo momento es cuando se acomoda la hembra totalmente y gozas en pleno de esa generosa experiencia, cuando han crecido escuchas como se escapa el aire con sonidos que generan placer, sin embargo debes tener precaución porque como no están acostumbradas a penetraciones prolongadas, generalmente tienen deseos de orinar y lo hacen, para mí es agradable sentir ese caliente chorro por el cuerpo de mi pene, lo desagradable es cuando la orina la acompañan con excremento, aunque no todas las veces ocurre si no te quieres untar debes tener precauciones, en la medida en que crecen es más agradable aún y cuando están en celo sus feromonas la aceleran. Es recomendable quedar más alto de esta manera se evita que la penetración sea por el ano, igualmente tú debes inclinarte hacia adelante por la forma de la vulva y la forma como el pene se pone erecto pues en dirección quedan casi contrarios. Con vacas es otro placer y otra forma pues hasta acostadas se dejan, a esta especie le he practicado con las condiciones de higiene agradables sexo oral.
YEGUA O BURRAS: No tengo mucha experiencia pero considero que estos animales ya son grandes ligas, algunas contadas ocasiones desde cuando son borricas o potrancas se dejan, pero las burras y las yeguas normalmente siempre están dispuestas pues ningún tamaño de pene las incomoda, casi nunca se necesita lubricante, aunque cuando no están en celo se perciben algo secas, su vulva es generosa pero se resiste un poco a la penetración, sin embargo cuando están en pleno celo esa vulva segrega buena cantidad de oloroso flujo lleno de feromonas, a mí personalmente me acelera las hormonas y no resisto si tengo la oportunidad, cuando vas a copular con ellas simplemente abres un poco su vulva, colocas la cabeza del pene en su interior, cierras los ojos y con algo de fuerza sientes esas paredes húmedas, calientes, si están en celo su vulva les hace pucheros que a la postre es un rico golpeteo en la parte inferior de tu pene, sientes como se desliza la humedad hasta el exterior y tu pene se pone baboso, expulsa el aire que se penetra generando sonidos bastante fuertes, cuando son borricas manifiestan unas contracciones que son perceptibles, ya de adultas casi ni se sienten. A las burras les he practicado en tres oportunidades sexo oral.
CERDAS, Por las condiciones de higiene de la chancha, siempre he tenido la costumbre de asear bien la porqueriza y la hembra, las cópulas que he tenido han sido en celo y no puedo describir otra forma, igualmente desvirgando cerdas, en esa etapa del ciclo estral de las chanchas el cambio más notorio es el tamaño exagerado de su vulva, moco o flujo vaginal abundante, inquietud, lamentos, pero la copula es totalmente distinta a otras especies domésticas, inicialmente cuando uno se acerca se ponen inquietas, les rascas la panza y eso las relaja mucho, antes de penetrarlas les toco su vulva para ver su reacción, la principal es quedarse inmóvil y hacer el rabo para un lado, si es así jamás va a molestar salvo que seas brusco, ya aseado el animal te ubicas detrás de ella e inicias a acomodar el pene en su entrada, cuando has metido la cabeza sientes un calor muy agradable, una suavidad que supera toda especie (incluso las mujeres) muy húmeda su vulva, en la medida que la vas penetrando hace unos gemidos lastimeros, una serie de contracciones rítmicas, hace vaivenes consecutivos con fuerza, cuanto sientes las ancas del animal en tu abdomen es que realmente se goza exageradamente, pues abre las patas sigue haciendo vaivén con las ancas en la medida que las contracciones se tornan fuertes, da leves pasos con las patas temblorosas ese temblor se lo transmite sus músculos al pene, cuando ronca se siente vibrar su vulva, por momentos y sé que es solamente la impresión se siente como si te succionara el pene, cuando vas sacando el pene y puedes ver, la piel de la vulva es como si quedara adherida al pene estirándose levemente como un caucho, y cuando se lo clava todo se forma una protuberancia alrededor, como la copula de los cerdos es bastante prolongada ella todo el tiempo se deja, otro truco para que no moleste es hacerle sentir peso encima, eso las hace aún más receptivas pues consideran que se trata del macho de su especie, si te controlas mentalmente puedes durar un buen tiempo y gozar todo lo que quieras, al igual que con las anteriores especies hubo momentos en que llego al orgasmo y controladamente continúo hasta que corono un segundo o hasta un tercero, la verdad es con la única especie que he coronado un tercero consecutivo.
PERRAS: Realmente no me gustan porque generalmente me da asco verlas pegadas por tiempo prolongado con perros, eso no quiere decir que no haya probado, han pasado por mis manos una san Bernardo de dos años, una labrador cruzada con rottweiler y una criolla de considerable tamaño, la primera me tuvo como su único macho, la segunda ya había parido su primera camada, en el siguiente en celo la había cogido un perro, luego que se despegaron la aparté en un cuarto y como a la hora la penetré, la tercera ya había parido dos camadas, luego de eso el dueño la encerró en el siguiente celo, bien; las tres prácticamente tienen algo en común, una vulva exageradamente grande, bastante mojadas, y bastante receptivas, algunos aspectos marcan la diferencia, la San Bernardo estaba en celo y solos en la casa, inició lamiendo el pene luego al tocarle su vulva se volteó dejándola expuesta, simplemente le acomodé el pene bien metido y la tome perrunamente, fue muy demorada la penetración por lo estrecha, pero ella misma fue soltando hasta que me permitió metérsela toda de un solo empujón, alcanzó a quejarse, pataleó, se tiró al piso y como pudo se lamió, cuando se paró se estiraba hacia adelante, contraía su vulva apretándome la raíz del pene luego de eso se calmó y fue el goce total, como caso particular tenia fuertes contracciones, cuando ocurrió la eyaculación simplemente no la solté pues intento zafarse lo único fue que se tiró al piso nuevamente se arqueo y como pudo se lamia la vulva con mi pene metido, eso provocó que recuperara el libido siguiendo la copula hasta una segunda eyaculación, cuando la solté corría, ladraba, votaba bastante flujo como orina, se lamia, me lamia el pene volvía a correr y después de eso me buscaba a cada rato. La segunda perra una vez se despegó y la encerré, le llegue a la hora para clavarla, al tocarle la vulva también se estuvo totalmente inmóvil, le coloqué el pene en su bastante dilatada vulva, estaba caliente, dilatada, jugosa, simplemente le metí el glande y se acomodó para dejarse, la tome en posición perruna y sin ningún problema la penetré totalmente, nunca molestó sin embargo tuvo contracciones pero menos fuertes que la primera, cuando finalicé la copula también se puso juguetona, pero pude percibir un olor desagradable, penetrante y fuerte a perro, la vulva estaba llena de sanguaza y eso realmente me desilusionó provocando asco, la tercera no tuvo ninguna diferencia de las otras dos excepto por el olor feo de la segunda, con la San Bernardo después la penetré en varias ocasiones sin estar en celo y se dejaba pero a diferencia de estar en celo, su vulva era estrecha, seca y pegajosa, muy incómoda la penetración, siempre me tocó utilizar lubricante, y en algunas ocasiones las perras tiraban gases fétidos, siendo muy incómodo y desagradable al olfato.
LLAMAS, es prácticamente igual que con las ovejas con la diferencia que toca conseguir algo en que apoyarse, su vulva es muy buena, caliente, jugosa en celo, buen tamaño, generosa, pero si te descuidas te escupen en la cara una baba espesa y fétida, cuando le colocas el pene en la entrada ellas tratan de retraer la vulva, debes utilizar lubricante para poder penetrar sin problema, los labios de la vulva son rudos en la entrada y se sientes toscos, cuando le metes la cabeza del pene y si está en celo siempre tienen a acostarse de pansa por lo que toca impedírselo, la penetración es bien profunda y jamás vas a tocar fondo.
UNA ULTIMA SON LAS MAMADAS, en esta forma diferente de zoo, no importa si lo tienes flácido o erecto, el becerro de corral recién nacido y con hambre jamás va a diferenciar la teta de la vaca con tu pene, y si lo estás alimentando con chupo mejor aún, la forma es acercarte con el pene expuesto, el animal arquea su lengua te lo atrapa de lado luego lo acomoda e inicia a succionar copiosamente, luego de eso lo atrapa con la lengua y en paladar, lo aprisiona y lo va sacando del hocico en la medida que va succionando, cuando está a punto de soltarlo lo vuelve a atrapar todo, sientes esa lengua babosa desde tus testículos hasta el glande, ese movimiento lo repite todo el tiempo, hasta que llegas y eyaculas, te garantizo que de esa manera tienes que parar y no vas a resistir una segunda eyaculación, debes recuperarte y hasta entonces volver a iniciar, uff es de lo mejor las sensaciones que produce, es bastante agradable, la única actividad donde debes cuidarte y bastante es estar prevenido que no vaya a cabecear porque como dijo la canción TE VA A DOLER JAJAJAJA
Espero comentarios y preguntas
JUCATOVE1968
Jucatove884@outlook.com
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