SEXO CASUAL CON UNA BURRITA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Y en verdad les digo no aguanté más, me olvidé de todo el mundo y dirigí mis pasos hacia esa linda burrita, de un color blanco, viendo esa concha tan rosada y húmeda, que se abría y cerraba con más rapidez después de una meada; me paré junta a ella y con una voz suave le dije <<<mi amor acá está tu burro, que te va a coger como ningún otro>>>, ella sólo me empujó con sus ancas como diciéndome apúrate cabrón que no aguanto más, pero en realidad él que no aguantaba más era yo, se los juro, en ese momento sentía una lujuria desenfrenada, unas ansias infinitas de transpórtame hacia otra dimensión, pues tenía ya varios años de no tener contacto con ninguna clase de animal y nunca creí que esa burra me llevaría de nuevo hacia mis prácticas zoofilicas.
Principie por acariciarla: la frente, sus orejas, su lomo, bajando por su panza, tocando sus ubres pude darme cuenta que era señorita, se imaginan que alegría sentí, yo sería el primero en meterle la verga. Luego me fui a la parte trasera hasta tocarle la conchita <<<haaaaaaaaa, que rica conchita>>>, se la empecé a acariciar, a meterle un dedo, luego dos, luego tres y estaba apretadita y bien lubricada, intenté meterle toda la mano pero no pude, estaba muy cerradita esa linda vulva, seguí refregándola lentamente, saboreando anticipadamente el preludio de rico sexo que tendría con mi linda burrita señorita y es por demás decirles que en ese momento mi verga estaba a punto de explotar.
Por lo que después de cerciorarme que no había moros en la costa, me quité el pantalón y el bóxer, mientras seguía acariciando a mi burrita y mintiendo y sacando los dedos de su chucha, ella comprendió y se paró muy firme abriendo ligeramente las patas, me paré de tras de ella, hice a un lado su cola y me di cuenta en ese momento que quedaba muy bien con mi verga a su vulva, me puse saliva y le apunté bien y se la empecé a meter, lentamente, muy lentamente, saboreando y sintiendo algo sublime, muy caliente su chucha, que empezó a apretar mi verga en un cerrar y abrir lo cual dio paso.
A una buena metía y sacada sin apuros, sintiendo el roce de los pliegues de su chucha en mi hinchada verga, que se notaba las venas a punto de reventar y la cabeza muy agrandada, brillante y muy lubricada por los líquidos que ella despedía al estarla empollando, primero tan delicadamente y después con un movimiento frenético, salvaje, casi animal, para después seguir lentamente. No quería que se acabara ese momento, pretendía que durara toda la vida, deseaba perderme en ese laberinto de roces en tan bellos pliegues de una vulva caliente y apretadita y la cual era 100% por ciento sub-cionante.
Por momentos agarraba mi verga y se la frotaba en su chucha, primero de arriba abajo, para luego cambiar de dirección, describiendo círculos y a mi burrita la notaba agradecida, porque se empujaba hacia atrás, como pidiéndome que se la hundiera toda y yo obediente cumplía su capricho, se la metía hasta el fondo, sacándola y mintiéndola con rápidos movimientos y ella apretando y soltando sus labios vaginales de una forma muy tierna e especial, era una locura sexual, nunca había sentido algo tan sensacional como en ese momento, era como transportarse a otra dimensión de los juegos eróticos, era mi posesión zoofílica, mi mente no pensaba en nada más, que seguir metiéndole el Guevo a esa linda burrita, susurrándole, que la visitaría cuanto me fuera posible, si fuera necesario lo haría diariamente.
En ese momento sentí un cosquilleo en mis partes nobles y una sensación muy agradable en la parte baja de mi columna vertebral, era el preludio del big band eyaculatorio de la leche que tenia, una sensación jamás descrita, era la venida de la santa gloria, y apuré a seguir metiéndolo y sacando mi gruesa verga, en esa linda chuchita, rosada y llena de líquidos hormonales, metía y sacaba salvajemente y ella cerraba y abría con frenesí su chucha, y yo metía y sacaba salvajemente y ella apretaba y soltaba con una gran maestría, como si hubiera nacido para hacer el amor conmigo, y por fin no pude aguantar más y le deje toda mi leche dentro de su vagina y para mi sorpresa ella también se corrió con sus fluidos mojando todo mi Guevo, era un líquido caliente y de un olor característico que jamás se me olvidará. Me di cuenta que su vulva se abría y cerraba muy rápidamente quedándose quietecita, como saboreando el delicioso polvo que le acababa de aventar.
Me quede sentado un buen rato, esperando para volverle a meter otra buena culiada a mi burrita, pero vi que el señor Santiago venia a buscarla así que me vestí rápido y fui hasta el con las riendas de la yegua entre mis mano el me pregunto y eso que haces por aquí hijo ando en busca de un torete que se me extravió ha de ser el que llego esta madruga a mi finca tengo un par de novillas entiempadas, vamos a buscarlo ha bueno vallase en la yegua que yo le llevo la borriquita ha ok está bien dijo, fui la desate y un bebedero de agua del ganado lave su chucha ya que esta toda chorreada y está entre abierta lo cual no pude evitar que ella la tuviera así de pues de la culiada que yo le había dado. Al llegar el me dijo hijo si tu quieres te regalo esa burrita para ti yo le digo a tu patrón para que tu patrón sepa y no valla él a pensar que tú la robaste que me dices hijo ha ok esta así tiene otra mujer para que te haga compañía y te saque la leche yo note que te la culiastes hijo ya que le vi la cola alzada y vi chorreante su chucha yo cuando muchacho también cogí yeguas, terneras, burras hijo así que no te de pena bueno está bien señor me descubrió dije.
Bueno ahora tengo otra amante de mi propiedad toda para mí más adelante les contare de mis vivencias con mi nuevo amor ok este es mi correo para que me envíen videos de ustedes y relatos de ustedes amigos zoofilicos
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