Sentirse Feliz
Como se vuelve a los placeres que un animal proporciona.
Aunque sé que si algún conocido me lee, sin volverse muy Sherlock imagino que sabrá quien está relatando estos párrafos, pero ya a mi edad, y mi situación actual, un poco me la suda, lo que puedan decir u opinar de mí, no es algo que me gustaría, pero si alguien lo lee, es que le gusta este tipo de lecturas, y ojala la malicia humana no use el relato para nada malo.
Como ya he dicho soy mayor, y a pesar de ello sigo siendo un vicioso del sexo, y cada vez más
Pues este relato es un pedacito de mi vida, en la que podría asegurar que fue la época más feliz y satisfactoria, al tiempo que arriesgada.
Ya en mi juventud había tenido experiencias con el sexo con perros y aunque he puesto mi culo al servicio de pollas de animales, juguetes y practicas anales de consideración extrema, quiero decir que mi pasión son las mujeres, no es que los hombres no me gusten, pero las mujeres me pueden, por lo que me podría considerar Bisexual, sin haber probado un hombre dentro de mí.
Soy de origen rural, por lo que mi vivienda y mi zona de vida habitual es el campo y la consecuente compañía de animales es normal, cuando me casé mi mujer no quería animales, porque nos limitaba las salidas y fines de semana y evitábamos la responsabilidad de cuidar las mascotas, y así pasamos un par de años sin ella, hasta que llego nuestro hijo, que entonces decidimos tener un animal por el cambio de vida.
Conseguimos un cachorro de presa canario, un animal fuerte, enorme y muy dócil y obediente, en su primer año de vida creció de forma exagerada, pero no dejaba de ser un cachorro, al que yo siempre miraba con otros ojos, como en casi todas las familias con hijos, las relaciones sexuales no suelen ser la prioridad, y esa parte decae, y está claro que la necesidad no decae, por lo menos en mi persona, que es como respirar y si no respiro y en este caso sexo , pues me muero.
Ya en su año y unos meses, no es que fuera un perro adulto, pero si estaba bien formado, ya llevaba tiempo rondándome en la cabeza empezar a masturbarlo y sentir el calor del animal, pero me parecía muy temprano, un día estando solo en casa durante unas vacaciones estaba lavando mi coche cuando el animal se acercó y empezó a juguetear con el agua, pues hacia bastante calor y a la sombra en el garaje se estaba bien, en una de estas me volcó el cubo jugando y detuve el lavado para jugar con él , en un animal de su tamaño, los juegos son siempre algo brutos porque no controla su fuerza, lo revolqué en el agua y entre esos juegos quedó acostado con esa enorme polla que me llamó la atención y me puso la imaginación en funcionamiento, lo relajé porque estaba demasiado alterado del juego , lo termine de bañar y de asear bien, ya que estaba echo un asco de tanto revolcón entre agua tierra y jabón, y lo dejé en el garaje para que no saliera al jardín, cerrando el acceso del garaje, y así aumentando la privacidad y las intenciones que tenía en ese momento.
Recogí todo a la velocidad del rayo, y dispuse una toalla grande de playa para evitar algo más la humedad del suelo, le acosté y empecé a acariciarlo y a relajarlo, era un animal que se dejaba dormir con rascarle y acariciarle, se quedó inmóvil, en lo que le empecé a acariciar su funda y a sentir como subía mi excitación hasta límites exagerados, al principio pareció no inmutarse, pero mi insistencia, y el retirarle la funda con mi mano hacia atrás, para aparecer su punta rosa, puntiaguda, y húmeda, me instó a agacharme y darle un lengüetazo, mientras el acerco su hocico y se lamió la punta que yo aguantaba fuera de la funda, y me miró como diciendo, ¿Qué haces?, yo le seguí acariciando, y lamiendo hasta que empezó a sentir excitación, crecer y engrosarse, ya se quedaba la polla fuera de la funda, mientras también empezaba a lanzar esos ardientes chorritos preseminales, que llegan a ahogar por la cantidad, el seguía lamiendo al mismo tiempo que yo tomándole el sabor de su polla y de su lengua, cuando en ese momento de un tirón se incorporó y se quedó en pie delante de mí, con sensación de extrañado y muy raro, ahí pude ver su tremendísima polla y me puse a abrazarlo y acariciarlo en todo su cuerpo, yo estaba altamente excitado y más mojado que el mismo suelo, me saque la polla y presionando un poco saque parte de líquido preseminal y se lo acerqué al hocico, al tiempo que lo olía, lo lamia y me atreví a dejarle lamer mi polla , parecía encontrar el sabor de algo bueno, pues me lamia como si fuera algún tipo de dulce, entonces yo volví a agacharme y vi como estaba perdiendo la excitación, cuando le volví a tocar y le saque el nudo, que no era tan grande y estaba bastante blanco, me agache más y me la metí en la boca toda hasta la garganta, tanto que me dieron arcadas por la brutalidad y por evitar hacerle daño con la dentadura. Me dejo la garganta llena de líquido, pues cada vez echaba más cantidad, mientras le hacía movimientos de masturbación en la parte trasera del nudo, cuando comenzó a hacer esos movimientos de cadera para montar, yo estaba como loco y con el miedo de hacerle daño solo me limite a masturbarle e intentaba lamerle al tiempo que el se estremecía adelante y atrás de forma incontrolada, hasta que dejo salir una cantidad más blanquecina de líquido y de sabor más ácido y seco, yo intente desaprovechar el mínimo posible, pero solo pude probar una parte. Le solté y de unos mínimos movimientos en mi polla, me corrí como un loco adolescente cuando descubre el sexo, le acerque la mano, mi estómago y las partes que estaban llenas de las cantidades de semen que expulsé con la pedazo de corrida, y se volvió loco lamiendo y limpiando con su lengua hasta la última gota, le acaricie y le tumbe, aún estaba su enorme y rojísima polla fuera, yo loco por tocarla y chuparla, pero se sentía o molesto, o dolorido, porque no me permitió seguir tocándolo, pasado un rato, de rodillas frente a el, me volví a masturbar solo mirándolo y acercando y estregando mi polla en su pelaje, no me costó nada llegar a volver a correrme como un poseso, volvió a limpiarme y eso me ponía a cien, ya había guardado su polla y me agache a chuparle aunque solo fuera la funda, y observe un poquito de sangre en el borde de la funda, y comprendí que estaba molesto, recogí todo y le deje salir, se fue directamente a su caseta y se quedó allí por horas, cuando mi mujer regreso, preguntó que le pasaba al perro que ni salió a recibirla, yo le dije que sería por el calor y que el animal estaba bien, que había jugado con el agua mientras yo lavaba el coche.
Esa fue la primera vez que jugué sexualmente con mi perro, ya en mi adolescencia tuve experiencias con perros, y siempre me quedó en la mente, con el tiempo además de crecer y educarlo para que no esté todo el día pidiendo sexo, llegue a dejarle que me montara y aprendí a entrenar mi culo y a dilatarlo hasta que entrara una mano dentro, para sin problemas poder sentir su pedazo de nudo de tamaño descomunal en mi interior , a tragarme toda su corrida, hasta la última gota, a disfrutar del sexo siempre de forma oculta y a sentirme un Zoófilo feliz, aunque con la apariencia de un marido ejemplar. Porque desvelar algo así, no solo a uno, sino a la familia, las malas personas y la sociedad acaban haciendo mucho daño.
Muy bueno.