Sexo con las dos perras que yo crie (2/4)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Calito_17.
Como conté en mi experien-cia pasada, me la había montado yo, después de que ella fuera desvirgada por un perro callejero en mi rancho sin yo darme cuenta. Y como después de ese inconveniente nuestra relación se fue afianzando hasta el día de hoy.
Bueno regresemos a mi segunda parte…
Después de esa experiencia con ella en el sexo, me las arregle para que mi madre no notase un cambio en ella con su comportamiento, pero no fue difícil porque la verdad es que ella y yo siempre hemos sido muy unidos (pero ahora por completo jeje).
Entonces le dije que la pille cogiendo con uno de los perros de la calle la semana anterior, y con el pasar del tiempo y de los meses, Dukeza empezó a desarrollar su etapa de ges-tación y al final de ese periodo, dio a luz a 7 cachorros algunos parecidos a ella y otros parecidos a el otro perro ese…
Ella estuvo cuidándola como es de costumbre en las perras (y en todas la madres mamí-feros en general), pasaron como unas semanas, y mi madre me dice que teníamos que regalar o vender los perros (que por cierto se veían bastante bien de aspecto y salud), a lo que yo dije por supuesto, ya que me costaría más cuidarlos.
Así que ella y yo fuimos al pueblo, que no es muy grande; estuvimos allí varias horas vendiendo a los perros, no muy caros. Los machos se vendieron como pan caliente, pero las hembras se tardaron más en vender, (eran 4 machos y 3 hembras). Se regalaron 2 hembras, pero no pudimos regalar a la última perrita, que era de pelaje café claro y muy bonito.
Al final, ya estaba atardeciendo y debíamos de volver a casa, yo debía de atener a Duke-za y mis tareas y mi madre las cosas de la casa.
Llegamos a casa, yo con la perrita en las manos y mi madre con algunas cosas que había comprado con el dinero de los perros. Dukeza nos recibió con alegría, en especial a mí y a la perrita, yo… ya que soy muy insistente le rogué a mi madre que nos quedáramos con la perrita, a lo que ella se hizo derogar, pero al final dijo que si. Después de eso, la bautice por nombre Calipso.
Con el pasar de los meses, Calipso fue creciendo y volviéndose igual de bella que su ma-dre, solo que de color café claro, y con unas manchas blancas en sus patitas. A ella al igual que su madre la dejaba entrar a la casa, yo con mi capacidad la entrene para que no se hiciera sus necesidades en la casa y las hiciera en el patio, no fue fácil pero cuando lo conseguí, fue mas fácil mantenerla adentro.
Mi Madre había conseguido un trabajo de medio tiempo por la tarde y un novio por inter-net… mmm…. Cosas de adultos mayores o algo por el estilo, ella pasaba más tiempo yendo a los internet del pueblo que en lo quehaceres de la casa. Ella me dejaba solo con la casa haciendo los oficios del quehacer (de las cuales eran más que antes, además de las que yo tenía que hacer en la finca, que Pereza…
Pero después de esos oficios, estaba en compañía de Dukeza, si saben a lo que me refiero eh? Pero después de esas aventuras sexuales que teníamos (que eran como 2 veces a la semana) me sentaba en la televisión a ver películas y uno que otro programa de perros y animales. Dukeza se ponía en mi pierna apoyando su cabecita casi dormida y yo sobando su suave pelaje que yo cuidaba con mucho esmero, mientras que Calipso se echaba en el suelo junto a mi pierna ya que a ella le tenía también mucho cariño, Colocaba mi pie en costado para acariciar su pelaje suave también. En eso se me ocurrió como tener relaciones con ambas al mismo tiempo con esas dos hermosas perras criadas por mí, Solo se me paraba en pene de pensar en esa fantasía, a lo que Dukeza se despertaba y se me quedaba viendo oliendo mi pantalón, a lo que yo le decía “Jeje, ¿oye tu nunca duermes? Jeje” pero todavía sabía que Calipso no estaba lista para ser penetrada por alguien.
Seguían pasando los meses y yo ya había cumplido los 17 años de edad, a lo que no me pareció la gran cosa, pero bueno…
Madre: Hola cariño ¡feliz cumpleaños! (mientras me daba un desayuno en la cama), ¿adi-vina que te tengo de regalo?
Yo: no me digas que otro perro (lo dije para que no me viera la cara de desesperado, aunque si fuese una perra más seria la fantasía del año, Jeje)
Ella me dio un reproductor de video y música, (MP4)
Como dije no fue la gran cosa mi cumpleaños, entonces estuve con ella hasta el mediodía cuando se fue con su nuevo novio a una cita, (de la cual sabría que no volvería hasta ma-ñana…) Se fue, y adivinen que, ya yo me había dado cuenta de que Calipso estaba en Celo, me dio demasiado morbo y mucha excitación que me había dado cuenta hace un par de días anteriores, ya que estaba en sus sangrados pro la casa, de los cuales yo di-simulaba y limpiaba con muchas discreción para que mi madre no se diese cuenta y la echara afuera.
La lleve a la sala junto con Dukeza, Yo comencé con Calipso acomodándola en el sillón ella se quedó echada en el sillón, con acariciarle la vulva suavemente a lo que ella no reaccionaba y se quedaba quieta mirándome como diciéndome “que haces?”. Yo seguí en ese proceso cuando, Dukeza ladro, yo pensando que estaba escuchando u oliendo a al-guien que llego a la casa, me asuste pero me di cuenta que ella me estaba viendo a mí con Calipso. “oye Duki… ¿Qué te pasa? No ladres así”
Seguí con el proceso de seducción con Calipso, pero entonces Dukeza se nos acercó a nosotros en el sillón, y empezó a Gruñir a Calipso, a lo que ella también reacción en hacer el mismo gesto… “!!!Oigan que pasa, ssshhh!!! Eso me quito el ánimo de calentura por completo y despertó más bien la curiosidad de saber qué es lo que pasaba. Me levante y me fui a la cocina para hacer un pequeño experimento, tome la vasija de comida de cada una y las puse alado de la otra, echándoles comida de perros. Ambas comieron como si nada entre ellas dos, sin gruñirse ni nada por el estilo, lo que todavía me despertaba más la curiosidad. Entonces me tome la vasija de Dukeza y solo deje la de Calipso en el suelo a lo cual me di por fin cuenta, Dukeza se quedó viendo a Calipso comer y luego se empezaron a gruñir otra vez, entonces llegue a la conclusión de que si ellas comparten algo se van a poner celosas de eso en común.
Entonces, me dedique a pensar como cogerme a las dos al mismo tiempo sin que me pase eso de gruñir y ladrar. Me las arregle y me inicie con Dukeza ya que ella ya tenía más experiencia, Calipso solo se quedaba viéndonos diciéndonos como que ¿Qué van a hacer? Yo empecé con agarrarle la cabeza y acariciarla, ella me tiraba uno que otro len-güetazo en la cara, a lo que yo le regresaba el favor tirándole una lengüetada a la naricita suya. Luego la puse junto a mí para seguir con el proceso solo que esta vez estaría con-centrado en su lomo para luego ir a parar a su chuchita, cabe destacar que ella no se re-sistía ni nada por el estilo a lo que me ponía a pensar que ella no le molestaba y es posible que hasta le gustara. E n fin… seguí con el mi labor y le metí un dedo en su sexo, cosa que no parecía notar desde un principio, mientras eso Calipso seguía observándonos con atención, pero luego se echó en el suelo sin quitarnos la mirada, a lo cual me ponía más caliente y excitado, entonces agarre a Dukeza y la puse en posición de penetración.
Una vez colocada y en posición de sexo, la agarre con firmeza de la caderas y de sus ancas, agarre mi pene y se lo coloque en la entrada de su vagina, ya que a mí me cuesta penetrarla incluso a estas alturas de mi experiencia zoo, después de tanto tiempo me considero todavía novato; entonces mi cabeza solo estaba colocada allí de forma fácil, después de lubricar mi pene con vaselina a base de no sé qué… entonces persistí en penetrarla más y más hasta que lo conseguí, entro un 80 o 90% de mi pene y empecé con unas suaves envestidas para yo poder disfrutar al máximo la penetración con mi novia canina,
así seguí por 4 minutos hasta que me detuve y me propuse a hacerlo más rápido, pero esas envestidas siempre me costaban hacerla, no sé por qué, pero me las arregle para hacerlas, su vagina chirriaba junto con ella como si hicieran coro, yo jadeaba junto con ella no solo del esfuerzo sino de la excitación, Dukeza miraba hacia abajo y luego hacia arriba, para luego mirarme a mí. Que cosa más sensacional cuando sentí a que me apretaba el pene su vagina, que cosa más maravillosa, a pesar de que ya lo había sentido cientos de veces no me cansaba de sentir ese apretón fabuloso; seguí con el proceso mis piernas estaban temblando, sudaba con mi camisa pegada a mi cuerpo (ya que no sabía a qué horas volvería mi madre). Ella hacia uno que otro medio chillido de vez en cuando, a lo cual me indicaba que le gustaba, yo seguí bombeando hasta que no pude más y me vine con gran intensidad, que quede cansado de ese esfuerzo que bien valió la pena, Dukeza se me acerco a lamerme la zona púbica para luego Calipso también venir a lamerme, yo pensado que Dukeza reaccionaria de forma brusca me puse algo temeroso, pero no fue así… Ellas dos se quedaban allí lamiéndome los restos de ese acto que tuve con Dukeza, lamian y lamian y francamente me daban cosquillas, tantas que me puso el pene nuevamente parado “¡joooo! Chiquitas, que bien lo hacen oooo… ohhhh!!!
Entonces procedí a levantarme y agarrar a Calipso, para penetrarla, pero adivinen que, Dukeza se puso agresiva nuevamente, a lo cual me puso algo molesto y desentendido.
“¿Mami, que te pasa porque te comportas así?” Lo que hice fue que la agarre a Calipso y me la lleve a mi cuarto (algunos dirán porque no seguiste intentado hacerlo con ellas dos a la vez? Pero eso mis amigos la contare la próxima vez)
Entonces… Una vez nosotros dos adentro de mi cuarto, la acosté en mi cama, y ella sin mucho esfuerzo y resistencia… se hizo hacer. La empecé a acariciar su costado, su pelo era tan suave y tan limpio que era como acariciar una sábana recién lavada, pero viva. Ella en ese momento solo me veía de frente para luego mirarme acostando su cabecita en mi cojín “Muy cómoda verdad, esa es mi chiquita” luego ella se puso en posición de patas para arriba, dejando a la vista ese lomo, esa figura y sobre todo su linda y virgen chuchi-ta… (antes de continuar, se preguntaran que no habían perros rondando por el celo de mis dos perras, la verdad es que el nuevo alcalde puso una ley que metía a los perros en perreras sino poseían correas sin identificación, Voy a volver a votar por ese alcalde Jeje), Entonces procedí a sobarle su conchita suave y algo húmeda. Mmmm… que bien se sent-ía, luego procedí a pararla y tomarla de la cintura, pero luego pensé “ya eh hecho esta posición varias veces y me gustaría hacer algo diferente. Entonces la puse nuevamente con las patas hacia arriba y me encime sobre ella, colocando la mitad de mi cuerpo en su lomo, mi estómago estaba sobre su parte púbica y mi pecho en el suyo, a mí la verdad me gustó mucho esa pose pero sin penetrarla todavía, puse mi cabeza en su cuello, su pelaje casi lacio y suave me daba tanta tranquilidad y calma ahhh…
Después me anime a tratar de penetrarla pero me pareció inútil esa pose, ya que me in-comodaba mucho y si bien era virgen más todavía, así que decidí hacerlo en otra ocasión con ella o con su madre.
Entonces me dedique a acariciarla y después penetrarla como yo ya sabía en mi propia experiencia, y después dije a mi mismo y a ella: “Ya que el perro cualquiera de tu padre le quito la virginidad a Dukeza tu madre, entonces me toca corresponderte a ti. La acaricie como yo solo sé, y me quite la ropa solo quedando con las medias (ya que estaba llovien-do y hacia algo de frio) “pero bueno ahorita este frio que tengo me lo vas a quitar ¿eh? Tome muchísima vaselina y me puse manos a la obra, primero le inserte el dedo ufff… que bien se introducía aunque ella estaba un poco arisca, porque la verdad tuve que hacer 4 o 5 intentos para que se dejara entrar el dedo, peor después de eso, seguí así como unos 5 min. Hasta que sentía que me habríamás paso en su interior, de los cachondo que estaba le coloque mi pene y no entraba mi pene, wow que extraño, seguí y seguí, hasta que lo conseguí oohhhh… se sentía tan bien que me puso a temblar de lo bien que se sentía, Tome más vuelo por decirlo así y me puse en posición más cómoda, y poco a poco se estaba introduciendo, ella como que le parecía extraño se corría a veces un poco hacia adelante, pero con mis manos no dejaba que se fuera, ella después miraba hacia atrás y después volvía a jadear como hacen los perros, yo la acariciaba y le decía: “tranquila mami, tranquila shhhh…”
Seguí así hasta que metí como un 2/3 de mi pene, pero con eso me conforme, no sabría decir porque pero no entraba más, entonces empecé con el viene saca, o el saca y mete como hacen los perros. Su vagina al igual que la de su madre apretaba, pero la de ella mucho más, jooo… que jugoso, como si estuviera en las nueves, de repente escucho en la puerta, unos rasguñases de uñas en mi puerta, casi se me para el corazón del susto, pero después escuche que era Dukeza con sus patas y con algunos chillidos no pude soportar dejarla allí afuera, ella también quería estar acompañada y como yo no tengo el corazón de piedra y mucho menos con mi niña decidí dejarla entrar, (que conveniente para mi ¿eh…?) me separe por un momento de mi nueva amante, cosa que se sintió muy rico y le abrí la puerta, ella entro tan rápido que casi no note que entro y se quedó después en uno de los costados de la cama, echada viéndome. “Bien… te voy a dejar aquí con la condición de que no hagas berrinche por favor”
Entonces volví a hacer lo mío con Calipso. Después de un par de lengüetazos que me encantaron antes de volver a penetrarla, lo bien que hacen esas criaturas “bueno mami, le toca ver a tu madre como lo hago contigo” la tome de sus ancas y esta vez fue más fácil la penetración por su dilatación de la vagina, pero todavía no podía penetrarla del todo, entonces con mucho trabajo, mi sudor se hacía presente en ese momento después de 3 minutos más o menos de ese trabajo que estaba haciendo, Calipso estaba (pienso yo) excitada por el momento, yo me estaba robando su virginidad, cosa que nunca tuve con su madre; aahhh ah ah ah ah ah ah ah aahhh!!! Yo le daba cada vez más rápido, pero con delicadeza y precisión, hasta que sentía que ese pequeño anillo se abría paso y mi éxtasis se triplicaba, mi pene sale y mete sale y mete, y al fin lo conseguí, lo logre, estuve aprovechando ese momento tan único con ella, su madre Dukeza estaba observando co-mo si no pudiera creer lo que estaba viendo, se levantó del suelo y echo un ladrido, no era como los anteriores más bien, era como el de decir que yo quiero también un poco, pero a pesar de eso, yo ya sentí que me venía de lo lindo con Calipso y entonces más duro y más rápido, casi desenfrenado, no lo podía creer! Yo gritaba “Vamos Vamos!!!” hasta que no pude más y SSUUUAASSSS!!!! Me vacié en ella por completo, yo quede rendido, pero por alguna razón Calipso no estaba así, ella se estaba algo inquieta, a lo cual fue a lamerse de forma apresurada junto con su madre, yo acostado, veía a esas dos maravillosas perritas allí, como haciendo las paces, Yo estaba más que agotado y satisfecho por aho-ra… “ufff, que cansancio”
Luego Dukeza se me acerco a lamerme los rastros de semen y otros líquidos de mi pene y después la tome y la acosté alado mío, como en los viejos tiempos. Yo la veía a ella y note que estaba como algo adormitada, en eso escucho mi teléfono celular y era mi madre que me decía que estaría en casa a eso de la media noche, yo csai doy un grito de alegría al escuchar eso, pero solo dije “mmm… está bien”
Me recosté nuevamente con mi perrita hermosa y note que Calipso estaba en el suelo allí sin hacer nada más que lamerse y una vez terminado se propuso a saltar a la cama, ahora yo estaba con las dos perras más hermosas del mundo y para mí solamente, y como solo eran las 3 de la tarde (15 horas) ya se imaginaban lo que yo podía hacer, pero esa será en la 3ra parte.
Bien Gracias chicos por leer este relato, y para ser sinceros no estoy tampoco todo el tiempo libre solo cuento al grano del asunto.
Bien gracias por su tiempo, No se pierdan
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