Sorpresa de Verano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Un día un conocido me pidió cuidar de su mascota durante las vacaciones de Verano, estando cerca del lugar y tener cierto afecto con los perros acepte inmediatamente.
Ya tengo tiempo de conocer y "convivir" con varias razas de perros; pero nunca había tenido la oportunidad de un Pitbull.
Es muy común que la gente le tenga cierto temor a la raza Pitbull ( en su momento también lo tenía), sin embargo puedo decir que son una de las razas más cariñosas que pueden existir.
El primer día los dueños me presentan a la famosa mascota; (como era de esperarse de su raza) era un animal sumamente grande y fuerte; que fácilmente una mordida podría romper sillas y huesos.
Al acercarme a la puerta se dirige con mucha velocidad; agitando la puerta de forma extraordinaria.
Fue cuando me puse a pensar en que clase de problema me había metido; pero ya me había comprometido y los dueños tenían que salir ese día.
Lo siguiente fue que los dueños amarraron al enorme animal ( no más grande que un gran danés pero más grande que un rottweiler) a un poste y me empezaron a platicar la rutina, cantidad de comida, agua, paseos, etc.
Llegó el momento donde tenía que acercarme al Pitbull, ( para que pudiera olerme y que empezara a tomarme confianza) con mucho cautelo me acerco y le acerco la mano.
Con mi experiencia ya con animales antes, logré calmarlo; después de olfatearme empezó a querer saltar sobre mí.
Fue cuando me percate que su actitud no era por hostilidad sino porque era de juego brusco.
Los dueños sujetan la cadena y me acercan el pitbull, era impresionante su energía; a pesar de la fuerza del dueño el dueño era arrastrado de poco a poco.
Me puse de rodillas y puse mi mano sobre la cabeza del pitbull y su actitud cambió a uno más tranquilo.
Después los dueños me dejaron toda la información y se fueron (Sabía que podía domar o tranquilizar al gran Pitbull).
Al fia siguiente llego a la casa donde la mascota se encuentra encadenado, le lleno sus platos de agua y comida y me siento junto a él para que me reconozca; en ocaciones dejaba de comer o beber para verme fijamente, esa mirada de curiosidad y de juego me sorprendió; y mucho más porque solamente me había visto un par de veces.
Ya con mayor conocimiento y confianza lo desencadené y no es de sorprender que me saltó encima.
Sabiendo que esto pudiera pasar me lleve cuerdas y juguetes que puediera morder; haciendo que se cansara y así teniendo un mejor control mientras lo cuidaba.
Paso el tiempo y tuve que ir al baño; por lo que deje al Pitbull en el patio.
Al cerrar la puerta y llegar al baño escuche como lloraba o se lamentaba; al salir del baño el perro estaba justamente afuera de la ventana atento de donde estaba.
Salgo nuevamente y veo una banca al extremo del patio, al sentarme el perro se me acerca y pone su pata en mi rodilla y se me queda mirando fijamente.
Despues de varias horas lo dejo amarrado, y me retiro, para regresar el día siguiente.
Como el día anterior al llegar el perro se emocionó de verme y saltaba como loco, lleno sus platos de comida y agua; y mientras comía fuí al banco al extremo del patio.
Al terminar de comer el Pitbull se me acerca y nuevamente pone su pata en mi rodilla y miraba fijamente; le avente la cuerda y un juguete para que fuera por ellos pero no les presto atención minima.
Me bajo del banco y me siento en el suelo para ver si había un problema con el perro.
Al sentarme el Pitbull puso ambas patas en mis hombros y me empuja contra la pared, honestamente me espante ya que pensaba que me iba a morder; pero fue todo lo contrario.
Empezó a lamerme toda la cara, manos y brazos con mucha suavidad, fue una gran sensación y así duró como 20 minutos.
Con toda la acción yo empeze a tener una erección (ya he tenido la oportunidad de estar con perros como con perras), por lo que sabía que sería una gran oportunidad, el perro seguia lamiendome y al llegar a los brazos paró en seco y empezo a olfatear.
Me olfateó el cuello, el pecho, el estomago hasta llegar "abajo".
Se quedo olfateando el cierre de mi pantalon muy fuerte y trataba de traspasar mi pantalón empujando su nariz.
Me quite el pantalon y su olfateo fue aún más fuerte, su nariz pasa por uno de los agujeros de mi calzon y continuó olfateando.
Rozo su nariz varias veces por toda mi zona, desde el pene hasta el ano, estabana en estado de alerta para cualquier posible riesgo que pudiera morderme.
Cuando levanto mi calzón, veía como el perro estaba muy atento y concentrado en mi pene; tenia esa mirada de curiosdad que habia visto en el primer día que lo conocí.
Al no ver que había avance empeze a masturbarme con la nariz pegada del Pitbull; fue cuando empezó a lamerme.
Las lamidas eran pequeñas, casi la punta de la lengua, el perro olia y lamia a la par.
Ambos eran placenteros, tanto las cosquillas al olfatearme como el oral; despues de algún tiempo salió un poco de semen (pre-cum).
Noto que las orejas del perro se levantan y empieza a lamer mejor.
Usando toda su lengua empezo a lamer tanto mi pene como escroto.
Por la emoción empujo la cabeza del perro hacia abajo y estaba recibiendo un oral de primera; la lengua del Pitbul se movía de atras hasta adelante y no parecía molestarle.
Por lo que decidi alejar y acercar la cabeza del perro para el oral magnifico.
Estaba a punto de venirme y me alejo del Pitbull para terminar en mi mano, al alejarme el perro seguía lamiendome y succionando (practicamente estaba acorronado y no podía salir) , aún así logre terminar en mi mano en forma de puño.
Se veía como el semen salia por mis dedos y el Pitbull trataba de abriera la mano, empujaba con su nariz y una que otra mordida leve.
Abrí la mano se comió todo, no dejo ni una gota en mi mano; al terminar de lamer mi mano fijo su mirada en mi pene y empezó a lamer otra vez ( era muy obvio que quería más).
Había quedado cansado por lo que me puse el pantalon nuevamente, al quedar vestido otra vez, el perro empezo a llorar emitiendo sonidos, el perro se paro en sus dos patas, moviendo la cola (cosa que no habia hecho antes) y poniendo una de sus patas en mi cinturon.
Me puse a pensar que si ya me habia hecho el favor , lo que me quedaba era regresar el favor.
Tumbee al perro para que quedara acostado, levanto una de sus patas trasera y veo que estaba sumamente excitado, el pene lo tenía totalmente erecto con la bola toda hinchada.
Le acaricie levemente el pene, y dió un pequeño brinco; fijo su mirada a su pene y lo lamió un poco y volvió a acostarse.
Nuevamente levanto su pata trasera y aun tenía su pene erecto con la bola hinchada.
Saque su pene de su bolsa y empezo a empujar su cintura, con toda la espalda contra el suelo empezaba a aventar semen, al terminar de inflarse el pene lo tenía enorme; facil su tamaño eran 2 manos mias.
Despues de algúm tiempo y aún sosteniendo su pene enorme, seguia aventando semen de poco a poco; la mirada del Pitbull era de lujuria pura; una sonrisa de oreja a oreja, jadeando mucho y con los ojos medio abiertos.
El Pitbull despues de volver a la normalidad se levanta, se dirige hacia a mi, ( yo sentado en el suelo) pone otra vez sus patas en mis hombros y empieza a lamerme con una suavidad.
Practicamente no pasamos los siguientes 4 días igual.
Hay 2 cosas que aprendí con esta experiencia; los Pitbull son una raza sumamente cariñosa y afectiva y tienen uno de los penes más grandes que he visto.
Una de las mejores experiencias que he tenido; ya he tenido oportunidad con una Pastora Alemana, Labradora, Criolla, un Labrador, un Beagle, un Shnauzer, un dalmata, Husky Callejero y un Rottweiler.
Pero esas ya son otras historias para otro día.
Gracias por su tiempo para leer esta historia.
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